Alausí, CHIMBORAZO

Adriana Duqui vive frente al sitio en donde la noche del domingo 26 de marzo se dio el deslave que dejó sepultadas unas 70 viviendas. En el barrio Casual, en Alausí, provincia de Chimborazo, sus vecinos de la esquina lo perdieron todo.

Ella cuenta que se salvó por escasos diez metros de quedar sepultada. La mañana de este lunes, con personal de rescate, sacaba al apuro sus pertenencias y salía con su familia.

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Por lo inestable del terreno y tras haber detectado grietas en otra montaña que rodea a Alausí, el Gobierno ha anunciado que se va a evacuar a al menos 600 familias que viven cerca de la zona del desastre.

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En la zona cero hay cientos de bomberos, técnicos y demás rescatistas.

Casas de tres pisos quedaron bajo unos 15 metros de piedra, un estadio también desapareció tras la bajada de tierra.

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Mientras empiezan los trabajos para rescatar a los sepultados, decenas de familias empacan sus enseres al apuro y salen de la localidad de 5.500 habitantes hacia pueblos cercanos como Sibambe o Chunchi.

Aunque la carretera está en mal estado se puede ver en el camino cómo salen camionetas cargadas con colchones, refrigeradoras, televisores y bolsas de ropa.

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Quienes están cerca de la zona cero temen quedar sepultados si permanecen más tiempo ahí.

Se habilitaron albergues para los damnificados. Foto: El Universo

Darío Herrera, ministro de Transporte y Obras públicas -quien permanece desde la madrugada del lunes en el lugar del desastre-, aclaró que algunas de las casas ya habían sido evacuadas días atrás.

Otras familias permanecían aún en sus viviendas cuando el material pétreo cedió y sepultó a todo el barrio conocido como Nuevo Alausí.

De hecho, aquellos que no están dispuestos a irse de Alausí buscan a sus familiares que están desaparecidos y por eso instan a los bomberos a empezar a escarbar en el lugar en el que calculan estaban las viviendas de sus allegados.

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Un gran deslizamiento de tierra sepultó viviendas en Alausí, provincia del Chimborazo. Foto: Jorge Guzmán Foto: El Universo

Han llegado cerca de 100 psicólogos para dar contención a quienes lo perdieron todo, dijo el ministro de Inclusión Económica y Social, Esteban Bernal, quien fue parte del COE que se instaló en el cantón para evaluar los daños y cómo proceder.

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En esa reunión, que terminó en la tarde, estuvieron también el ministro del Interior, Juan Zapata, y el comandante de Policía, general Fausto Salinas.

Zapata aclaró que hasta ahora las cifras oficiales se mantienen con 7 fallecidos, 46 reportados como desaparecidos, 32 rescatados y 500 afectados.

Detalló que todos los fallecidos son adultos, uno murió en el hospital de Azogues.

Darío Herrera, ministro de Transporte y Obras públicas, durante una inspección del terreno aclaró que algunas de las casas ya habían sido evacuadas días atrás, otras familias permanecían aún en sus viviendas cuando el material pétreo cedió y las sepultó. (I)