Más de cincuenta organizaciones de obreros participaron en las jornadas de huelgas y marchas conjuntas que se realizaron entre octubre y noviembre de 1922, que terminarían en matanza. Los gremios sindicales se unieron para exigir mejoras salariales, respeto a la jornada de ocho horas y mejores tratos por parte de sus patronos.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX el sindicalismo en la Costa, especialmente en Guayaquil, tomó fuerza por la incipiente industria que florecía en la ciudad y en donde se asentaba un gran porcentaje de obreros asalariados, pues crecían industrias como las fábricas de fideos, galletas, gaseosas, calzado, aguardiente, escobas, piladoras, curtiembres, cervezas, cigarrillos y fábricas de hielo. En lugares como Milagro prosperan los ingenios azucareros, mientras que en la Sierra, especialmente en Quito, prosperan los molinos y los telares.

Cien años de la masacre obrera: Del Ecuador de los gran cacao, que vivían entre lujos y se educaban en Europa, a la matanza de trabajadores que clamaban por trato y salario digno

Este incipiente desarrollo industrial en la Costa influye en una importante migración proveniente de la región Interandina, hecho que comienza a generar zonas de pobreza en Guayaquil. Es en estos lugares donde se comienzan a organizar los primeros sindicatos.

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La Revolución Liberal impulsa la creación de los sindicatos con un sentido moderno, especialmente en Guayaquil, los cuales nacen bajo la influencia del liberalismo. Uno de los organizadores de estas organizaciones es el exiliado cubano Miguel Albuquerque, de profesión sastre. Albuquerque con su esfuerzo logra crear organizaciones obreras como la Sociedad de Socorros Mutuos Hijos del Trabajo, fundada en 1896.

Eloy Alfaro fue un propulsor de la creación de sindicatos en el país, tanto así que el terreno donde se construye la sede de la Sociedad Hijos del Trabajo fue una donación personal del primer mandatario.

En las protestas que terminaron en la masacre obrera del 15 de noviembre de 1922 destacaron los gremios sindicales como los Ferrocarriles de Durán, los Trabajadores de Empresa de Luz y la Sociedad Unión de Panaderos. Sin embargo, con el pasar de los años muchas de las organizaciones sindicales protagonistas de ese capítulo de la historia han desaparecido.

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Gran Asamblea de los trabajadores de las empresas de ferrocarriles dando a conocer los avances del movimiento de la huelga del sector ferroviario en octubre de 1922. Constan en la foto Adolfo Villacres, presidente de la Gran Asamblea; Abel González, presidente accidental de la Federación de Trabajadores Regional Ecuatoriana; Luis Maldonado, secretario general de la misma y los delegados señores Narváez, Valdez y Reyes.

Una de las que todavía sigue en pie es la Sociedad Unión de Panaderos de Socorros Mutuos. Nicolás Lara es su actual secretario. Lleva 30 años en la organización y también ha sido su presidente y síndico.

Afirma que ha sido complejo mantener la organización que fue fundada en 1898. Indica que a través de los 124 años de historia que tiene el ente ha sufrido, como la gran mayoría de organizaciones sindicales, los embates de los gobiernos de turno que ven a los gremios de obreros como una “piedra en el zapato”.

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En estos 124 años hemos sido actores presenciales de algunos actos, de algunas luchas en defensa de los trabajadores., hemos pasado cosas duras, pero esa es la estirpe que nos han dejado nuestros antecesores”, dice.

Para el sindicalista, el miedo que han tenido los diferentes gobiernos a los gremios de trabajadores ha provocado no solo la persecución, sino la expedición de normas que buscan mermar su accionar.

Siempre han querido quitarnos la Ley de Defensa al Artesano. En el gobierno de Rafael Correa se expidió una ley que permite a los artesanos sacar una certificación artesanal sin pertenecer a un gremio. Esto se hizo para debilitar a los gremios y han logrado desmantelarnos”, afirma.

Cien años de la masacre obrera: Salarios miserables, huasipungos, explotación y alto costo de la vida impactaba a los trabajadores antes de 1922

En los cien años posteriores a la matanza, dice Lara, también se ha observado a dirigentes gremiales que cuando están al frente de las instituciones han incursionado en la política y dejaron de fomentar “el germen de lucha”, por lo que ya no tienen la relevancia que alcanzaron en 1922.

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Con esto coincide Fernando Ibarra, presidente de la Central de Organizaciones Clasistas (Cedoclat), gremio que se desprende de la Central de Organizaciones Clasistas creada en 1938, considerada histórica. Añade que el sindicalismo ha logrado muchas victorias, pero que también ha sido derrotado en otras por el abuso estatal que es un aliado del poder económico.

Pese a los embates de la oligarquía empresarial, de los poderes públicos, el movimiento sindical sigue vigente porque mientras haya injusticias, explotación laboral, tiene su razón de ser en las organizaciones sindicales”, indica.

Según el dirigente, los gobiernos de turno también han buscado dividir a los gremios. Por ejemplo, en el gobierno de Correa se creó la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) para apoyar los cambios en materia laboral que impulsó ese régimen.

El camino más fácil es divide y reinarás. Los gobiernos han buscado permanentemente fraccionar al movimiento sindical y lamentablemente ha habido compañeros que se han prestado para eso”, dice. Además, históricamente también se han registrado desacuerdos dentro de los gremios por temas ideológicos.

Luego de cien años de la masacre obrera del 15 de noviembre de 1922 los trabajadores siguen saliendo a las calles a exigir sus derechos. Foto: Archivo

Reconoce que los actuales trabajadores jóvenes no ven como una prioridad pertenecer a un gremio y que muchos, incluso, han generado apatía por estas organizaciones: “Desde inicios de la década de los 80 comenzó a desarrollarse toda una campaña mediática a nivel universal para venderle la idea a los jóvenes de que ser sindicalista era ser retrógrado, terrorista, era ir contra el progreso y muchos cayeron en esa trampa. Hoy cuando el empleo escasea, cuando la explotación laboral se vuelve más brutal en contra de los jóvenes es que ellos entenderán que a los trabajadores nadie nos ha regalado nada”.

Organizaciones gremiales y sindicales en el Ecuador desde los primeros años de la República

1822: Se crea en Guayaquil la Sociedad de Protección Mutua, esta organización buscaba la suspensión del cobro de un impuesto que debía ser pagado por el trabajador para poder laborar en cualquier oficio.

1849: En Guayaquil se crea la Sociedad Filantrópica del Guayas, organización mutual que busca ayudar al trabajador.

1879: Se crea la Sociedad de Artesanos Amantes del Progreso en la ciudad de Guayaquil.

1884: Se constituye la Sociedad de Tipógrafos del Guayas.

1892: En Quito se crea la Sociedad Artística e Industrial de Pichincha. Esta organización es la primera federación de organizaciones gremiales y obreras de la Sierra, tenía su propio órgano de prensa llamado El Artesano. La Sociedad nace como inspiración de organizaciones vinculadas al Conservadurismo y a la Iglesia Católica.

31 de diciembre de 1905: Se crea en Guayaquil la Confederación Obrera del Guayas, la primera central obrera del país. Esta central cumplirá un importante papel en la promoción de nuevas organizaciones de trabajadores.

10 de agosto de 1909: Se realiza en la ciudad de Quito el primer Congreso Obrero Nacional. Al evento llegan delegaciones de 12 provincias del país con un total de 28 organizaciones obreras. Entre las resoluciones tomadas: Crear la Unión Ecuatoriana de Obreros como un organismo de carácter nacional para organizar y aglutinar a todo el movimiento obrero del país, elaboración de un proyecto de ley para indemnizar a los trabajadores por accidentes de trabajo, realizar un congreso cada dos años.

9 de octubre de 1920: En Guayaquil se celebra el segundo Congreso Obrero Nacional. Uno de los requisitos para participar era el de pertenecer a un gremio o sindicato de trabajadores que no tenga vínculos con la patronal.

15 de octubre de 1922: Se constituye la Federación de Trabajadores Regional Ecuatoriana (FTRE).

27 de septiembre de 1938: Se crea en Quito la Confederación Ecuatoriana de Obreros Católicos (CEDOC). Esta organización aglutina a los sindicatos católicos y organizaciones gremiales vinculadas a la Iglesia.

4 de julio de 1944: En Quito se constituye la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE).

28 de abril de 1962: Se crea en Quito la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres (CEOLS). Esta nueva central busca defender a la clase trabajadora y obtener nuevas conquistas en el futuro a través de una acción mancomunada.

16 de junio de 1971: Se crea el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT).

Noviembre de 1982: Nace la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE).

13 de enero del 2015: Se crea la Central Unitaria de Trabajadores del Ecuador (CUT). La nueva organización de trabajadores según uno de sus representantes, Marcelo Solórzano, contribuirá con el proceso revolucionario del gobierno de Rafael Correa. (I)