El ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, que antes de ser gobernador del Guayas fue representante del sector empresarial, no es partidario de más impuestos, pues asegura que tanto antes -desde su posición gremial- como ahora -ya en el sector público- su posición guarda coherencia: “Mi misión es recaudar más, sin subir impuestos”.

Lo indicó frente a la consulta sobre si para cubrir los nuevos gastos que implicarían los compromisos con el sector indígena vería viable un incremento de impuestos.

Recordó que cuando era representante de la Cámara de Comercio de Guayaquil llevó adelante la campaña “Mi trabajo para mis hijos”, que lo que buscaba era impedir que el impuesto a las herencias elevara su tarifa de manera desproporcionada. Dijo que se logró archivar dicha ley, mientras que ahora el actual Gobierno lo ha derogado. Explicó que este impuesto molestaba mucho a las personas que independiente de su estatus social tienen el sueño de dejar un legado a su familia.

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También dijo que él ha estado abiertamente en contra del impuesto a la salida de divisas (ISD) por considerarlo distorsionante para la economía. Y por tanto dijo estar orgulloso de pertenecer al Gobierno que lo está eliminando de manera paulatina.

La recaudación tributaria en Ecuador ha estado al alza en este 2022. El Servicio de Rentas Internas (SRI) reporta hasta mayo $ 7.987 millones, lo que representa un crecimiento anual del 34,5 % durante este periodo, aunque tras las paralizaciones se podría frenar ese impulso que se venía dando.

Arosemena se refirió a los impuestos una semana después de asumir como ministro de Economía, en su primer encuentro con los medios de comunicación, este lunes 11 de julio del 2022. Él lleva diez meses siendo parte del régimen, en septiembre del 2021 fue designado gobernador de Guayas. Pero su trayectoria está más en el área económica. Es un empresario del área de comercio mayorista, alimentos y bebidas, venta de franquicias y consultoría.

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Dirigió la Cámara de Comercio de Guayaquil de 2014 a 2020. Y desde ahí mostró su posición de defensa del libre comercio, de los acuerdos comerciales, de menos impuestos, menos tasas. “El comercio no aguanta más impuestos. La tasa de control de la aduana es un arancel tapiñado. Es una ‘paque tasa’. Y no solo eso. Es ilegal, innecesaria y arbitraria”, decía en noviembre del 2017. “Se eliminan impuestos y crean otros (…) Lo terminan pagando los consumidores; el impuesto que pusieron es para fortalecer las finanzas públicas; es más lo que nos quitan que lo que nos devuelven”, comentaba en diciembre del 2019 tras la aprobación de la Ley de Simplificación y Progresividad Tributaria.

El ministro también accedió a responder, “por primera y última vez”, sobre la polémica que se generó en torno a su pago de impuestos del 2021, ya que en el reporte del Servicio de Rentas Internas (SRI) se puede ver que su pago de impuesto a la renta en 2021 fue de $ 36,63.

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Dijo que de acuerdo con la información que es pública, desde el 2012 ha pagado de impuesto a la renta $ 96.000. Esta cantidad da como promedio un impuesto personal de $ 10.700 anuales. Comentó que la cifra de los $ 36,63 de pago del impuesto a la renta es una cifra incompleta y que el total era bastante más. En un comunicado anterior del ministerio se había indicado que el ministro había pagado por relación de dependencia, retenciones y microempresa unos $ 3.173 en 2021. (I)