Una inundación en Tena, en septiembre del 2017, motivó a Alexander Gualli, de 27 años, para que se decidiera por la carrera de Hidrología. Estudió en la Universidad Amazónica Ikiam.

Recordó que hubo una intensa lluvia y que, alrededor de las 23:00, se produjo una inundación en donde vivía. En media hora, el nivel del agua subió dos metros. La casa quedó llena de lodo y de sedimentos.

“Nadie debería construir ahí. Ese debería ser un espacio libre para que el río crezca con sus crecidas naturales, pueda inundar y no afecte a nadie”, dijo.

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Gualli contó que no se elegía carrera en ese centro de estudios hasta el cuarto semestre; cuando sucedió esa inundación, estaba en tercer semestre. Se graduó en febrero de 2022. Inicialmente la carrera se llamó Ciencias del Agua, pero el nombre cambió a Hidrología.

Finalmente se decidió por esa especialidad al darse cuenta de que hacían falta hidrológos tanto en el Municipio del Tena como en el resto del país.

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Para ingresar a la universidad rindió la prueba que en esa época se llamaba ENES. Sacó alrededor de 900 puntos. Fue su primera opción de carrera.

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Actualmente se desempeña como analista de pronósticos y alertas hidrometeorológicas en un proyecto que finalizará en octubre.

Forma parte del desarrollo de un modelo hidrológico para poder predecir el nivel del embalse de la central hidroeléctrica Manduriacu, que se ubica entre Pichincha e Imbabura.

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Su vinculación laboral no ha sido sencilla, comentó. Dejó carpetas en entidades públicas y privadas durante más de un año, mientras estuvo egresado y elaboraba su tesis.

Es una de las carreras menos demandadas por los bachilleres.

Educación Básica e Inicial, Derecho, Enfermería, Medicina, las carreras más demandadas para universidades, según subsecretaria de Senescyt

La Secretaría de Educación Superior (Senescyt) determinó qué carreras son las menos demandadas por los bachilleres para el acceso a las universidades e institutos superiores. Foto: Javier González

Según la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), en el primer periodo académico de admisión del 2022, las carreras que tuvieron menos interés en universidades fueron Hidrología e Ingeniería Agroforestal.

“No hay muchas ofertas (laborales), y a las que hay aplican y tienen el perfil de un ingeniero civil, un ingeniero ambiental”, dijo Gualli. No obstante, afirmó que en el exterior hay muy buenas oportunidades de maestrías, doctorados, becas y empleo.

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La Universidad Ikiam es una de las que ofertan la carrera. Entre las ventajas que destaca están la participación en proyectos ecohidrológicos y sistemas de alerta temprana de inundaciones.

En institutos, las carreras que no tuvieron acogida fueron Automatización e Instrumentación, Composición con nivel equivalente a tecnología superior y Danza con nivel equivalente a tecnología superior.

La instalación de unidades, equipos y sistemas de automatización electrónica usados a nivel empresarial, industrial o doméstico, o la automatización de procesos industriales, son algunas de las actividades a las que podrá dedicarse un tecnólogo superior en Automatización e Instrumentación, según informa la página web de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), donde se oferta la carrera.

Más oferta académica y mayores cupos de acceso se conseguirían con nuevo reglamento para educación superior, según autoridades

María Cristina Aguirre, subsecretaria de Acceso a la Educación Superior de la Senescyt, señaló que hacen un trabajo enfocado en la promoción de carreras a lo largo del año.

“Hemos trabajado con los institutos; hemos realizado casas abiertas, conversatorios, eventos con el sector público y privado”, expresó Aguirre en una entrevista con este Diario.

Acerca de cómo se podría generar mayor vinculación con el mercado laboral para los universitarios una vez que concluyen la etapa estudiantil, desde el sector empresarial, Juan Rivadeneira, director de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), dio algunas ideas.

La CCQ plantea propuestas vinculadas con una reforma laboral: eliminación del recargo por contratos eventuales, porque —adujo— aumentan los costos y se desincentiva esa forma contractual, y que las jornadas y horas de trabajo sean adaptables.

Explicó que las 40 horas semanales podrían ser redistribuidas durante la semana para atender sus giros de negocio, como por ejemplo el turismo. Esto tomando en cuenta un máximo de 12 horas seguidas de trabajo sin recargos.

Elizabeth Ordóñez, directora de Docencia del Instituto Tecnológico Universitario Rumiñahui, indicó que ofertan carreras de tecnología universitaria, tecnología superior y tecnicaturas.

En ese centro de estudios han tenido menos demanda en la carrera de Desarrollo de Software.

Atribuyó el desinterés —en general— hacia algunas carreras a la situación económica y a la falta de preparación al alumnado para que no solo vaya a buscar un empleo, sino para que sea un emprendedor.

La Cámara de Comercio de Quito además sugiere desarrollar la educación y la formación dual, que se refiere a que las personas que estudien trabajen a la vez, lo que genera —sostuvo Rivadeneira— experiencia y conocimiento al mismo tiempo.

“Así, generar una condición de un trabajador que ya pueda traer tanto conocimiento como experiencia, en especial en carreras técnicas, para fomentar y promover esa contratación después cuando terminen sus estudios “, opinó el dirigente empresarial. (I)