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Cambio de comportamiento de niña advirtió de agresión sexual; las investigaciones concluyeron que su abuelo abusó de ella

Justicia condena a 22 años de prisión a un abuelo que abusó de su nieta.

Una niña fue violentada sexualmente por un familiar. Un cambio en su comportamiento y bajo rendimiento en sus estudios advirtieron de un hecho inusual. Foto referencial. Foto: Cortesía

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Durante dos años y de forma sistemática un abuelo violó a su nieta, por lo que pasará 22 años en prisión por violación.

Según informó la Fiscalía General del Estado, el hecho se produjo en San Miguel de los Bancos, en la provincia de Pichincha.

Ese delito se cometió continuamente entre los años 2016 y 2018. En una audiencia de juzgamiento se presentaron los testimonios de peritos médicos, legales y psicólogos, así como el relato de la víctima a través de otros testigos como prueba.

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La niña cambió drásticamente de comportamiento y bajó su rendimiento académico, lo que no pasó inadvertido en la institución educativa en la que estudiaba.

Por ello, la psicóloga del Departamento de Consejería Estudiantil, en septiembre del 2018, levantó un informe de situaciones de violencia que contó la niña, en las que el abuelo la violó “en los años pasados”, pero que su madre no le creyó al principio.

Sin embargo, luego la madre presentó una denuncia donde precisó que su padre violó a su hija, quien en esa época tenía 9 años y 8 meses de edad.

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El perito médico legal confirmó que el cuerpo de la niña fue violentado sexualmente. Y el testimonio del perito psicólogo, que valoró a la víctima, concluyó que la niña atravesaba situaciones de inseguridad, ansiedad y otras afectaciones; además contó detalles de cómo sucedieron los hechos y que el responsable era su abuelo.

En la audiencia de juzgamiento, el hombre de 74 años, Celso S., se acogió al silencio.

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Gloria S. R., madre de la víctima, se contradijo en el momento de entregar su testimonio bajo juramento a los jueces.

Cuando presentó la denuncia, afirmó que su hija le contó los hechos y también dijo que los vecinos le comentaron lo que pasaba; pero en su testimonio lo negó e intentó retractarse de la denuncia.

A más de la pena privativa de la libertad, los jueces impusieron al agresor que entregue a la víctima una reparación económica de $ 3.000, además del pago de una multa de $ 800 a la administración de justicia.

La madre y la hija ingresarán a rehabilitación psicológica por disposición del tribunal que hizo el juzgamiento. (I)

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