Con 18 pisos exteriores se levanta el edificio Le Parc, que trae novedades ambientales y tecnológicas

Con 118 residencias y 22 oficinas ya casi vendidas en su totalidad y 30 nuevas habitaciones hoteleras, el proyecto inmobiliario de Hotel Le Parc, que tiene 18 pisos hacia el exterior, se levanta en el centro norte de Quito, como parte de un concepto disruptivo y único de construcción, tanto en el tema ambiental como tecnológico.

Gabriela Sommerfeld, gerente de Le Parc, recorre en botas, chaleco y casco parte de los 26.000 metros de construcción de la nueva obra que representa unos $ 30 millones de inversión y que estará lista el 30 de septiembre próximo. “En los primeros días de octubre será el huasipichai (fiesta de inauguración de la casa)”, cuenta, y dice sentirse muy satisfecha y orgullosa con todo lo conseguido.

En primera instancia se ha llevado con éxito la construcción misma, pero atada a un caso de economía circular, colaborativa, reduciendo los efectos de la huella en el medio ambiente. “Este proyecto sostenible es una muestra de que la rentabilidad, el lujo, la exclusividad pueden estar en armonía con el desarrollo sostenible”, comenta.

Sommerfeld recuerda que en los primeros meses del 2020 se hizo el anuncio oficial de la construcción del proyecto que está ubicado justamente al lado del actual Hotel Le Parc (República del Salvador y Moscú). Lamentablemente, la pandemia les hizo desistir y hasta cancelar el proyecto. Sin embargo, cuenta, había avidez por parte del mercado en invertir en este proyecto específico; así que en julio de ese mismo año decidieron arriesgarse y continuaron con el proceso. Hoy ya se encuentran vendidas 132 de las 139 unidades, entre viviendas y oficinas y solo quedan 7 oficinas por colocar.

Además, la iniciativa fue pensada desde el principio con un énfasis en el medio ambiente. Así, el edificio tiene sistemas para recolectar el agua lluvia, potabilizarla para consumo y luego volver a tratarla para que sirva para jardineras. Además posee un sistema de generación de energía a través de panelería solar y también a través de bombas de calor que recolectan el calor del medio ambiente. De esta manera, el agua sale caliente del propio ambiente y no se usa electricidad. La construcción de paredes se hace a través de material prefabricado que agiliza el proceso, pero se ha cuidado el nivel de decibeles de ruido, al tener materiales de lana de roca.

También se ha instalado una máquina que procesará los desechos orgánicos y, en un proceso a 70 grados de temperatura, los convertirá en compost sin olores. Actualmente se está buscando un convenio con una comunidad agrícola de Pichincha para entregar este compost, que es un insumo, y también para asegurar el abastecimiento de alimentos al hotel.

Adicionalmente, los habitantes de este conjunto inmobiliario podrán disfrutar de piscinas, salas de estar en terrazas y con fogatas, gimnasio, spa, salón de juegos. También un moderno campo de golf virtual, electrolineras, un spa para perritos, un jardín de rosas, entre otros. Sommerfeld cuenta que entre quienes ya han adquirido las unidades están jóvenes profesionales y también personas de la tercera edad.

Otro factor que hace a esta obra única en el país es la utilización del sistema BIM (Building Information Modeling), tanto en la planificación como en la construcción misma. Dayan Espinosa, residente de BIM de la empresa constructora Semaica, explica que esta tecnología permite ahorrar tiempo, recursos y disminuir los desechos en construcción.

Explica que a nivel global se conoce que el 70 % de los presupuestos y cronogramas fallan por la falta de planificación. Esto lleva a que los proyectos no reciban la rentabilidad total planificada y que se generen desperdicios en la construcción en un 57 %. “La metodología BIM es un conjunto de tecnologías que permiten prever errores y arreglarlos antes de que ocurran. Esto gracias al manejo del entorno común de datos. Así la obra se realiza sin errores”, explicó. A este proceso se lo considera una suerte de resonancia magnética de un ser humano, pero para un edificio.

El proyecta genera ahora mismo unas 200 plazas de trabajo en construcción. Sin embargo, Gabriela Sommerfeld asegura que al ser la construcción una de las actividades productivas que tienen efecto multiplicador por 10, se puede llegar a los 2.000 empleos indirectos.

Semaica es la constructora, mientras que el diseño arquitectónico ha estado a cargo de Christian Wiese y la decoración bajo la batuta de Adriana Hoyos. (I)