Las últimas semanas del año son tiempos de reflexión y unión familiar, de acuerdo a la religión, pero también conlleva una época de gastos que comienzan con el denominado Black Friday y termina con Navidad.

En ese periodo de tiempo, varias personas pueden verse tentadas a adquirir deudas o aumentarlas para tiempo después lamentarse.

Ya cuando llega marzo, abril y mayo comienzan a aparecer los problemas para ahorrar esos compromisos financieros y en ocasiones se opta por no honrarlos, lo cual conlleva más problemas.

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Ante una deuda hay varias opciones que tienen las personas para hacerles frente. Una de estas es el refinanciamiento de la obligación lo cual consiste en la dilatación en el tiempo de la misma así como se establece unas nuevas tasas de interés para cubrir el valor que se debe pagar.

Con esto lo que pasará es que generará nuevos intereses y plazos de pago, esto evitará que sea declarado en mora.

La restructuración, en cambio, consiste en la agrupación de varias deudas y convertirla en una sola ante la misma entidad financiera, como por ejemplo si cuenta con un crédito de un banco y además con tarjetas de crédito de la misma.

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Como cliente podrá convertirlas en una sola y nueva por lo que también se contempla la mora en caso de que la deuda esté vencida.

¿Qué es lo que más conviene?

Una de las primeras recomendaciones que habitualmente se da es no endeudarse excesivamente y mantener un orden en sus finanzas.

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El refinanciamiento de la deuda podría conllevar a dar un abono aunque si tiene un ingreso adecuado para poder cancelarla esta puede ser su mejor opción. Como se mencionó antes puede derivar un mayor interés aunque lo que se busque disminuir sea el valor de la cuota. (I)