El país volvería a emitir bonos de deuda externa, en los mercados internacionales, en el primer trimestre del 2022. Así lo anunció el presidente de la República, Guillermo Lasso, en una entrevista con medios de comunicación realizada el lunes pasado. Además aseguró que las relaciones con los multilaterales están en buenas condiciones y explicó que para enero podrían llegar unos $ 1.400 millones: $ 700 millones del FMI y otros $ 700 millones del Banco Mundial. El presidente también indicó que están en carpeta dos créditos más del BID por $ 500 millones y de la CAF por $ 200 millones más.
El anuncio genera varias interrogantes en expertos. De acuerdo con Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal (OPF), el Gobierno aún no ha explicado lo suficiente por qué no se logró aprobar la revisión de diciembre del acuerdo con el FMI y se la ha trasladado para enero.
Una misión del FMI estuvo en el país entre noviembre y diciembre y lo planificado era que tras esa visita se anunciara un acuerdo técnico, pero este se ha dilatado a enero. Esto también significa que los desembolsos esperados para diciembre: $ 700 millones del FMI y $ 700 millones del Banco Mundial, quedarían para finales de enero o primeros días de febrero.
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El anuncio del Gobierno ha sido que debido a la variante ómicron los tiempos han variado y el FMI pasará la revisión al programa que mantiene con Ecuador, en enero.
Para Carrera, este tema puede traer ciertas complicaciones y generar atrasos para finales de año. Efectivamente, diciembre es un mes conocido por la demanda de liquidez para pagar doble sueldo y cumplir con otras obligaciones.
En todo caso, Carrera dijo que para salir en el mes de diciembre el Gobierno al parecer ha logrado la renovación de bonos por parte del IESS y está buscando colocar Cetes. La tercera vía sería acumular atrasos para poderlos cubrir apenas llegue la liquidez de los multilaterales.
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Sobre la posibilidad de salir a los mercados internacionales a buscar financiamiento a través de bonos, Carrera dijo que no sería un buen mensaje para la comunidad internacional. En las actuales condiciones el Gobierno volvería a emitir bonos basura que son los que tienen calificación BB o B- hacia abajo. Considera que sería mejor que con los ingresos que fluirían en enero, y haciendo las cuentas con la nueva reforma tributaria, trate de manejar la sostenibilidad fiscal.
El catedrático universitario Roberto Apunte, docente a tiempo completo del Business School de la UISEK, considera que el anuncio puede ser leído, por un lado en el sentido de que el Gobierno está planificando y luego de revisar sus números llega a la conclusión de que va a necesitar financiamiento, esto incluso sin importar las condiciones en las que se consiga este préstamo.
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Sin embargo, explica que no está claro para qué se requeriría ese endeudamiento. En este sentido considera que sería apropiado que el Gobierno explique cuál será el destino de estos recursos. Esto, sobre todo, considerando que la proforma presupuestaria fue aprobada en las condiciones que el propio Gobierno propuso. En el mismo sentido, ya se aprobó la reforma tributaria en las condiciones calculadas por el Gobierno y finalmente el precio del crudo sigue con probabilidades al alza o mantenerse el precio, por sobre lo calculado en la proforma. El Gobierno también piensa vender activos.
Para Apunte, si el financiamiento va hacia temas de inversión podría ser entendible, pero si este va a ser para cubrir gasto corriente sería muy perjudicial para la sostenibilidad fiscal y sería seguir en los mismos errores de los últimos 14 años.
El experto también opina que no es aconsejable emitir mensajes a los mercados de emisión de deuda con tanta anterioridad como lo ha hecho ahora el presidente, pues el mercado podría presionar para mantener alta la tasa. Explica que en las condiciones actuales del Ecuador, uno de los mejores escenarios sería conseguir financiamiento en mercados a tasas menores del 10 %.
Carrera, por su parte, sostiene que el Ecuador no tiene las condiciones para obtener un financiamiento en buenas condiciones en este momento. Pues para ello requeriría que el riesgo país estuviera entre 300 y 400 puntos y debería demostrar que tiene sostenibilidad fiscal hasta el 2025, tomando en cuenta que desde el 2026 ya deberá empezar a pagar los bonos renegociados por el gobierno de Lenín Moreno. El Gobierno no debería volver a colocar bonos basura, dice Carrera.
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Otra opción que podría manejar el Gobierno es emitir bonos, pero con base en una garantía que había generado hace pocos días el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que podría apoyar para bajar la tasa. (I)