“Acabo de reasumir la Alcaldía, porque las leyes y la verdadera justicia así lo han determinado”. Esas fueron las primeras palabras que dijo Santiago Guarderas cuando retomó las riendas del Municipio de Quito, el 30 de septiembre de 2021, después de siete meses de enredos legales y enfrentamientos políticos con el exalcalde Jorge Yunda.

Este sábado, 8 de enero de 2022, se cumplieron 100 días desde aquel momento en el que prometió “poner la casa en orden”.

Un sector de la opinión pública manifiesta que, por el corto tiempo que lleva su administración, es prematuro calificar si se han logrado dar soluciones a los problemas de la ciudad. No obstante, se destacan avances en algunos frentes.

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Otros piensan diferente. Consideran que ciertas decisiones están incompletas o que algunos temas importantes todavía no se han abordado. Y desde el sector del comercio autónomo no regularizado se señala que hay excesos en los operativos de los agentes metropolitanos.

EL UNIVERSO conversó con siete representantes de la sociedad civil, quienes dieron su opinión sobre lo que, para ellos, han sido los 100 primeros días de la alcaldía de Santiago Guarderas.

  • William Basantes, presidente de la Federación de Barrios de Quito

Los problemas de Quito aún no se han resuelto, más bien se han complicado los temas de seguridad, movilidad, de reactivación económica. La inseguridad también ha crecido debido a que los espacios públicos están abandonados. Las autoridades quieren reducir el contagio del COVID-19, pero el Trole y la Ecovía están más que abarrotados. Nos subieron el pasaje y eso no ha tenido efectividad. En vialidad, el problema no solamente son los baches de las vías, sino que aún en los barrios tenemos muchas calles que no están adoquinadas o que el asfalto está totalmente desgastado. El alcalde ha anunciado que va a iluminar los parques, esto ayudaría bastante”.

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  • Carlos Loaiza, presidente de la Cámara de Comercio de Quito

“El alcalde recibió el Municipio en el tercer trimestre del año, con una ejecución presupuestaria menor al 50 %, con una crisis grave a nivel institucional. Fue importante la definición de un equipo de confianza. Ha definido una agenda con cuatro áreas. Eso es lo positivo, así como la generación del Código de Ética e impulsar a Quito Honesto, para combatir la corrupción. Hay que mejorar en seguir impulsando las reformas que se necesitan en proyectos emblemáticos, como el Metro. Se tiene que poner más orden al Centro Histórico, especialmente en cuanto a los comerciantes informales. En el momento que se regula a los informales también se puede reducir la inseguridad”.

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  • Simón Jaramillo, subdirector de la plataforma Participación Ciudadana

“Cuando a un vicealcalde le corresponde asumir la Alcaldía por subrogación las condiciones son diferentes que quien llega por vía elecciones, el tiempo de acoplamiento es más largo. Es muy difícil en los primeros meses observar una gestión ejecutiva y administrativa rápida, porque generalmente esto es para poner la casa en orden. Cuando se accede a los cargos por subrogación, generalmente, terminan siendo autoridades de transición. Lo que le corresponde al alcalde Guarderas es justamente lograr esta transición ordenada, recordemos que en un año estaremos eligiendo alcalde. Por el tiempo y la forma como se dieron las cosas, no se presta para una gran gestión, una gran obra. Que se logren al menos encauzar algunas medidas, como el Metro”.

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  • Daniela Chacón, representante del colectivo Quito Cómo Vamos

“Han habido algunas señales interesantes de hacia dónde quiere ir el alcalde; por ejemplo, la recuperación del Centro Histórico. Ha habido un avance en el presupuesto; pero eso no necesariamente es bueno, tiene que haber mayor transparencia sobre lo que se ha gastado en estos 100 días. Veníamos con un alcalde que no había ejecutado nada, por la bronca política, y de repente tenemos noticias de que la ejecución presupuestaria llega al 82 %. A mí me preocupa un poco la transparencia de en qué se gastaron estos recursos. Otra cosa que todavía no está tan clara cuál es la visión del alcalde. Cien días son suficientes para que una persona, a pesar de ya haber estado en el Municipio y de ya conocer, trace una línea más clara de acción”.

  • Carlos Castellanos, presidente de la Federación de Comerciantes Minoristas y Trabajadores Autónomos de Pichincha (Fedecomip)

“El alcalde asumió el Municipio con serias complicaciones. En estos 100 días no ha logrado resolver problemas como la movilidad, los baches, la recolección de basura, y el problema del sistema de comercialización. Todavía no ha logrado articular adecuadamente estos elementos. En lo positivo está que en noviembre y diciembre se recibió la documentación de los comerciantes que buscan regularizarse, y que en enero se entregarán los PUCA (Permiso Único de Comercio Autónomo) de 2022. Pero falta la reactivación económica de los 54 mercados, de los 12 centros comerciales del ahorro, de las plazas y ferias. Las decisiones son incompletas, porque para lograr una regularización y un ordenamiento del comercio hace falta un plan maestro; esto es una deuda”.

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  • José García, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos Organizados (Asotrab)

“La gestión de Guarderas es mala. Lo que ha hecho con los vendedores (no regularizados) es algo inhumano, que va en contra de la clase popular. Se está prohibiendo el derecho al trabajo con más fuerza. Se ha pasado los derechos humanos por encima de las personas y de las instituciones. Más allá de generar una verdadera solución, ha empeorado la calidad de vida de los vendedores que subsisten en la calle. En general, la gestión de todos los alcaldes ha sido parecida, pero esta ha sido pésima para los vendedores que buscamos trabajar. No han sido efectivas las mesas de diálogo. No es que nosotros no queramos regularizarnos, sino que es muy difícil el proceso y también porque los lugares que ellos nos ofrecen no son los más óptimos”.

  • Luis Llusca, dirigente del barrio Santa Isabel, norte de Quito

“Todavía no ha hecho nada. Él no visita los barrios. Hay barrios que no tienen alcantarillado, agua potable, viabilidad. Lo que invirtió en las fiestas de Quito, sabiendo que estamos con esta pandemia, debió haber puesto para los barrios marginados. Hay lugares como Pisulí, La Roldós, donde la gente vive en caminos de polvo, no tienen agua potable. Estas cosas son las que tiene que priorizar el alcalde”. (I)

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