Los dos oleoductos de transporte de crudo pesado del Ecuador (Sote, manejado por la empresa pública Petroecuador y OCP, manejado por la empresa Oleoducto de Crudos Pesados) y el principal poliducto del país, el Shushufindi Quito, dejaron de bombear este 22 de febrero, para evitar nuevos derrames de crudo, en medio del colapso del puente del río Marker.

Lo ocurrido es parte de los estragos que genera la erosión regresiva y lateral del río Coca y de sus afluentes que mantienen en jaque tanto a la infraestructura estratégica del país (oleoductos, carretera, central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair) como a poblaciones de la zona.

A la par, se conoció que el Ministerio de Energía y las autoridades petroleras están evaluando la situación para, de ser el caso, declarar Fuerza Mayor, en caso de tener que suspender las entregas de crudo al exterior.

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Hace pocos minutos, la empresa Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) informó que detuvo el bombeo de este y cerró la válvula de bloqueo, ubicada a 800 metros del puente. Sin embargo, aclaró que “No se ha producido rotura del oleoducto”. Adicionalmente, la empresa privada que opera este oleoducto explicó que el colapso del puente se debió a las intensas lluvias presentadas en la zona de la parroquia Gonzalo Díaz de Pineda, cantón El Chaco (provincia del Napo). “Hemos activado de forma inmediata el Plan de Respuesta a Emergencia”, dijo la empresa.

También indicó que en estos momentos, OCP trabaja para drenar el crudo de la tubería.

Previamente, en horas de la mañana, en cambio Petroecuador informó que suspendió las operaciones del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y del Poliducto Shushufindi Quito, debido al colapso del puente ante mencionado, mismo que se encuentra junto a las facilidades de la empresa pública, en la provincia de Napo.

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La medida, según informó la empresa estatal, se tomó de manera preventiva para evitar las afectaciones ambientales que puedan presentarse en la zona, ante cualquier contingencia.

Al momento un equipo multidisciplinario de Petroecuador trabaja en la evaluación física de ambas infraestructuras de transporte, con la finalidad de tomar las acciones correctivas necesarias en el corto plazo.

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La empresa recalcó que al momento el resto de operaciones de Petroecuador se mantienen con normalidad, al igual que la provisión de combustibles.

El cierre de los principales ductos de transporte petrolero del país podría traer consecuencias importantes al país. Esto, si se toma en cuenta que al registrarse el cierre de bombeo, puede haber retrasos en la entrega de exportaciones, así también el país se podría ver obligado a cerrar pozos.

El problema de la erosión regresiva del río Coca, que es considerado un fenómeno natural, se dio a conocer en abril del 2020, cuando se produjo la rotura de los ductos. Previamente se había producido el colapso de la cascada de San Rafael. En estos tres años se ha buscado dar solución a las amenazas. Entre las estrategias se ha buscado construir obras de mitigación que protejan la obra de captación de Coca Codo Sinclair, y se ha hablado de la construcción de variantes definitivas de los dos oleoductos hacia la montaña, para evitar el riesgo de nuevas afectaciones. Las obras preventivas para Coca Codo se han ido concretando, no así el tema de las variantes de los oleoductos.