El pasado 19 de noviembre, en la página 9 de este Diario se publicó la nota titulada ‘Revertir contratos petroleros significa para el Ecuador recuperar $ 2.000 millones’. La representación legal de Petrolia Ecuador S. A. remitió una carta a EL UNIVERSO en la que refuta el titular que aparece en nuestra edición impresa, argumentando que sostener esto es desconocer o desinformar, a propósito, sobre cómo funcionan los contratos petroleros. Ese titular recoge parte de las declaraciones que en la nota hace el asambleísta Fernando Villavicencio.

La petrolera indica en su carta: “Las empresas privadas que operamos bajo el contrato de prestación de servicios, con pago de tarifa o bajo la modalidad de participación, construimos las instalaciones, facilidades, pozos, carreteras, etc., necesarios para la extracción y procesamiento de petróleo en las áreas asignadas. Desde el momento en que fueron construidos, forman parte del libro de propiedad, planta y equipo, de propiedad virtual del Estado. Esto es, siempre han sido propiedad del Estado, y al finalizar los contratos se deben entregar en buenas condiciones operacionales todos estos bienes…”.

Además que “de ninguna manera se estaría entregando la infraestructura en beneficio de la contratista, como se pretende desinformar con la nota de prensa aludida”.

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Este Diario en ningún momento ha indicado que se estaría entregando la infraestructura en beneficio de la contratista y tampoco lo hacen las fuentes que intervienen en la nota. Lo que se indica es que Petroecuador o el Estado se beneficiarían con esa infraestructura existente en los bloques. Por ejemplo, se ha indicado que Villavicencio considera que concretar la reversión le significaría al país un beneficio de $ 2.098 millones. Esto, porque la infraestructura de estos bloques está valuada en esa cifra. Casi la totalidad, $ 1.949 millones, son los activos ubicados en el bloque 16. En otro párrafo se indica que, “para Villavicencio, el momento es clave, pues están en juego $ 2.000 millones que Ecuador recuperaría en infraestructura de superficie”.

Petrolia aclara que “no está solicitando la operación del bloque 43 (ITT), como se indica erróneamente; por el contrario, el Acuerdo de Entendimiento firmado con Petroecuador es una opción (no es vinculante) para que Petrolia apoye en inversiones adicionales a la estatal para la construcción de un oleoducto, perforación de pozos, suministro de energía eléctrica, etc. El monto ofrecido en estos proyectos asciende a $ 1.000 millones”.

Sin embargo, en ningún momento este Diario ha dicho que Petrolia está solicitando dicha operación, y más bien se ha puesto textualmente la postura de la empresa al respecto al indicar que admite que existe un Acuerdo de Entendimiento firmado con Petroecuador para ayudar a desarrollar los bloques cercanos al 16; y —en la versión digital— que su apoderado sobre ello dice: “No queremos operar; queremos ayudar, porque todo eso llegaría al bloque 16″.

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La nota publicada en EL UNIVERSO —impreso y digital— recoge las dos versiones sobre el anuncio de reversión del contrato de New Stratus-Petrolia al Estado. La información incluye las declaraciones del apoderado de Petrolia, Ramiro Páez; y el 20 de noviembre este Diario publicó la entrevista al CEO de la petrolera, Francisco Arata, con su postura.