La Asociación de Restaurantes del Guayas (Asorest) afirma que en enero las ventas de los establecimientos de la provincia han caído al menos en un 45 %.

André Obiol, presidente del gremio, dice que esta disminución se explica por dos factores. El primero son las restricciones impuestas para evitar los contagios de las nuevas variantes del COVID-19. Entre ellas, la disminución a la mitad (50 %) de los aforos en los locales.

Por otro lado, la ola de inseguridad que acecha al país, especialmente, a la ciudad de Guayaquil.

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El titular del gremio explica que hay una factura muy grande que ha dejado el tema de la violencia, lo que ha generado que los clientes dejen de asistir a los establecimientos por considerarlos inseguros. “La afluencia baja al igual que la facturación y el punto de equilibrio (una medición que realizan los restaurantes entre los ingresos y egresos) más aún en un mes en el que, naturalmente, las ventas se reducen después de una temporada alta como es fin de año”.

En ese sentido, Obiol señala que los restaurantes que tienen espacios abiertos o que están expuestos a la calle figuran entre los más afectados. “Los locales ubicados en hoteles, plazoletas y centros comerciales se sienten, en parte, más protegidos; pero restaurantes y cafeterías que dan a la calle la están pasando mal en este momento”.

La Asorest lanzó una campaña llamada “Hasta cuándo”, para generar un espacio de viabilizar pedidos en materia de tributación, seguridad y permisos hacia las autoridades. Cada dos días el gremio publica en redes sociales sus solicitudes con argumentos técnicos; asimismo, se ejerce un respaldo en el pedido de incrementar la indumentaria de las fuerzas del orden para mermar la ola de violencia que se registra.

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“Debemos pensar en que un atentado a un negocio genera un impacto en la imagen que luego puede derivar en un cierre temporal o total. Debemos pensar en las pérdidas en inversiones que representaría un cierre por un asalto o asesinato”, remarcó Obiol, quien añadió que el sector de hoteles, restaurantes y cafeterías aún emplea estrategias para recuperarse de la caída de ventas que hubo en el inicio de la pandemia en marzo del 2020. (I)