El negocio de los helados se diversifica en Ecuador; nuevos sabores y apertura de locales, en sus planes

Sabor a vainilla, chocolate, menta, ron pasas en cono o en vaso, con o sin azúcar, y hasta helado de yogur son parte de los cientos de variedades que ofertan las heladerías en el país, mercado que cada día se expande más.

Hace algunas décadas no era tan diverso. Había poca oferta, que se centraba en los locales de Pingüino, de Unilever, y Topsy, de la compañía Tonicorp.

Ahora existen opciones artesanales que incluso se sirven con waffles, brownies y se mezclan con aderezos que van desde frutas hasta chicles, gomitas, galletas y granola.

Algunas de estas empresas se vieron afectadas por la pandemia, otras no tanto y lograron abrir locales.

Por ejemplo, Sorbetto pasó tres meses complicados, cuenta su presidente Aldo Faidutti. “Nos pasó una desgracia, estaba sin energía la fábrica y se perdió todo”, cuenta y agrega que a pesar de ello, entre la familia emprendieron la venta a domicilio para superar ese momento y así fue.

El negocio de helados innova y busca recuperar consumo de ecuatorianos

“Luego que ya nos estabilizamos empezaron a dispararse las ventas”, apunta Faidutti, quien contó que han abierto dos locales, en Mucho Lote en 2020 y otro vía a Salitre este año. El próximo será en Milagro.

La empresa se encuentra con un 15 % más en niveles de venta que el 2019.

Los helados más vendidos, según Faidutti, depende del barrio. Por ejemplo, en La Garzota es ron pasas y en Samborondón pistacho. También varía por edades, en los niños el de galleta Oreo y en adultos su tradicional Donatella, con una crema de avellanas fabricada por ellos.

Otro de los avances que ha impulsado a esta compañía, con más de 15 años, es su reciente cambio de imagen, cuenta la gerenta de Sorbetto, Doménica Faidutti.

“No habíamos cambiado la imagen y queríamos darle algo de juventud a la marca, sentir frescura, tranquilidad, paz”, relata Doménica y añade que se rediseñó el logo, eslogan, el colocar cian se mantuvo. Hay una pared con conos de helado, música, entre otros.

De todos los locales iniciaron con este mejoramiento en Samborondón, los otros se están realizando de a poco. Sus productos se consumen junto con tortas, brownies, lenguas de gato. Posee su línea de 0 % azúcar, grasa y lactosa con los denominados helados Sanna.

Según la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, hay 198 empresas registradas bajo esa línea de negocio.

Otra de las compañías con presencia en el país es Tutto Freddo. Esta empresa ecuatoriana empezó sus operaciones en Cuenca en el 2000. Su mayor característica son los helados artesanales y mantecados.

Lynda Álava, gerenta de área de Guayaquil, menciona que el 2020 fue complejo. Aún les falta recuperar el 15 % de ingresos para llegar al ritmo de 2019. Ella aduce que estos altos y bajos se deben al temor de la ciudadanía de salir y visitar centros comerciales.

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“Es un problema social grande, pero hay que saber vivir con ello (…), va a ser difícil por este temor de que hay días que van a centros comerciales y otros son vacíos”, indica.

Tutto Freddo posee 64 locales entre propios y franquicias. Se está analizando la apertura de nuevos puntos también en centros comerciales.

Además, incrementarán su portafolio con 32 nuevos sabores de helados, provenientes de Italia, tanto artesanal como light, aquellos endulzados con estevia.

La heladería en los últimos años ha apostado por ofrecer algo adicional. Algunos locales tienen panadería y hasta se vende lasaña. La empresa también maneja a la heladería Nice Cream y Yoguberry, su línea de helado de yogur.

Y bajo este último método se concentra Greenfrost, una empresa que nació en Santo Domingo de los Tsáchilas en el 2012 como resultado de un emprendimiento, cuenta el gerente Patricio Pozo.

En su primer año abrieron seis locales y ahora cuentan con 76 en 17 provincias. Algunos están en centros comerciales.

El concepto de frozen yogurt se vio golpeado por la pandemia. Registraron una caída del 21 % en ventas en relación con el 2019. “Sin embargo, no existió despido de personal y tampoco hubo cierre definitivo de locales”, resalta Pozo.

Este 2021, puntualmente en noviembre, creció la demanda en un 44 % en comparación con el 2020. “Lo que nos ha dado un respiro, gracias a la fidelidad de nuestros clientes, por el sabor, cualidades nutritivas y saludables de nuestro producto”, indica Pozo.

A los productos de Greenfrost se los acompaña con frutas, mermeladas, cereales y otros. Su expectativa es ampliar su presencia y abarcar las provincias restantes.

En tanto, otra de las marcas presentes en el mercado es Baskin Robbins, del Grupo KFC. La cadena de heladerías internacional tiene más de 20 años y no se salvó del impacto de la pandemia.

Ana Carolina Vela, gerenta de marketing de Baskin Robbins, asegura que tuvieron una caída el año anterior y ahora sus ventas se encuentran entre el 20 % y 30 % menos comparado con el 2019.

Helados Majestik de Topsy pasan a Toni y se agrega la variante de vainilla

Poseen 21 locales, todos en centros comerciales y su innovación es mensual. Esta consiste en el lanzamiento de un nuevo producto. Por ejemplo, en diciembre es el sabor de Navidad y consiste en un helado con sabor a chocolate blanco con cereza agria.

Vela indica que se potenció el consumo por delivery en productos de litros y medios litros. En los locales se oferta bastante el helado algodón de azúcar y el pralines and cream (praliné y caramelo).

“Creo que el próximo año vamos a llegar a un nivel de ventas más competitivo”, menciona y añade que está en planificación la apertura de dos tiendas.

Los helados de Baskin Robbins son importados desde Estados Unidos. Se sirven en conos, copas o con postres. (I)