A Leonela Moncayo y Denisse Muñoz, dos niñas de 10 y 13 años, les ha tocado convivir, desde que tienen uso de razón, con mecheros que queman gas asociado (el que se genera en la Amazonía) y permanecen encendidos como parte de la operación petrolera. Ambas residen en provincias distintas (Sucumbíos y Orellana), pero han sentido de cerca los estragos de la contaminación ambiental.

Leonela acude todos los días a su escuela ubicada en Lago Agrio. Pero desde que se levanta siente un aire pesado y un olor muy feo. “Ese mechero está prendido noche y día, todos los días”, dice hablando de la tea que se visualiza a 200 metros de su casa. “Acá no tenemos agua potable y tomamos agua lluvia, pero esa agua está contaminada por la quema de gas del mechero”, explica.

A 70 kilómetros de ahí está Denisse: “No quiero que haya más contaminación”, dice con la certeza de que estos mecheros contaminan el ambiente y que el petróleo en general ha contaminado suelos, ríos… Su experiencia más difícil ha sido ver que su madre, Carmen Samaniego, tiene cáncer, muy probablemente por efecto de esa contaminación.

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Leonela y Denisse se conocieron como parte del tejido social que se ha creado entre ambientalistas, personas afectadas con cáncer, sus hijos. Así, luego de diálogos entre la comunidad se creó el colectivo Eliminen los Mecheros y Enciendan la Vida, en el que se incluyen la Unión de Afectados por Texaco (UDAT), las iglesias de Orellana y Sucumbíos, Cáritas Ecuador, Acción Ecológica, entre otros.

En lo interno se decidió que Leonela, Denisse y otras siete niñas presenten una acción de protección, con el consentimiento de sus padres, en febrero de 2020. Hace un mes, el 26 de enero de 2021, la Sala Multicompetente de la Corte de Justicia de Sucumbíos acogió favorablemente el pedido de las niñas, en una segunda instancia, ya que en primera la jueza del caso falló en contra.

El abogado de la causa, Pablo Fajardo, explica que la Sala reconoció que la quema del gas y venteo de mecheros están violando los derechos a la salud, al ambiente sano de las niñas demandantes y de la población en general y los derechos de la naturaleza. Las demandantes solicitan que se eliminen de manera progresiva, desde ahora hasta dentro de un año máximo, los 447 mecheros que se han mapeado entre Sucumbíos, Orellana, Napo y Pastaza.

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En primer lugar deberán desaparecer los mecheros que se encuentran a 500 metros de cualquier casa, escuela o centro de salud. Al momento, la Sala debe hacer pública la sentencia que se dio de manera oral y dictar las medidas de reparación. Fajardo exhortó a la Corte a que publique la sentencia urgentemente, para continuar el proceso.

Entre tanto, Petroecuador rechaza la sentencia y considera que “no es viable la eliminación de mecheros en la producción petrolera”. Ha dicho que la empresa se encuentra realizando las acciones legales correspondientes, para evitar afectaciones futuras a la producción petrolera nacional, que es fuente de financiamiento del presupuesto. Además dijo que sí cuenta con un Plan de Manejo Ambiental y Social que permite prevenir, mitigar y minimizar posibles impactos de la operación hidrocarburífera. Explica que técnicamente las unidades de proceso de las plantas y refinerías deben tener accesorios e instalaciones apropiadas para descargar los excesos de presión y para ello son los mecheros.

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Recalcó que la empresa ha implementado el Programa de Eficiencia Energética, que permite el aprovechamiento del gas asociado al petróleo para la generación eléctrica. Desde junio de 2009 a diciembre de 2020 se redujeron las emisiones de CO2 al ambiente en 2 millones de toneladas.

Asegura que se han recuperado 32.000 millones de pies cúbicos de gas asociado para la generación eléctrica. Esto ha representado un ahorro de 805 millones de galones de diésel y ahorros económicos netos por $ 1.230 millones. Adicionalmente asegura que tanto Petroecuador como el Ministerio están adheridos a la iniciativa global Cero Quema de Gas Asociado para el 2030 (Zero Routine Flaring by 2030), impulsada por la Organización de las Naciones Unidas y el Banco Mundial.

Entre tanto, las niñas están expectantes sobre lo que sucederá con los mecheros. Tras la sentencia, Denisse Muñoz pidió al Estado ecuatoriano que cumpla lo indicado por la Justicia y que repare los efectos de la contaminación. Entre los pedidos de las niñas está el que se construya un hospital oncológico en la Amazonía, que es la región que según un estudio de la Clínica Ambiental, presenta una alta tasa de enfermos de cáncer, de los cuales el 70% son mujeres.

Entre 58 millones y 120 millones de pies cúbicos diarios de gas se queman en la Amazonía

En la Amazonía hay 447 mecheros, en la gráfica, uno de ellos ubicado en Joya de los Sachas Foto: Cortesía

Petroecuador ha indicado que se producen 82 millones de pies cúbicos de gas asociado diarios en la Amazonía. De estos se utiliza para generación eléctrica de autoconsumo el 30% y el resto se quema en las teas. Esto significa que se queman unos 58 millones de pies cúbicos diarios.

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Sin embargo, según la demanda presentada por la comunidad de la Amazonía, se queman más de 120 millones de pies cúbicos entre Petroecuador y las empresas privadas. Estas cifras son muy importantes si se considera que solo el Campo Amistad del Golfo tiene una producción diaria de 24 millones de pies cúbicos. Así lo indicó Jorge Luis Hidalgo, experto en temas de gas y gerente de Green Power, empresa interesada en la licuefacción de gas natural local.

Explica que la composición del gas asociado varía de un campo a otro, pero de manera general tiene 35% de gas metano (gas natural), 12% de propano, 10% de butano (propano más butano representa GLP natural), 10% de condensados (gasolinas naturales), 20% de dióxido de carbono, 13% de azufre, nitrógeno, agua, etc. Esto significa que el gas es comercialmente viable para captar condensados, GLP natural y gas natural.

En el mismo sentido se pronunció Donald Moncayo, padre de una de las niñas denunciantes, sobre los mecheros. Moncayo explica que para hacer la demanda investigaron sobre las alternativas. El gas puede generar energía eléctrica y así remplazar a los generadores de la industria petrolera que funcionan con diésel, se pueden mover camiones, buses o venderlo como gas doméstico. Moncayo considera ilógico que ahora se esté hablando de importar gas, y “aquí quemándose el gas”, dice. También le parece que el plazo que se ha impuesto el Gobierno de 0 emisiones para 2030 es muy tarde. “Hasta eso ya se puede terminar el petróleo, y ahí recién quieren dejar de generar contaminación”, agrega.

Entre tanto, el abogado Pablo Fajardo dice que el Gobierno debería pensar en que ahora gasta $ 600 millones comprando gas doméstico. Asegura que cada estación petrolera podría ser autónoma si ese gas se lo convirtiera en energía eléctrica y no se deberían gastar $ 800 millones anuales en diésel para el sistema petrolero. Asegura que pese a que se levantó el Programa de Optimización de Generación Energética y el Estado invirtió $ 1.000 millones en él, ahora está abandonado. Adicionalmente, dice que si el Estado garantizara un ambiente sano, no tendría que gastar tantos recursos en atender a enfermos de cáncer. Recordó que la Amazonía tiene la más alta tasa de la enfermedad en Ecuador.

Hidalgo comentó que desde 1985 se procesa una pequeña cantidad de gas que forma parte de la producción nacional de GLP. Sin embargo, se abandonó este proyecto, pero ahora importamos cerca del 92% de este GLP en Ecuador. Según Hidalgo, esto es una lección de que se deben desarrollar nuestros recursos y competir en igualdad de condiciones con el gas importado.

En el caso de Green Power, explica que tienen tecnologías para procesar gas natural asociado desde 1 millón de pies cúbicos. “Es decir que podemos aprovechar al menos el 85% del gas de los mecheros en el país”. Lamentó que pese a que han presentado legalmente la solicitud y cumplido los trámites, aún no obtienen la autorización correspondiente. (I)