Desde las 00:00 de este 1 de julio del 2022 empezó a regir el nuevo precio de las gasolinas extra y ecopaís ($ 2,40 ) y del diésel ($1,75), según el decreto 467 firmado por el presidente de la República, Guillermo Lasso, y en el marco de lo acordado en el acta de paz suscrita por tres organizaciones indígenas (Conaie, Fenocín y Feine) y el Gobierno Nacional, tras 18 días de paro.

Los distribuidores de gasolina conocieron anoche hacia las 22:00 del nuevo decreto 467 que establece la nueva rebaja de precios y que reforma al decreto 462 del 28 de junio que ya había establecido una primera rebaja de 10 centavos al precio congelado que regía desde octubre del 2021.

Según comentó Oswaldo Erazo, director ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Combustibles (Camddepe), hubo el tiempo suficiente para el nuevo cambio de precios. Aseguró que a nivel nacional ya se está cumpliendo el nuevo precio. Sin embargo, dijo que en esta ocasión los distribuidores salen perdiendo, pues compraron un combustible más caro y lo deben vender más barato. “Hubiese sido bueno que se esperara unos días hasta agotar el stock más caro”, dijo.

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La ampliación del subsidio de combustibles que en total representa una rebaja de 15 centavos en la venta al público le costará al fisco $ 350 millones, lo que lleva a que los subsidios por combustibles alcancen este año la cifra récord de $ 3.350 millones, aproximadamente.

De acuerdo con el decreto 467, el margen de comercialización para comercializadores y distribuidores se establece en 17,9 centavos para gasolinas y 14,3 para el diésel. Se trata del mismo valor que regía desde hace 19 años. En este sentido, la Camddepe remitió una carta al presidente de la República, Guillermo Lasso, solicitando una vez más que se incremente al menos en un centavo, por cinco meses, el margen de comercialización de estos combustibles.

Erazo recordó que en el decreto 883 que fue derogado en octubre del 2019 se había establecido un incremento de 5 centavos y buscan que esto se retome. Dijo que la operación de su sector se ve muy complicada tanto por el bajo porcentaje de comercialización como por la falta de reconocimiento del costo del flete. Esto es, a los distribuidores que están más alejados de los centros de abastecimiento les toca pagar fletes mucho más altos que los que están cercanos. (I)