Desde $ 500 hasta $ 5.000 serán los montos de los créditos al 1 % y hasta 30 años plazo que otorgará próximamente BanEcuador a pequeños productores y emprendedores, informó esta mañana el presidente de la República, Guillermo Lasso, en el programa radial Encontrémonos. El presidente Lasso indicó que estos dineros serán entregados de manera ágil a fin de generar reactivación en los sectores agrícola y ganadero, en la pequeña industria, nuevos emprendimientos en sector agroindustrial y poniendo especial énfasis en beneficiar a la mujer ecuatoriana.

El presidente aseguró que el ciudadano que quiera acceder a estos créditos no tendrá que pasar con trámites engorrosos y que no se va a tomar en cuenta el récord histórico del crédito en BanEcuador. En todo caso, indicó que la presentación oficial se hará el próximo miércoles en Latacunga, provincia de Cotopaxi.

El proceso para el otorgamiento de crédito de estas características al momento se encuentra en la etapa de gestión de recursos. Ayer, la Junta de Política y Regulación Financiera aprobó la creación de un segmento de Microcrédito de Interés Social al 1 %. La Junta ha pedido al gerente de BanEcuador que proceda con la gestión de los dineros, debido a que la tasa de interés del 1 % al ser tan baja requiere de una subvención.

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Entre tanto, al ser consultado sobre si habrá un acompañamiento técnico o de capacitación para los beneficiarios del crédito, el presidente dijo que sí habrá una suerte de capacitación, pero que no será parte de los requisitos para acceder al crédito, pues esto sería una restricción y generaría demora.

El tema es tomado con cierto recelo y dudas por parte del sector financiero privado que se dedica al otorgamiento de microcrédito. Para algunos de sus representantes, existe un riesgo potencial de una competencia desleal.

Patricio Chanabá, director ejecutivo de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), explicó que desde hace algunos meses ya habían manifestado la preocupación a la Junta Financiera, en el sentido de que es muy importante que la banca de desarrollo apoye con créditos a sectores completamente deprimidos y excluidos; pero cuidando que no se compita con el sector privado. De lo contrario, dijo, sería una competencia totalmente desleal, pues el Estado con toda su capacidad entregará un subsidio enorme en tasas, lo cual dañaría el mercado.

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De acuerdo con Chanabá, lo que está pasando actualmente con el microcrédito de interés social es que sí deja abierta una puerta para generar una competencia desleal con el sector privado que ha trabajado mucho por entregar este tipo de créditos. Sin embargo, los créditos que entrega la banca privada o las cooperativas tienen tasas altas de alrededor del 25 % para este tipo de créditos. Muy difícilmente se puede competir con tasas del 1 %.

La consecuencia de una probable competencia desleal, a través de este tipo de intervenciones del Estado que son esporádicas y de corto plazo, es que se daña el mercado y el crédito estructural y de largo plazo. Comentó que además se daña la cultura de pago, pues en muchos otros momentos el Banco de Fomento ha entregado créditos con condiciones fuera de mercado, que finalmente han terminado en condonaciones y pérdidas para dicho banco.

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En todo caso, aseguró que para que se cristalice esta entrega, la Junta aún debe emitir una serie de instrucciones para delimitar bien el producto. Para Chanabá, se debería delimitar en el sentido de que se entregue el crédito al agro y a microempresarios del área rural. Para el experto, el tema debería ir enfocado a quienes tienen niveles de venta bajos, como por ejemplo, de hasta $ 2.000 al año.

Entre tanto, Edgar Peñaherrera, presidente de la Asociación de Organismos de Integración del Sector Financiero Popular y Solidario, explicó que el problema de subsidiar la tasa de interés es que genera distorsiones en el mercado y que las personas consideran que ese es el verdadero costo del dinero, y piensan que pueden conseguir este tipo de condiciones en cualquier entidad financiera, lo cual es incorrecto. Peñaherrera afirmó que aún es necesario conocer a qué nicho de mercado va a ir dirigido. De acuerdo con su criterio, estos créditos deberían ir a personas que no han sido sujetos de crédito, para incluirlos en el sistema financiero. De esta manera, se complementaría la labor de las entidades financieras privadas.

Al momento es difícil pronunciarse, dijo, pues no se conocen los detalles a profundidad. Por ejemplo, si una persona es microempresario y ya tiene un crédito en la banca podrá acceder a uno de estos créditos para prepagar la deuda, se preguntó. Refirió que en otras ocasiones han condenado malas prácticas de la banca pública en el sentido de que buscaban a los buenos pagadores de las cooperativas para entregarles estos créditos y que prepaguen sus deudas con las entidades financieras. Para Peñaherrera, se debe tener mucho cuidado en no caer en la competencia desleal.

Ley de Inversiones se entregará con carácter de urgente

Por otro lado, el primer mandatario ratificó que en los próximos días enviará a la Asamblea la Ley de Inversiones, con carácter de urgente. Considera que las inversiones son las que podrán generar un crecimiento económico y mayor empleo. Destacó que en los primeros siete meses de su gobierno se generaron 288.000 nuevos empleos, lo que quiere decir que el país está marchando en la dirección correcta.

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Sin embargo, comentó que la reforma laboral será presentada a la sociedad para un gran debate, y ratificó que esta nueva Ley de Oportunidad Laboral beneficiará a 7 de cada 10 ecuatorianos que no tienen un empleo adecuado. (I)