El Octavo Censo de Población, Séptimo de Vivienda y Primero de Comunidades entró a su recta final, después de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) culminara este jueves, en Guayaquil, con la presentación de la nueva metodología e innovaciones que incluye este nuevo proceso que se da luego de doce años, tras ser pospuesto en el 2020 por la pandemia del COVID-19.

Una de las principales novedades, resaltó Roberto Castillo, director ejecutivo del INEC, es el censo en línea, una modalidad que se cataloga como la primera etapa del proceso dirigida para que las 85 preguntas del cuestionario (70 de población y vivienda, y 15 de comunidades) sean respondidas desde casa y que estará disponible desde octubre próximo en la página web del Instituto: www.ecuadorencifras.gob.ec.

Castillo explicó que de esta manera quieren aprovechar que el 50 % de los hogares en Ecuador cuentan con internet para incluir esta ventaja.

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“Nos hemos puesto como meta que por lo menos el 25 % de la población pueda censarse en línea (...) las personas hoy en día tienen una fuerte resistencia a abrir las puertas de sus casas”, sostuvo el director ejecutivo del INEC, quien aseguró que se estima que este proceso tome aproximadamente unos 40 minutos, aunque aclaró que el proceso es personal y debe repetirse por cada integrante de la familia.

El funcionario explicó que para acceder a esta modalidad, los ciudadanos deben ingresar a la página web del INEC, buscar la opción Censo en Línea, ingresar un correo electrónico y una clave y contestar las preguntas que se desplegarán en tres bloques.

Luego de completar el cuestionario, el sistema generará un certificado que debe ser impreso por el ciudadano censado, el mismo que tendrá un código QR y alfanumérico que deberá ser mostrado a los censistas que recorrerán el país, en la segunda etapa del proceso, prevista desde el 7 de noviembre hasta el 18 de diciembre próximo.

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“Los censistas van a capturar la información a través de un dispositivo móvil que nos permitirá mejorar sustantivamente la calidad de la información, georreferenciar las viviendas y con ello potenciar el uso futuro de la información”, explicó Castillo, quien resaltó que será la primera vez que se dé un censo de las comunidades indígenas, afros y montubios, una información que aún no existe en el país.

Respecto a las 15 preguntas de este nuevo censo de comunidades, Castillo señaló que aún están en construcción y que serán subidas a la web del Instituto en los próximos días, en donde ya están disponibles las primeras 70.

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“El cuestionario aún no está cerrado porque nos han pedido las comunidades ir puliendo el cuestionario”, reveló el funcionario, quien adelantó que las preguntas irán en el orden de conocer prácticas ancestrales, prácticas de mercados y la organización de cada comunidad.

Con esto, indicó que la unidad de análisis, en este caso preciso, ya no es la persona, sino la comunidad como tal. Añadió que una vez subidas estas preguntas a la web, se empezará una vez más un debate técnico con las comunidades indígenas, afros y montuvios.

“Acá lo importante es que lo debatimos de manera técnica, obviamente escuchamos las necesidades de ellos, hacemos un acompañamiento de Naciones Unidas, les contamos las experiencias internacionales y lo más importante es que la ciudadanía se sienta apropiada”, expresó Castillo, quien señaló que las 15 preguntas del censo de comunidades, a diferencia de las otras 70 que van dirigidas a toda la ciudadanía, serán solo enfocadas a los líderes comunitarios.

Estas son las 83 preguntas que deberá responder en el censo de población y vivienda del 2022

Otra novedad es, por ejemplo, la inclusión por primera vez de variables sexo-genéricas.

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Este tema se abordará al final del cuestionario para las personas de 18 años en adelante. Son dos preguntas no obligatorias, pues la persona tendrá la facultad de no responderlas: ¿Cómo se identifica según su género? Masculino, femenino, trans, otro o No sabe/No responde. ¿Siente atracción sexual o romántica por hombres, mujeres, por hombres y mujeres, otro?

En el mismo cuestionario se explica que el censo busca visibilizar y reconocer la diversidad de cada habitante y por ello constan preguntas sobre identidad de género y orientación sexual. Las respuestas son confidenciales y solo tienen fines estadísticos.

Castillo destacó que con el censo se busca conocer estadísticamente y con exactitud dónde se ubican los migrantes venezolanos, que se cree que son alrededor de 500.000 a nivel nacional. Sin embargo, el funcionario aseguró que no se preguntará sobre el estatus migratorio. “Solo queremos saber dónde están, no deben temer”, aclaró.

Inversión y contratación de censistas

Sobre la inversión para el desarrollo del censo, Castillo especificó que será de $ 90 millones. Aclaró que el proceso arrancó en el 2018 y a la fecha se han devengado $ 33 millones y restan de invertir $ 57 millones.

Añadió que se trata de recursos financiados con crédito, apoyo internacional y asistencia técnica del Banco Mundial.

En cuanto a los resultados, indicó que en mayo del 2023 se liberará el primer informe con estadísticas y en adelante el INEC irá publicando paulatinamente la información.

Castillo señaló que para este censo ya no se necesitará del aporte de los estudiantes de los últimos años de colegio para levantar la información, como en procesos anteriores; sino que se contratará a personal técnicamente capacitado, aproximadamente 18.000 personas que tienen que provenir de los 221 cantones del país.

Para esto, Castillo adelantó que desde agosto próximo se habilitará una opción en la página web del INEC para reclutar a censistas. (I)