Ecuador ha recibido por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) desembolsos que ascienden a unos $ 6.994 millones, entre 2019 y 2021. Adicionalmente, en las próximas horas llegará un nuevo desembolso por $ 800 millones, luego de que la semana pasada se aprobara una revisión del acuerdo existente desde 2020. Con el anunciado desembolso se completaría un total de $ 7.794 millones en tres años. Los recursos han apoyado las arcas fiscales producto de dos acuerdos financieros y de ayudas que ha brindado el multilateral por la pandemia del COVID-19.

El país retomó la relación con el FMI desde el cambio de timón que se dio en el gobierno de Lenín Moreno cuando hubo relevo de autoridades económicas y la cartera pasó a ser liderada por Richard Martínez en mayo del 2018. En marzo de 2019 se llegó a un primer Acuerdo por $ 4.200 millones, que traían atados unos $ 6.000 millones más en recursos del BID, Banco Mundial, CAF, Banco Europeo de Inversiones y la Agencia Francesa para el Desarrollo. En ese primer año, el Ecuador cumplió sus compromisos tanto cuantitativos como cualitativos y llegó a recibir $ 1.401 millones, solo del FMI; pero el proceso se interrumpió.

Luego en agosto del 2020 se llegó al segundo Acuerdo por $ 6.500 millones, de los cuales el anterior gobierno ya recibió $ 4.000 millones. Paralelamente a los acuerdos, el FMI ha entregado ayudas por la pandemia ($ 653 millones de un crédito ágil y $ 950 millones en DEG como parte de un plan general con todos los socios para reactivar la economía).

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Ahora, el Ecuador podrá continuar recibiendo recursos: unos $ 700 millones a diciembre del 2021 y $ 1.000 millones cada cuatrimestre de 2022 ($ 300 millones, $ 300 millones y $ 400 millones).

Sin embargo, esto dependerá una vez más del cumplimiento de metas. De acuerdo con la declaración oficial del FMI, el multilateral ha apoyado una consolidación fiscal más gradual a fin de atender las necesidades urgentes de gasto relacionado con la pandemia este año, ampliar los programas de asistencia social y apoyar la recuperación económica. Además ven con satisfacción el compromiso de las autoridades con la consolidación fiscal a mediano plazo, y destacaron “la necesidad de realizar esfuerzos firmes en materia de ingresos, incluida una reforma tributaria progresiva, para complementar la estrategia de consolidación basada en el gasto”.

Al ser consultado el ministro de Economía y Finanzas, Simón Cueva, sobre si el tema de la ley que acaba de ser negada por el CAL pesará a la hora de continuar con el acuerdo, el funcionario explicó que el FMI revisará en noviembre y diciembre, como es normal en los procesos con este multilateral, el contexto macroeconómico y cómo ha evolucionado frente a un cambio normativo. El ministro ha dicho que esta semana se conocerá la carta de intención con el FMI y las metas económicas, aunque ha adelantado que se cerrará un déficit de $ 4.500 millones, al 2025. Y que esto se logrará con una baja del gasto de $ 3.500 millones y un aumento en el ingreso de $ 1.000 millones por esfuerzo tributario.

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Para Santiago Mosquera, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas (UDLA), hay que leer con mucho cuidado los acuerdos pactados, pues en términos prácticos se lo firma con el Ejecutivo y no con la Asamblea. Entonces, parte de los compromisos, por ejemplo, puede ser que el Gobierno envíe una ley, pero cabe la posibilidad de que no sea aprobada, pues eso sale de sus manos. En todo caso, si no se logra la ley, en diciembre se deberían revisar las vías para llegar a las metas establecidas.

Entre tanto, el ex ministro de Economía y Finanzas Mauricio Pozo consideró que la ley enviada va en la dirección correcta, pero es perfectible. En este sentido, dijo, el Gobierno debe agotar todos los esfuerzos para que la ley sea aprobada. Recordó que el gobierno de Moreno, con bajísima aceptación popular y sin capital político logró que se aprobaran leyes como la anticorrupción y la Ley de Dolarización, que la devolvieron dos veces. Para Pozo el tema es poder conversar y sociabilizar la ley entre los asambleístas. Considera que el actual Gobierno que tiene altos niveles de aceptación sí tiene capacidad para lograr dicha aprobación. Asegura que el Gobierno debería caminar por varias vías: la Asamblea es una de ellas, mientras la consulta popular es otra. Se debe conversar con todos en el Legislativo y también con la ciudadanía.

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Pozo dijo que las condiciones del actual Gobierno son mejores que las del anterior, por ejemplo, en cuanto al precio del crudo y la ayuda entregada por el FMI con los DEG: en este sentido, dijo alegrarse de que hayan podido flexibilizar las metas. Comentó que de lo que se sabe, las decisiones tributarias que se han planteado generarían unos $ 900 millones, mientras que en el acuerdo de Moreno con el FMI se había planteado una reforma de unos $ 1.800 millones, en la cual se estimaba subir 3 puntos del IVA que generarían unos $ 1.500 millones. Esto ya no consta en el acuerdo actual.

Incumplimientos y demoras se han registrado en tres años

La relación con el FMI no ha estado exenta de tropiezos, pues se dieron algunos incumplimientos que debieron ser subsanados y que causaron demoras en los desembolsos. Uno de los incumplimientos más importantes, considerado de buena fe, fue cuando se dieron ciertos desajustes en las cifras del Sector Público no Financiero. Este, sumado a los problemas de la pandemia hicieron replantear el acuerdo, que quedó en pausa por varios meses.

Santiago Mosquera recuerda que en los primeros meses de 2020 el Ecuador anunció que dejaría de pagar los intereses de los bonos (moratoria técnica) para ir a un proceso de canje de bonos en agosto. Se logró con éxito la renegociación, que recibió el apoyo del FMI. Así, a día seguido se pudo anunciar la aceptación efectiva de los tenedores y luego el acuerdo con el FMI $ 6.500 millones en 27 meses.

En 2021, Ecuador no recibió ninguno de los desembolsos previstos para abril ni agosto, por la transición del gobierno, que decidió replantear metas. Mosquera dice que fue una demora natural, considerando que había la transición.

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Para Mosquera tener una acuerdo con el FMI a más de un financiamiento con condiciones favorables (bajas tasas y largos plazos) permite un mayor acceso a financiamiento por parte de otros multilaterales. “El FMI tiene un efecto catalizador”: da confianza a los inversionistas, ayuda a bajar el riesgo país, tiene mejores condiciones que los mercados e incluyen años de gracia.

Detalles

  • El Riesgo País se ubicó el 1 de octubre en 859 puntos. Esto es 98 puntos por encima del Riesgo que se registraba hace un mes (761 puntos al 2 de septiembre).
  • El Riesgo País del Ecuador que ha estado en un ascenso sostenido bajó levemente el 29 de septiembre cuando se alcanzó la aprobación del acuerdo a 823 puntos.
  • Antes de la victoria de Guillermo Lasso, el Riesgo se encontraba en niveles de 1635 puntos.