No es extraño conducir por las calles de Quito y enfrentarse al dilema de evadir un bache sin el riesgo de chocar al carro de al lado, a una moto, topar a algún transeúnte o darse un veredazo. O caer de lleno en el hueco, con las consabidas consecuencias: frenazos, llantas reventadas, golpes en la carrocería, pasajeros que salen volando de sus puestos... La red vial del Distrito Metropolitano está llena de sorpresas y exige máxima concentración: el 80 % está en mal estado y debe ser cambiada en su totalidad.

El dato -de que ocho de cada diez vías deben ser rehabilitadas- corresponde a la Empresa Municipal de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop). Su gerente, Jorge Merlo, en entrevista con EL UNIVERSO, lo reconoce: no hay una sola avenida principal con un nivel óptimo de asfaltado. Y explica que si bien la solución es la repavimentación, los recursos para tales tareas son mínimos. La opción de emergencia, por ahora, es el bacheo, agrega.

Así, las calles de Quito se han convertido en el escenario de un permanente “tapar los huecos”, tanto que las grietas que reflejan el deterioro, en palabras del gerente, forman una suerte de “piel de un cocodrilo”. Cuando no hay cráteres, las vías de la capital ecuatoriana están cubiertas por parches de asfalto, unos más oscuros e irregulares que otros, a veces se convierten en montículos; en otras ocasiones, apenas son rellenos grises que, al poco tiempo, vuelven a ser aquellos cráteres que obligan a los conductores a peligrosas maniobras.

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Michelle Poveda, estudiante universitaria, es una víctima de los huecos. Cuenta que mientras conducía por San Juan, un barrio popular del centro de Quito, cayó en uno que, para colmo, tenía hasta varillas salidas. “La llanta estaba reventada, ya no servía para nada. Entre comprar una nueva y la wincha tuve que gastar unos $ 60″,

Lo mismo le sucedió a Vanessa Soria cuando fue a retirar a su hermano del colegio y, debido a la lluvia, no vio el bache en la avenida 6 de Diciembre, en el sector de la Kennedy. “Hasta el aro se dobló, lo curioso es que en la vulcanizadora había por lo menos tres carros con el mismo problema”.

Quito es un buen negocio para las vulcanizadoras. José Luis Pérez, quien trabaja como operario en una vulcanizadora ubicada en La Floresta, lo confirma: por los huecos y las lluvias “sí ha aumentado el trabajo”.

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Grandes anuncios, pocos recursos

Tanto en la administración de Jorge Yunda, removido el pasado 29 septiembre, como en la de Santiago Guarderas, que asumió el 30 de ese mes, los anuncios de una eventual rehabilitación vial han sido recurrentes en las declaraciones públicas. Sin embargo, el estado de la infraestructura vial supera a los intentos de los alcaldes por responder a la preocupación de los quiteños.

Según datos de la Epmmop, en el Distrito Metropolitano (DMQ), que incluye la zona urbana y la rural, existen 11.000 vías públicas que suman alrededor de 8.500 kilómetros. Si se aplica el diagnóstico de que el 80 % del sistema vial está colapsado, la tarea del Municipio se vuelve gigantesca, pues le quedarían por rehabilitar 8.000 vías o 6.800 kilómetros.

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El problema es que no hay recursos suficientes. La Epmmop, por ejemplo, tiene un presupuesto limitado o subejecutado, cuenta con apenas 28 brigadas para el mantenimiento (a cada una le correspondería atender, en promedio, 400 vías) y tiene al 60 % de su equipo pesado fuera de servicio, porque la maquinaria está dañada.

“Me encontré con un cementerio de maquinaria”, dice Merlo, quien visitó los talleres hace quince días. Allí, los encargados le dijeron que lo que funciona un día, se vuelve a dañar al poco tiempo. “Estamos gastando más en mantenimiento que en adquirir nueva maquinaria”.

Es el resultado, dice el gerente, del abandono de los últimos diez o quince años, tiempo en que no ha existido un plan de rehabilitación vial efectivo.

El exalcalde Jorge Yunda lanzó durante su gestión (de 28 meses) el plan de repavimentación denominado Kilómetro a Kilómetro. Su objetivo alcanzó la intervención en 56 vías en el sur, 14 en el centro, 39 en el norte y 13 en los valles; en total, 122 vías que representaban 155 kilómetros. Aquello, pese a los golpes de efecto ante las cámaras, representaba el 1,82 % del sistema vial del DMQ. Y aun así, el plan quedó inconcluso.

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En el Plan Operativo Anual (POA), con Yunda como alcalde y Guarderas de vicealcalde, se planteó que en el 2021 (de enero a diciembre) se realizaría la “repavimentación o pavimentación de al menos 45 kilómetros de vías”. También se tenía previsto mantener o rehabilitar 40 kilómetros de vías e intervenir 15 kilómetros de vías habilitadas al transporte público.

Jorge Merlo lamenta el mínimo avance que logró el plan Kilómetro a Kilómetro, así como los problemas legales de varias obras, algunas por irregularidades detectadas por la Contraloría, lo que ha provocado la suspensión de los trabajos.

Actualmente, cuando a Guarderas le queda poco más de un año en el cargo, el gerente explica que la prioridad es “un agresivo plan de bacheo, siguiendo todas las normas técnicas”, pues la repavimentación exige estudios y procesos de contratación.

Durante el mes que lleva en funciones, Merlo asegura que ya se ha cambiado el asfalto en quince vías y que se ha contratado a la empresa TEA S. A. para la repavimentación de otros ocho tramos, a un costo de $ 1 millón. Estas calles -que siguen siendo una mínima muestra de la red dañada- pertenecen a la zona Eugenio Espejo.

Calle IntervenidaDesdeHastaLongitud (en metros)
Jorge PiedraN54José Sánchez760,00
De los FresnosAv. 6 de DiciembreCarl Nielsen927,50
Benjamín ChávezGaspar de CarvajalFin de la vía1.132,70
Edmundo CarvajalN44A El CóndorAv. La Prensa526,00
N52 San JoséDe los GuayacanesDe los Nogales629,00
Amagasí del IncaDe los GuayacanesDe los Nogales690,00
N51De los GuayacanesE15E415,00
9 de OctubreAv. PatriaAv. Eloy Alfaro1.597,68
Total:6.677,88

Para el 2022, la Epmmop contará con $ 61 millones. Con ese monto deberá priorizar qué vías son más urgentes de ser atendidas. Hasta tanto, el agresivo plan de relleno de huecos. “Mientras no entren en rehabilitación total, (las calles) tendrán que estar con bacheo todo el tiempo, vamos a trabajar en eso. Lo que sí garantizo es que voy a ejecutar el 100 % del presupuesto para el 2022 en la atención de las vías”, asegura Merlo.

A lo que agrega un pedido a los quiteños: “Tenemos que pedirle a la ciudadanía que tenga un poquito de paciencia, porque, obviamente, en estos procesos se complica la movilidad y hay que buscar vías alternas para circular”. (I)