Una vaca come pasto cerca de un sembrío por el que cruza una enorme grieta. La línea de grieta pasa cerca de casas, chacras, árboles, patios adoquinados y una carretera de la montaña.

Desde el aire se ve el enorme agrietamiento en esa zona periférica de Alausí, cantón del sur de Chimborazo. Es como si un terremoto hubiese partido la tierra. “Es una fea sensación estar aquí. Mire cómo se ha cuarteado, tenemos miedo de que pueda bajar”, dice José Mullo, mientras en un video muestra esa zona de Alausí.

Mullo, un pastelero con presencia en redes sociales, grabó ese video semanas atrás junto con Vicente Valdiviezo, comunicador que maneja la página de Facebook Alausí News. Para esos días la alarma, el temor y la angustia rondaban a los pobladores de la zona Nueva Alausí y Casual.

Publicidad

Desde las primeras semanas de diciembre la tierra había dado señales de que algo terrible podría pasar. De que decenas de casas que estaban en esa montaña y sus alrededores corrían riesgo.

Visite alausi y miren lo qué esta p4sando #tierra #deslizamiento #derrumbo

visite alausi y miren lo que esta pasando #tierra #deslizamiento #derrumbo #chimborazo

Posted by Pastelero JOSE MULLO on Saturday, March 25, 2023

En febrero se emitió una alerta amarilla por los riesgos que se advertían en un estudio. La Secretaría de Gestión de Riesgos lanzó disposiciones a las autoridades locales y de la provincia ante la amenaza.

Salieron unas familias, pero no todas. Lo peor sucedió la noche del domingo 26 de marzo, cuando un deslave de gran magnitud cubrió con toneladas de tierra 163 casas, dejando afectadas a 500 personas. Hasta la mañana de este miércoles hay 12 muertos y 67 desaparecidos.

Publicidad

“Aquí decían que esto no se iba a ir”, señala Vicente Valdiviezo en el video que se ha viralizado. El comunicador, que recorrió la zona con Mullo, consideraba que eso ya no era para una alerta amarilla, sino para pasar a otra etapa.

Cuando grabaron el video, la zona ya era peligrosa, de alto riesgo. Un tramo de la carretera que une Riobamba y Cuenca se había cuarteado y hundido unos metros. Hasta un pequeño furgón se había ido a pique y un carro todoterreno se volcó en un intento de cruzar.

Publicidad

“Está horrible, es algo desesperante, esto suena”, cuenta Mullo -en el video- mientras recorre con Valdiviezo la vía.

La Secretaría de Riesgos había identificado un polígono de aproximadamente 247 hectáreas que era susceptible a movimientos en masa, como deslizamientos y hundimientos. Y dentro de esas áreas estaban las comunidades Aypug, Casual y los barrios La Esperanza, Control Norte, Nueva Alausí, Pircapamba y Bua.

De los más afectados por la tragedia está Nueva Alausí, donde hubo casas sepultadas. Donde gente quedó atrapada bajo metros de tierra y piedras.

Cristian Torres, secretario de Riesgos, ha indicado en estas últimas horas que el deslave de gran magnitud fue ocasionado por años de un mal manejo de agua, que provoca que la tierra se sature y, por otro lado, el efecto de las lluvias.

Publicidad

El funcionario señala que se habían hecho evacuaciones antes del deslave. Dice que entre el viernes, sábado y domingo se habían realizado evacuaciones y por ello muchas personas alcanzaron a salir de la zona de riesgo.

Torres sostiene que el apego a la tierra, a las pertenencias, hace que en estas situaciones muchos se resistan a dejar sus casas.

“Nosotros a través de la zonal dimos el apoyo al Municipio para hacer la evacuación, dando ayuda, albergues. Es un trabajo que ha venido en curso desde enero”, dice el funcionario.

¿Por qué no se declaró otra alerta? Torres indica que la alerta roja no se podía declarar porque es cuando ya está la emergencia. Dice que la coordinación zonal se acercó al sitio y ayudó a la evacuación.

En Alausí hay la sensación de que se pudo hacer más para aminorar los riesgos de esta tragedia.

El alcalde de Alausí, Rodrigo Rea, dice que han venido trabajando en prevención y que se activaron mesas técnicas.

Según él, una vez que se recibió la alerta amarilla se tomaron acciones, como instar a la gente a salir, inhabilitar el tránsito en la zona de riesgo, crear albergues. (I)