La tasa EcoDelta (ED) fue creada en el 2009 -según se argumentó entonces- para potenciar el turismo interno y promover el destino Ecuador de una forma sostenida.

Cuando se creó este impuesto, el valor a cancelar fue de $5, luego pasó a $ 20 y finalmente en 2016 el Gobierno lo elevó a $ 50, por la emisión de cada pasaje aéreo para viajar desde el Ecuador hacia el extranjero. En el mismo sentido, se fijó el ED en $ 30 para cada viaje de pasajero en vuelo chárter desde el Ecuador al exterior.

La tasa en cuestión genera unos $ 60 millones anuales. Los fondos van al Estado y una parte es para el Ministerio de Turismo. En todo caso, semanas atrás, el ministro de Turismo, Niels Olsen, dijo que de los $ 60 millones que se recaudaron en el 2019 solo llegaron $ 1,9 millones para promoción.

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Justamente 2019 fue un buen año para el transporte de pasajeros vía aérea; entonces varias aerolíneas llegaron al país para ofrecer servicios regulares, sobre todo en Guayaquil. Un año después, la pandemia del COVID-19 puso en jaque a la aviación mundial y Ecuador no fue la excepción.

Se estima que unos $ 2.300 millones representan las pérdidas que ha tenido la industria aérea en el país durante la crisis sanitaria mundial, según reveló Peter Cerdá, vicepresidente regional de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) para las Américas.

IATA recomienda eliminar impuesto que se cobra en pasajes aéreos para impulsar sector

De esta manera, Cerdá propuso al gobierno de Guillermo Lasso la eliminación del ED, así como también del impuesto a la salida de divisas (ISD), que cancelan las empresas. Según dijo, al eliminarse ED se podrían mejorar las tarifas y estimular la demanda de viajes.

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El funcionario agregó que la eliminación del ISD, que no solo pagan las empresas, sino las personas, también sería necesario para empujar la reactivación y apuntar hacia los cielos abiertos con Estados Unidos.

La política de cielos abiertos permite que frecuencias y rutas se liberalicen, y acuerdos entre empresas que son factibles una vez que se han firmado esos convenios, optimizando las capacidades de las aerolíneas. Los usuarios también se benefician, pues tienen más posibilidades de viajar a diferentes rutas, de conexiones, pero el tema del precio de los boletos depende de otros factores económicos.

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En todo caso, si se llega a suprimir el EcoDelta, el pasajero verá una reducción de $ 50 en el valor del boleto para salir al extranjero. Por ejemplo, un pasaje que estuviera en $ 340 para Fort Lauderdale (Florida, EE. UU.), sin el ED le saldría en $290.

Para la IATA, si Ecuador no restringe los vuelos y mantiene las operaciones como ahora podría obtener una recuperación positiva entre el 2022 y 2025.

El Gobierno nacional no se ha pronunciado aún sobre una posible eliminación o reducción del impuesto EcoDelta. (I)