Cuarenta y cinco gasolineras de propiedad de Petroecuador (que se ubican especialmente en provincias fronterizas) retornarán a manos privadas, luego de que hace ocho años, en el gobierno de Rafael Correa, se decidiera declararlas de utilidad pública y comprarlas, a precios módicos, a sus dueños privados. Es que la venta inmediata de las gasolineras de Petroecuador es parte de la política hidrocarburífera que fue anunciada, ayer, por parte del gobierno de Guillermo Lasso.

El miércoles, dentro de la presentación de la nueva política hidrocarburífera del país se anunció que se iniciará “de manera prioritaria e inmediata la venta de todas las estaciones de servicio de la Empresa Pública de Hidrocarburos del Ecuador y revisar los contratos de distribución existente a fin de determinar su finalización”.

Frente al anuncio, ayer se conoció que un grupo de los exdueños de estas gasolineras podrían estar interesados en readquirirlas.

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René Buitrón, a quien se le expropió una gasolinera en Zamora Chinchipe en 2013, explica que sí estaría dispuesto a recuperarla, pues era el sustento de su familia. “Espero que el Gobierno actual nos dé la oportunidad de recuperar nuestras gasolineras, como primera opción”, dice.

Cuenta que la medida que tomó en su momento el gobierno de Rafael Correa les perjudicó, pues se hicieron avalúos fuera de mercado. Por ejemplo, una gasolinera que había estado valuada en $ 900.000 fue comprada por el Estado en $ 200.000. Tras un largo juicio se consiguió que le pagaran unos $ 300.000 más.

De acuerdo con datos de Petroecuador, la empresa estatal cuenta al momento con 45 estaciones de servicio, dentro de las cuales dos son mixtas pues ofrecen servicio automotor y pesquero. Además tienen dos vehículos refueler (tanqueros de distribución) y un abastecimiento estático.

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Esta infraestructura está ubicada en diez provincias del país (Galápagos, Esmeraldas, Carchi, Sucumbíos, Imbabura, Cotopaxi, El Oro, Loja, Zamora Chinchipe y Morona Santiago). En enero del 2017, el propio gobierno de Correa vendió las tres más grandes gasolineras de la empresa estatal, ubicadas en Quito (av. Amazonas y en Ponceano) y una en Guayaquil en $ 21,7 millones. Además existen 205 gasolineras afiliadas a Petroecuador, pero que son de dueños privados.

Así, la decisión de vender las gasolineras, pero además la anunciada revisión de contratos de distribución con las 205 gasolineras que son privadas, genera varias incógnitas.

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De acuerdo con Ernesto Guerra, dueño de una de las gasolineras que ahora trabajan bajo el sello de Petroecuador, a manera de franquicia, explicó que desde su sector están analizando aún los alcances del decreto, pero les inquieta cuál va a ser el destino de estas gasolineras (que ya son privadas), pues se habla de finalizar los contratos

Por ello han pedido información a la empresa estatal. En todo caso, opina que se podría perder el papel de regulador natural del mercado, y que si el nombre desaparece, les tocaría migrar a otras comercializadoras. Considera que ha sido importante el rol de las gasolineras de Petroecuador para poder regular de manera natural, no oficial, el precio en las otras gasolineras y así beneficiar al consumidor. Siempre las de Petroecuador tuvieron precios más bajos, dice.

Entre tanto, Oswaldo Erazo, director ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe), comenta que la idea al momento de la expropiación, según se informó en ese entonces, era que dichas gasolineras ayudaran a controlar la fuga a los países vecinos. Sin embargo, Erazo dice que no ha habido información sobre los resultados que se dieron con respecto al control del contrabando con esta medida. También se ha pedido a Petroecuador transparentar información sobre la rentabilidad de dichas estaciones de servicio, pero no han obtenido respuesta.

Comenta además que Petroecuador, de acuerdo con los datos cortados a junio del 2021, ocupa el tercer puesto por ventas entre las distribuidoras de combustibles, después de Primax y Petróleos y Servicios. Hasta diciembre del 2020 se encontraba primera en este ranking.

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Reconoce que Petroecuador tenía un mercado cautivo debido a sus bajos precios, pero dice que estos eran prácticamente irreales, pues ya el combustible estaba subsidiado y Petroecuador al tener los precios más bajos subsidiaba al combustible subsidiado.

De todas maneras, Petroecuador cumple con el papel de abastecer de combustible a los sectores más remotos. Recién en abril del 2021 se conoció que Petroecuador inició el despacho y comercialización de combustibles ecopaís y diésel prémium para el cantón Tiwintza. De esta forma, se buscaba garantizar el abastecimiento seguro y oportuno de estos derivados. La idea era beneficiar a más 7.000 habitantes de Tiwintza y a otros 4.000 de las zonas aledañas. (I)