La entrega del bono de Desarrollo Humano y otras ayudas sociales habría contribuido a cambiar los índices de pobreza e incluso ha influido en los datos de empleo.

La reducción de la pobreza registrada en Ecuador en 2022 -cayó en 2,5 %- estaría asociada en buena parte a la mayor entrega de este bono, lo cual también ha sido reportado como un logro del país por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La pobreza en Ecuador se redujo de 27,7 % en diciembre del 2021 a 25,2 % en diciembre del 2022. Esto es una baja de 2,5 %, de acuerdo con el último boletín del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) publicado esta semana. La extrema pobreza también bajó al pasar de 10,5 % a 8,2 % en el mismo periodo, lo que representa una baja de 2,3 %.

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¿Dónde hay más y menos pobreza en Ecuador?

La línea de pobreza se ubica en $ 88,72 mensuales per cápita. Esto quiere decir que quienes ganan menos de esa cantidad se consideran pobres. Mientras que la línea de pobreza extrema está en $ 50 mensuales per cápita. Esto es quienes ganan menos de esa cantidad se consideran como parte del grupo de pobreza extrema.

En cuanto a la pobreza enfocada en el sector rural, que tiene porcentajes mucho más críticos, se registró una importante caída al pasar de 49,2 % al 41 % (8,2 puntos porcentuales) y la pobreza extrema, también rural, de 28 % a 17,4 % (10,6 puntos).

Esta mejora, de acuerdo con el editor de Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo, podría estar relacionada con la importante inversión que ha hecho el Gobierno en bonos de ayuda social.

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Entre 2020 y 2022 la cobertura social se incrementó al pasar de 3 de cada 10 familias en 2020 en situación de vulnerabilidad a 8 de cada 10 familias en 2022. Esto significó un incremento del presupuesto en $ 500 millones a $ 1.200 millones. Justamente esta inyección de liquidez sería la que ha generado la recuperación. La pobreza ha vuelto a niveles prepandemia, explica Acosta Burneo.

Adicionalmente, un raro fenómeno que estaría también ligado a la entrega de bonos para las familias vulnerables se ha empezado a notar en los indicadores laborales en el país. En diciembre de 2022, la Población Económicamente Activa se redujo al pasar de 8′602.930 a 8′357.837, una reducción de 245.000 personas. Normalmente, la PEA va creciendo año con año, proporcionalmente al natural crecimiento poblacional. En este sentido, resulta extraño este primer indicador. Además, según las encuestas realizadas por el INEC, hay una caída en el nivel de desempleados y del subempleo en más de 300.000. Sin embargo, estos no han ido hacia el empleo pleno, pues este indicador solo subió 91.000 puestos.

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Más de $ 10.500 millones entregados en bonos en dos décadas para reducir efectos de la pobreza en Ecuador

¿A dónde han ido entonces todas las personas que antes eran parte de la PEA o que estaban desempleadas o subempleadas?

De acuerdo con Alberto Acosta Burneo, hay dos factores que pudieran haber abonado para estas cifras.

Su primera hipótesis es que debido a la ampliación de la cobertura las personas ahora se resisten a reportar que tienen un trabajo por miedo a que le quiten el bono. Así, prefieren reportar que no están interesadas en trabajar, lo que las saca de la PEA.

Adicionalmente, la pandemia del COVID-19 impulsó una salida neta de 182 mil ecuatorianos en 2021 y en 2022 bordea los 93.000 adicionales. (I)

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