El borrador del Reglamento para el Arrendamiento de Inmuebles para Uso Turístico que el Ministerio de Turismo divulgó el martes 10 de mayo fue suspendido por falta de consenso, informó este viernes 13 de mayo el ministro de Turismo, Niels Olsen.

Olsen señaló que ese reglamento tuvo apoyo de varios sectores, pero también generó críticas de otros. “No es nuestra intención imponer, jamás lo será. Somos un gobierno de encuentro y de diálogo, de manera que, al no haber logrado un consenso entre todos los actores, hemos decidido suspenderlo”.

Este reglamento, que se venía analizando desde el 2019, se enfocaba en regular a las personas naturales o jurídicas (anfitriones) que prestan de manera remunerada el servicio de hospedaje no permanente o temporal, a huéspedes nacionales o extranjeros, en cualquier inmueble para uso turístico, distintos a los establecimientos previstos y regulados por el Reglamento de Alojamiento Turístico, como hoteles, hostales, hosterías, haciendas turísticas, lodges, resorts, refugios, campamentos turísticos y casa de huéspedes.

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‘Anfitriones’ de inmuebles de uso turístico aseguran que borrador del reglamento es restrictivo

Uno de los sectores que se opuso al documento fue la Comunidad Alojamientos del Ecuador, que agrupa a alrededor de 25.000 establecimientos. Su presidente, Gabriel Guzmán, aseguró que el reglamento era más restrictivo que el que se conoció en el gobierno anterior, al cual el presidente de la República, Guillermo Lasso, se opuso en su momento.

El dirigente recordó que cuando el presidente estuvo en campaña le hicieron llegar, a través del movimiento político Ecuador Libre, cómo el antiguo borrador vulneraba sus derechos, a lo que el entonces candidato, según Guzmán, ofreció públicamente el apoyo y dijo que estaba en desacuerdo.

“Consiguió de alguna u otra forma nuestra simpatía y ahora nos da este reglamento casi exactamente igual al anterior”, lamentó el dirigente, quien aseguró que el actual borrador tenía los mismos vicios y peores también.

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Guzmán detalló algunas observaciones al documento, como que el reglamento incluía varias acciones en las que gobiernos descentralizados debían intervenir e interactuar con los dueños de estos establecimientos.

Por ejemplo, el artículo 9 -Obligaciones de los anfitriones de los inmuebles para uso turístico- indicaba que se debe notificar a la Autoridad Nacional de Turismo y al gobierno autónomo descentralizado municipal o metropolitano, según corresponda, la transferencia de dominio o modificación de la información con la que fue registrado el inmueble para uso turístico, dentro del plazo de un mes de producido el hecho.

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Los procesos para la obtención del Registro de Turismo, la inspección del inmueble y la licencia de funcionamiento también requerían la participación de los GAD.

Otras observaciones del gremio se enfocaban en la propiedad horizontal, para lo que el reglamento, en su artículo 5, señalaba: “Sin perjuicio de lo dispuesto en el presente Reglamento, los inmuebles para uso turístico que se encuentren sometidos al régimen de propiedad horizontal deberán observar las disposiciones sobre la materia, establecidas en su respectiva Ley, incluidas las normas internas de copropiedad”.

Hasta el color de las sábanas detalla el borrador del Reglamento para el Arrendamiento de Inmuebles para Uso Turístico

Según Guzmán, esta disposición iba dirigida a que los copropietarios de estos inmuebles prohíban la actividad.

Otra crítica era que se prohibía que la actividad se desarrolle en Galápagos. Lo decía el artículo 2 del Reglamento y la Segunda Disposición General del mismo.

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Otros sectores, como indicó Olsen, que estuvieron de acuerdo fueron los vinculados al turismo formal.

Holbach Muñeton, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador y vicepresidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, sostuvo que el documento pondría a competir en igualdad de condiciones a todos los actores del sector, al señalar que este segmento no paga cerca de 38 impuestos que la actividad formal sí cancela.

Aseguró que estos establecimientos que trabajan con plataformas internacionales, como Airbnb, se llevan alrededor del 25 % del sector turístico y no facturan. Indicó que en Guayaquil operarían aproximadamente unos 1.300 locales solo con Airbnb, mientras que en Quito sobrepasan los 7.000.

En tanto, Olsen -en su comunicado de este viernes- aseguró que “las plataformas de economía compartida y alojamientos como Airbnb y similares son bienvenidas en Ecuador, y mi compromiso como ministro es generar oportunidades para todos los actores de la industria turística e impulsar acciones que promuevan la reactivación del sector y del país”, sostuvo el ministro, quien no detalló si el reglamento se retomará a futuro.

El funcionario, quien se dedicó en estos días a esclarecer dudas en redes sociales sobre el reglamento, reiteró que el documento pretendía legitimar y formalizar esta actividad comercial que representa un sustento económico importante para miles de familias, tal como se ha hecho en países como Colombia, Perú, Costa Rica, Estados Unidos, España y otros. (I)