NOTICIAS

Publicidad

Alberto Acosta Burneo: Se debe focalizar el subsidio y volver al sistema de bandas para quienes no son beneficiarios

Analista dice que “haber dado marcha atrás en Decreto 95 produce un efecto negativo en los inversionistas, pues es una muestra de falta de seguridad jurídica".

Alberto Acosta Burneo analiza las consecuencias de las concesiones que ha hecho el Gobierno ante el sector indígena en el tema petrolero.

Publicidad

Actualizado el 

El editor de Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo, presentó estos días un análisis sobre las consecuencias de las concesiones que ha hecho el Gobierno en materia petrolera al sector indígena. Asegura que esto no ayuda a conseguir el objetivo de duplicar la producción petrolera, pues se requiere inversión de al menos $ 12.000 millones. También hace reflexiones sobre el proceso de focalización de subsidios que se lleva adelante en las mesas de diálogo.

Publicidad

¿Cuál es su visión sobre el proceso de diálogos del Gobierno y cómo se podría llegar a un acuerdo sobre la focalización de subsidios a los combustibles?

Yo veo con preocupación el proceso pues no se sabe qué entiende la Conaie por focalización. Aparentemente han entendido que después de haber reducido el precio como se ha hecho, aumentando ya el subsidio, ahora quieren hacer una nueva rebaja de precios pero con dedicatoria a ciertos sectores. Esto no sería focalización, sino simplemente seguir ahondando el subsidio. Focalizar es crear el subsidio para los que necesitan y no para los que no necesiten.

¿Y cómo debería ser la mecánica?

Focalizar subsidios es viable a través de un mecanismo tecnológicamente básico. El Gobierno no ha completado la focalización aunque una de sus primeras tareas fue negociar con el sector del transporte. Y de lo que se sabe buscaban el mecanismo perfecto y eso no existe. Hay que ir con un mecanismo básico. Al transporte masivo se le puede entregar el subsidio a través de una tarjeta de débito que el Gobierno recargue mes a mes y que solo funciona para comprar en gasolineras. Este mecanismo es sencillo, hay que ponerse de acuerdo en un precio base y establecer un consumo promedio de un bus. Luego ver cuánto por encima del precio base representa el precio real y multiplicar por el promedio de galones. Ese valor se debe entregar a los transportistas. Pero ahí debe aplicarse el segundo paso y es que se debe volver a aplicar el sistema de bandas, para que el resto que no son beneficiarios del subsidio empiecen a pagar el valor real. Ese mecanismo de bandas permite que el incremento no sea brusco.

¿Qué significa para el país o para el Gobierno eliminar el Decreto 95 como parte de los acuerdos con el sector indígena?

Publicidad

Si bien se podría pensar que el Decreto 95 era un plan de acción para 100 días y que este plazo ya se cumplió, a mi parecer este renunciamiento sí tiene importancia porque demuestra una gran debilidad política. Además, el Gobierno ha cedido mucho al acceder a no ampliar la frontera petrolera. Este es un tema de fondo. Haber dado marcha atrás en el Decreto 95 produce un efecto negativo en los inversionistas, pues es una muestra de falta de seguridad jurídica.

El gerente de Petroecuador dijo que esta eliminación no afecta porque ya hay normativa que permite cumplir los objetivos. ¿Es así?

Publicidad

Lo que dice es correcto, por ejemplo, la migración de contratos para que puedan pasar del modelo de servicios al de participación de manera voluntaria y que es una parte fundamental ya está en la Ley de Desarrollo Económico o conocido como reforma tributaria. Este es un punto importante para que las empresas quieran invertir. Es que la meta general es duplicar la producción petrolera, pero para ello se requieren unos $ 12.000 millones de inversión. Este monto es muy grande y Petroecuador no los tiene.

¿Pero usted piensa que hay interés de las empresas privadas en cambiarse?, al parecer estarían cómodas con los actuales contratos en los que les pagan altas tarifas…

Sí hay interés, hay ocho empresas con contratos de servicios y quince de servicios específicos que han expresado su interés, que han dicho que sí quieren migrar contratos. El problema que vemos es que hay problemas políticos que le han llevado al Gobierno a dar marcha atrás en su política. Pero además hay problemas internos tanto en el Ministerio de Energía como de Petroecuador. Se conoce que hay una falta de alineación, hay mandos medios que tienen una visión estatizante y que consideran que todo hay que hacer con dineros del Estado. Sin embargo, eso es lo que no hay y la única manera de duplicar la producción es conseguir los $ 12.000 millones.

¿Cree que se va a poder cumplir la meta de duplicación?

Publicidad

La meta ya cambió, ya no se habla de un millón de barriles, pues esto tomaba en cuenta la producción de la estatal y la de las privadas. Ahora se habla tan solo de 800.000 barriles de Petroecuador. Esta también es una meta muy ambiciosa que no se puede cumplir sin inversión privada.

¿Cómo se reflejan esos conflictos internos que usted dice que existen dentro de Petroecuador y del ministerio?

Un caso que hemos conocido es el de New Stratus Energy (NSE). El Ministerio no nombra la comisión ad hoc para que pueda tramitar la migración del contrato y más bien hay un sector que propone revertir la concesión y volver a realizar la licitación. Esto demoraría dos años más el proceso y si se quedara en manos del Estado, entonces se sufriría la falta de inversión. Otro problema que hemos detectado es que los funcionarios públicos no toman decisiones y se alargan los trámites en requisitos innecesarios. Faltan incentivos para los funcionarios públicos, pues a ellos se les evalúa sobre lo que hacen, pero no sobre lo que dejan de hacer. Entonces para el funcionario lo más fácil es no hacer, se cuidan de Contraloría.

¿Se puede considerar que Ecuador está en un buen puesto al ser el número 17 en reservas como dice el estudio que ustedes presentaron?

Claro que es un factor muy importante. Ecuador tiene reservas petroleras estimadas en 8.273 millones de barriles incluyendo el crudo extrapesado de Pungarayacu. Sin embargo, su producción se ha estancado en 500 mil bpd. Es decir, es una potencia que está siendo subutilizada. Ahora se ha estancado y también ha caído. El desafío del país es aprovechar esas reservas mientras sean valiosas, eventualmente van a dejar de ser valiosas, pues van a aparecer otras energías económicamente y ambientalmente más viables a futuro. (I)

Publicidad

Publicidad

Publicidad

¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad