El confinamiento por la pandemia ha consolidado el uso de medios de pago electrónicos, especialmente transferencias y uso de POS (puntos de venta que aceptan tarjetas) y botones de pago, según un estudio realizado por el Banco Central. Entre mayo y septiembre del 2020 hubo un incremento de transacciones electrónicas de 35%.

De acuerdo con el estudio, el comportamiento de los usuarios de transferencias electrónicas de dinero se modificó en el confinamiento dependiendo del sector al que pertenecen. Así, los socios de las cooperativas de ahorro y crédito, inmediatamente del inicio del confinamiento empezaron a utilizar intensivamente este medio de pago. En cambio los  usuarios de los bancos privados el incremento del uso sucedió dos meses posteriores al inicio del confinamiento.

Los clientes de bancos privados, antes de la pandemia (febrero 2019-2020) canalizaban mensualmente en promedio 25 millones de operaciones; para septiembre 2020 se incrementaron en un 49%, alcanzando 35,7 millones de operaciones mensuales. En el caso de las Cooperativas, pasaron de un promedio de un millón de transferencias electrónicas mensuales pre-pandemia a triplicarse, alcanzando 3,4 millones para septiembre 2020.

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Sin embargo, llama la atención la diminución en el promedio de los montos transferidos; los socios de las cooperativas de ahorro y crédito, a pesar de que utilizan más intensamente las transferencias electrónicas, reducen de $ 248 a $ 115 los montos promedios canalizados. Para el caso de los clientes de la banca, la mitad de las operaciones realizadas por el SPI fueron por montos inferiores a $ 152, mientras que en el periodo pre – pandemia las operaciones se realizaban por montos inferiores $ 181, esto representa una reducción del 16% del monto por transacción.

También se destaca el uso de puntos de venta (POS) los cuales han tenido un incremento considerable durante la pandemia. Entre marzo a agosto 2020 se incrementaron 10.382 POS. De igual manera se evidencia un mayor interés de acceso mediante botones de pago, los cuales permiten a los clientes de los establecimientos comerciales realizar sus consumos a través de páginas web; los botones de pagos se han incrementado en 3 veces.

Pese al incremento de las transacciones electrónicas, entre las conclusiones que saca el Banco Central del estudio, se indica que la población ecuatoriana es altamente dependiente del dinero en efectivo (billetes y monedas). La relación entre Especies Monetarias en Circulación (billetes y monedas) en Ecuador representa el 29%; en otros países dicha relación es del 12 % en Colombia, 9% en Brasil y 5% en Chile.

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El billete de $20 es el que más se usa y el de $2 empieza a circular en Ecuador

En el caso ecuatoriano,  la demanda por el efectivo durante los primeros meses de la pandemia (de marzo y abril 2020), el BCE importó alrededor de $ 1.897 millones desde los EEUU para garantizar el normal funcionamiento de la cadena de pagos del país. En igual período en el 2019 se importó $ 550 millones. Es decir se debió importar el triple de dinero físico.

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Entre marzo y junio de 2020, la demanda de efectivo se incrementó en $ 1.600 millones respecto a similar período del 2019. Sin embargo, a partir de julio 2020, la situación se invierte, disminuyendo la demanda de efectivo en $ 346 millones respecto el 2019.

En lo que respecta a otros medios de pago electrónico, el uso de tarjetas de crédito se redujo en el periodo de pandemia en $ 1.623 (86%) y en 29 millones de transacciones (33%) respecto al 2019.

En el caso del uso de las tarjetas de débito, los primeros meses de pandemia (marzo-mayo 2020) existió una reducción en alrededor del 18% del monto ($ 82 millones) y 26% de operaciones ($ 4 millones) respecto 2019, pero a partir de mayo 2020 a agosto 2020 se incrementó en un 32%.