¿Cómo afectó la inflación a los alimentos en Ecuador y el resto de América en el 2022 y qué esperar en 2023?

Un proceso de aceleración inflacionaria, cuyo origen se ve especialmente en la pandemia COVID-19 y la invasión de Rusia a Ucrania, se deja sentir en la mayoría de los países de América Latina, con un incremento particularmente significativo en el costo de los alimentos.

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Los alimentos presentaron aumentos interanuales de 27,1 % en Colombia y de 24 % en Chile en noviembre del 2022, prácticamente duplicando en ambos casos la subida de la inflación promedio.

Este proceso inflacionario no deja de lado a Ecuador, que a junio del 2022 registró la máxima inflación en siete años, de 4,2 % interanual. Se trata de un índice bajo en comparación con otros países, pero alto si se toma en cuenta que Ecuador tiene una economía dolarizada.

Los orígenes y síntomas de la inflación, así como las perspectivas para el 2023 fueron presentados este 15 de diciembre por Juan Pablo Ronderos, fundador y socio de la consultora económica argentina MAP.

De acuerdo con el estudio, los registros inflacionarios de todas las economías a nivel mundial se sitúan en récords históricos, alcanzando tasas anuales de 7,8 % en Estados Unidos en octubre del 2022 (máximo de 9 % en junio del 2022) y de 10 % en la Zona Euro en noviembre del 2022 (pico de 10,6 % en el mes previo).

La respuesta de los bancos centrales frente a esta tendencia ha sido el incremento agresivo en las tasas de interés. La Reserva Federal de EE. UU. (FED) está impulsando el ciclo de incrementos más agresivo desde los años 80, mientras que en América Latina la tasa de referencia ha subido con especial fuerza en Argentina, Brasil y Chile, se indica.

La inflación y las altas tasas devienen a su vez en una desaceleración de la actividad económica, combinada con una pérdida de poder adquisitivo de los ingresos. En este marco, muchos gobiernos han adoptado medidas paliativas, como incrementar las subvenciones o recortar impuestos.

En el caso de Ecuador, el Gobierno sin posibilidad de una política monetaria, debido a la dolarización, ha dado especial atención a la entrega de ayudas a los sectores más vulnerables. Estos fueron financiados con los mayores ingresos provenientes del petróleo, que han permitido a su vez impulsar una mejora fiscal este año (se prevé un superávit de 1,2 % del PIB, tras un déficit de 1,1 % en 2021). En todo caso, se espera un crecimiento de la economía del 2,5 % para 2022 y 2,1 % para 2023. Un logro que se destaca es justamente que la economía ecuatoriana podría ser una de las pocas que termine con superávit primario de 1,2 % del PIB.

El tema del incremento de los precios también fue mencionado hace pocos días en un reporte del Banco Mundial que señaló que en un informe de la FAO, publicado el 11 de noviembre, se estima que la factura mundial de importación de alimentos aumentará a $ 1,94 billones en 2022, un monto que supera lo previsto.

Entre tanto, MAP también dio sus perspectivas para el 2023. La consultora considera que el panorama económico del mundo y de la región será de una estanflación. Se trata de un fenómeno de alta inflación con un estancamiento de la economía. Es que en las perspectivas o previsiones de crecimiento se considera que en 2022 el mundo crecerá en 3,2 %, pero en 2023 la cifra caerá al 2,7 %. En cambio, la inflación se mantendrá por encima de estos indicadores: 9,1 % para 2022 y 5,1 % para 2023.

En cuanto a la región latinoamericana, se espera que haya un crecimiento en 2022 de 3,5 % y de 0,8 % en 2023. Pero la inflación terminará en 2022 en 14,6 %, mientras que la del 2023 se mantendrá alta aún en 9,5 %. (I)