Hispasat, el operador español de telecomunicaciones por satélite del Grupo Red Eléctrica, entregó dos pilotos de teleeducación y telemedicina para zonas de la Amazonía ecuatoriana. Miguel Ángel Panduro, consejero delegado de la empresa, está de visita en el país y cuenta detalles de aquellos.

¿Cómo nació la idea de apoyar a Ecuador para reducir su brecha digital?

La brecha digital o de conocimiento es muy profunda en América Latina incluido Ecuador. En el país existe una gran división al no contar con una completa conectividad entre zonas. Los directivos de Hispasat tuvieron la oportunidad de reunirse con el vicepresidente ecuatoriano (Alfredo Borrero), hace tres meses, para exponer dos proyectos que se deseaban ejecutar en el país: uno de teleeducación y otro de telemedicina dirigidos a sectores menos favorecidos vía satélite.

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¿Ecuador es el primer país en el que ejecutan este tipo de proyectos?

Hemos impulsado este tipo de iniciativas en Brasil, México y Colombia, con tecnología probada y soluciones en esas naciones.

¿Qué se busca con estas iniciativas?

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Dar una solución o al menos paliar con la problemática de la falta de conectividad tanto para el segmento educativo, como el de salud, en este caso en Ecuador. Con motivo de la visita del presidente de la República (Guillermo Lasso) y de miembros de su gabinete a España, hace un mes, tuvimos oportunidad de presentar estas dos iniciativas y explicar el objetivo que tienen. La visita de las autoridades impulsó y aceleró la puesta en marcha.

¿Estos proyectos ya entraron en vigor?

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Sí, de hecho, los beneficiarios del piloto de educación ya tienen su conectividad, computadoras portátiles y servidores. La semana que viene, el proyecto de telemedicina en la parroquia rural de Cuasha, en Pastaza, será otra realidad. Hay que tener en claro que en donde se habilita el punto Wifi, el beneficiario no es solo el alumno en la sede, sino las comunidades cercanas. Ayer (2 de diciembre), se presentó ante el Ministerio de Educación el piloto para la teleeeducación que se levantará en Carchi, Orellana, Morona Santiago y Napo. El objetivo es abarcar no solo cinco escuelas y casi 400 alumnos, sino triplicar esa cantidad.

¿Por qué se llegó a esas zonas en la Amazonía?

Pusimos en manos del propio Ministerio de Educación para que este decidiera las cinco ubicaciones.

¿Qué tiempo durarán los proyectos de teleeducación y telemedicina vía satélite?

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Es una donación que puede durar uno, dos o tres años. Sin embargo, nuestra vocación es que los pilotos se queden de manera permanente y que si gusta y se cree que es potencial, se amplíe para dar una mayor cobertura a zonas remotas. Por ejemplo, llegar a más de 600 escuelas. Estamos analizando, también, la opción de financiar este tipo de proyectos ya sea por cooperación desde España para lograr ese objetivo.

¿En qué consisten los pilotos?

El de teleeducación permite que los estudiantes puedan descargar los contenidos educativos proporcionados por la Cartera de Educación en sus dispositivos y trabajar con ellos en su hogar. Cada escuela tiene habilitado su punto Wifi, es decir, son cinco. El piloto se completa con un aula tecnológica (compuesta por portátiles para los profesores, un gabinete para la custodia y carga de los dispositivos, un panel digital interactivo, un software de gestión del aula tecnológica con seguridad lógica), tablets para el alumnado y un curso para que los docentes conozcan el manejo de esta solución. El proyecto de telemedicina, en cambio, permitirá que un médico especialista pueda, a través de la conexión a internet, ayudar a un asistente médico de la parroquia de Cuasha a diagnosticar e identificar enfermedades con un sistema de teleconsulta.

¿Cuál es el siguiente paso para atender la brecha digital?

Atender sectores empresariales productivos, como el camaronero. Este sería un acercamiento más con el sector privado.

¿Qué planes existen para 2022?

La búsqueda de partners locales para impulsar estos proyectos iniciales. Por ejemplo, instaladores de telecomunicaciones o personas del sector de pedagogía. (I)