Portoviejo

Jama y Jaramijó son los dos cantones manabitas con menor registro de afectados por COVID-19. En la primera localidad se tiene desde el inicio de la emergencia sanitaria en Ecuador un total de 190 infectados y en la segunda, un reporte de 206 contagiados, que no representa ni el 1% del total de personas afectadas por la pandemia en esta provincia, que hasta el fin de semana pasado llegaba a los 29.028 contagios.

Aquella cifra dista de lo que sucede en estas semanas en Jaramijó, cantón vecino de Manta. Por ejemplo, el doctor Sandro Mero, quien tiene su consultorio en pleno centro de la localidad, desde el inicio de la crisis sanitaria, en marzo del 2020, ha atendido a más de 600 personas con síntomas de contagio de COVID-19 e incluso ha tenido personas con cuadros similares a los de reinfecciones.

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Ese subregistro de casos, que no consta en las cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública (MSP), genera una sensación de que en Jaramijó no hay muchos casos o que la pandemia no acarrea problemas a sus habitantes.

Mero dijo que, por ejemplo, antes de la aparición de la pandemia en este cantón solo había un centro de salud público y dos consultorios particulares, pero tras la incidencia de casos ahora hay cuatro consultorios privados más y se anuncia que otros más se abrirán en los próximos días.

“Los registros que emite el MSP no llegan ni al 30% de lo que sucede aquí”, relató Mero, quien dijo que tampoco se conoce cuántas personas en Jaramijó fallecieron a causa del COVID-19.

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En Jaramijó residen más de 28.000 habitantes, de los cuales el 45% se dedica a la pesca. Carlos Delgado, presidente de la Cooperativa de Armadores Pesqueros Jaramiassu, dijo que del total de pescadores de este cantón el 90% resultó contagiado con el virus.

“Y los que no se han enfermado les ha tocado ahora con el cambio de la variante con efectos fuertes”, dijo Delgado, y añadió que gran parte de su familia ya tuvo síntomas del virus, y que incluso cuatro de sus tíos murieron, dos con pruebas de que fallecieron por COVID-19 y otros dos con sospechas del virus.

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De acuerdo con el dirigente pesquero, la falta de espacios de atención de salud generó que muchos por falta de dinero se atendieran en casa bajo recomendación de medicinas caseras como tomar té de neem y hasta personas que estuvieron a punto de graduarse como médicos y que con sus conocimientos de salud brindaron atención.

La situación del COVID-19 en la actualidad es preocupante en Jaramijó, según su alcalde Simetrio Calderón, quien expresó que algunas personas buscan asiduamente ser abastecidos con tanques de oxígeno medicinal para ayudar a recuperar a sus parientes afectados con síntomas del virus y que se tratan en sus hogares.

Aunque no lo afirmó, Calderón consideró que hasta podría hablarse de que en la actualidad en Jaramijó habría inmunidad de rebaño, por la alta incidencia de contagios de personas -él estuvo hace cuatro meses contagiado-, pero que no puede confirmarlo científicamente, pues incluso el nivel de atención médica del sector público es limitado en esta localidad, y por ende la toma de pruebas PCR es escasa.

Delgado estimó que en Jaramijó hay un contagio en general. “En la zona rural de Manabí hay mejores centros médicos que los que hay aquí, no tenemos ni emergencias, uno debe viajar a Manta, es un problema grave”, declaró Calderón. Él hizo énfasis en que Jaramijó se merece un mejor local de atención sanitaria.

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Desde hace varios meses, en Manabí no se puede conocer una versión oficial de autoridades de salud en temas relacionados al COVID-19. (I)