Las acciones para atender las consecuencias de la erosión regresiva del río Coca, en Napo, fueron analizadas durante el gabinete estratégico, en el que participó el presidente Guillermo Lasso y varios ministros de Estado. La reunión se realizó de manera telemática el 11 de enero.

A través de un boletín, la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia informó que en lo concerniente a la infraestructura se evaluaron dos alternativas. La decisión que se escogió consiste en cambiar la ruta a la orilla contraria a la erosión.

Consiste en una vía de 80 kilómetros, de los cuales 15 ya están habilitados, en un camino de tercer orden, en sentido Quito - Lago Agrio. Otros 20 kilómetros también están disponibles por una vía ejecutada por la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec). Quedan 45 kilómetros para construirse desde cero; la obra tendría un costo aproximado de $ 100 millones y demorará 24 meses, con una vía que nace desde Santa Rosa de Quijos y termina en el poblado El Reventador.

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El Gobierno levantó la declaración de fuerza mayor del sector petrolero

En otros temas abordados en el gabinete se destaca que el Ministerio de Vivienda y el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos hicieron un levantamiento de necesidades a 59 familias de las comunidades San Rafael, San Luis y San Carlos.

Mediante el estudio se determinó que 17 familias presentan mayor riesgo, así que accederán a una vivienda gratuita. Estas personas serán reubicadas en unos lotes de la urbanización “Marcial Oña”, que fueron donados por el Municipio de El Chaco, a través de un convenio suscrito el 2 de diciembre de 2021.

En esos terrenos se levantarán casas, por medio de un sistema de constructivo de prefabricación, a través del cual los beneficiarios recibirán la vivienda en un plazo máximo de 40 días desde la fecha de contratación.

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En San Luis saben que, cuando la erosión esté a 50 metros de las casas, la evacuación es innegociable

Con respecto al sector petrolero, a través del Ministerio de Energía y Recurso Naturales No Renovables, el gabinete destacó la recuperación del bombeo de crudo en 2022, lograda con el reinicio de actividades de bombeo del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP Ecuador), del Poliducto Shushufindi – Quito y del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE).

Gracias a que se retomaron las operaciones, el martes enero se registró una recuperación del 99 % de la producción frente a los volúmenes registrados antes de la paralización preventiva de los oleoductos, que fueron afectados por la erosión. (I)