Olores agradables, entre dulces, cítricos y florales envuelven las instalaciones de la planta de fabricación de fragancias, desodorantes y muestras en saché de Yanbal, ubicada en el norte de Quito. La planta -inaugurada hace 22 años- a ratos se parece a un quirófano, debido a la limpieza y exactitud con la que trabajan sus empleados; también se la compara con una cocina, donde se sigue al pie de la letra las recetas para la elaboración de cada perfume con la cantidad exacta de escencias, de mezcla y coloración. La planta cuenta con la Certificación de Buenas Prácticas en manufactura cosmética.

En el sitio, Audelio García, director de la planta, explica las diferentes etapas del proceso de fabricación, que los llevará este año a producir 13 millones de productos: 4,5 millones de desodorantes y 8,5 millones de fragancias y colonias.

Se trata de una cifra superior a la registrada en 2022, que alcanzó los 11 millones en total, y que confirma una tendencia creciente, considerando que en 2021 la producción se había colocado en 7,5 millones de unidades como consecuencia de los rezagos de la pandemia.

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La producción del 2023 ya iguala los volúmenes prepandemia, aunque aún no se alcanzan los mismos niveles de ventas, comenta García. Parte de esta producción, en este año, corresponde a la fragancia Ícono, que tiene como imagen a la cantante mexicana Thalía. Pero en la fábrica se manufacturan al menos 60 productos, entre fragancias y agua de colonia o splash.

La fragancia Ícono, de Yanbal, es el producto que más se está promocionando en 2023. El producto es elaborado en Ecuador, junto con otras 60 fragancias. Foto: Patricia Sandoval

La planta de Quito es la tercera a nivel regional. Las otras dos están ubicadas en Lima y Bogotá. Sin embargo, la de Quito está enfocada en las fragancias y en ciertos productos sólidos, como desodorantes.

Toda la producción de Quito se envía a los centros de distribución, como Alóag y Guayaquil, para su entrega en lo interno y también para la exportación, que se hace principalmente a los países andinos: Perú, Colombia y Bolivia.

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García explica que, gracias a su sistema informático, la gestión de la elaboración de productos es mucho más eficiente, pues se mantiene control desde el almacén -donde están todas las materias primas- hasta los tanques de mezcla, en donde los encargados siguen al pie de la letra la receta del perfumista. También pasa por las habitaciones de maceración, desde donde el producto debe aprobar las características para luego ir al envasado y encajado.

En el área de maceración, Lourdes Morales, jefa de fabricación de hidroalcoholes, explica que las fragancias se hacen con base en una receta idéntica, tanto en Ecuador como en Colombia y Perú. Por ejemplo, en el caso de la fragancia Ícono, se requieren catorce días de maceración. En el sitio hay una serie de tanques que van desde los 200 kilos hasta las 5 toneladas, dependiendo de la cantidad de producto que se requiera elaborar.

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Planta de fabricación de fragancias de Yanbal, en Quito (Ecuador). Foto: Patricia Sandoval

Ya en la línea de armado de los envases, todos los trabajadores son precisos y actúan a tiempo para colocar el dispensador y la tapa, mientras que el etiquetado se hace a través de maquinaria especializada.

De acuerdo con los ejecutivos de Yanbal, la marca cuenta al cierre del 2022 con una penetración de 37,6 % del mercado de fragancias y una importancia del 25,7 % en volumen, así como el 40,1 % en valor de los hogares compradores en 2022.

Yanbal Ecuador utiliza insumos nacionales, como el alcohol, para la elaboración y procesos de sus productos. La buena calidad del alcohol ecuatoriano también ha permitido que este sea distribuido paralelamente a Perú y Colombia, para el proceso de producción. (I)