Observar cómo se utilizaba la realidad virtual inmersiva en el mundo de los videojuegos le dio la idea de aplicar este recurso tecnológico en la arquitectura a Jorge Luis Holguín. Con esto soluciona el problema que tienen la mayoría de personas de calcular e imaginar mentalmente los espacios de una vivienda o edificación que solo está en planos.

A través de un software y con la ayuda de gafas 3D una persona puede realizar un recorrido inmersivo dentro de una vivienda. Puede ver texturas de pisos y paredes, distribución de espacios. Además, puede pedir que se realicen cambios hasta del color de la pintura, todo en el mismo instante.

Cuando desarrollamos proyectos arquitectónicos las personas nos preguntan, por ejemplo, si el dormitorio es grande o pequeño. Nosotros contestamos que es de 3x3, pero la mayoría no tiene la visión espacial de comprender la medida. Con la realidad virtual inmersiva nos olvidamos de decirle a las personas que se imaginen el espacio, porque lo van a ver”, dice Holguín.

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En el pasado mes de diciembre comenzaron las pruebas con personas para poder ajustar detalles de la tecnología. Sin embargo, la empresa de arquitectura de Holguín ya tiene dos clientes que han apostado por la utilización de este recurso para sus proyectos.

Esta idea fue acelerada en el Centro de Emprendimiento, Tecnología e Innovación (CETI) del Municipio de Portoviejo, en Manabí. En estas instalaciones Holguín recibió capacitaciones y también se desarrollaron pruebas de su idea. “Esto será el futuro de la arquitectura”, dice.

A través de la utilización de gafas 3D los usuarios pueden observar los detalles de las edificaciones que planean construir. Foto: Cortesía Geostudios

Otra de las ideas que se han desarrollado en el CETI es un dispensador de comida inteligente para mascotas llamado Smart Feeder. Uno de sus desarrolladores es Everson Sierra. El dispositivo se puede programar desde una aplicación para que sirva el alimento (pepas) al animal las veces que el dueño desee.

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Sierra cuenta que, cuando estaba realizando las capacitaciones en el CETI, se investigó un problema al cual se le pueda dar solución a través de la tecnología. “Encontramos que el 63 % de los hogares en Ecuador tiene una mascota y que el 50 % de ellos vive en departamentos. Cuando salen de viaje o trabajan fuera todo el día los dueños de las mascotas deben buscar que alguien cuide a sus animales y les dé de comer. Esto puede costar hasta $ 30 por día. Entonces el dispensador evita ese gasto”, dice.

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En la aplicación se ingresan datos como el peso de la mascota y con base en eso realiza el cálculo de cuánto alimento se le debe dar. El dispensador funciona a través de la red wifi, pero también se puede programar de forma directa para no tener inconvenientes si no se posee este tipo de red o si se llega a cortar la energía. Entre junio o julio ya tendrían dispositivos para la venta a un costo de $ 100 y entrarían a competir con otros dispensadores de marcas extranjeras que ya se encuentran en el mercado, pero que tienen un valor superior a los $ 150.

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Smart Feeder es un dispensador que puede conectarse con una aplicación y así programar las raciones de comida que se le dan a una mascota. Foto: Cortesía Everson Sierra

En tanto, Cynthia Gorozabel desarrolló, también con ayuda del CETI, una prensa hidráulica para ayudar a los pequeños productores de cacao, en especial en Manabí, ya que esta provincia es la tercera en cosechas de este producto a nivel nacional.

Para hacer buen chocolate en polvo hay que sacarle la manteca al cacao, y de allí surgió la idea de la prensa. Lo interesante es que la máquina se puede producir en el país y se evita la importación de tecnología que es cara. Además, las máquinas que se importan son industriales y son para producir cantidades altas de productos, y esto complica a los pequeños productores o los emprendedores”, dice.

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La prensa será probada en la comunidad de San Plácido, que ya tiene estructurada la producción de cacao para afinar detalles y mejorar sus características. Es capaz de procesar 281 litros mensuales y tiene un costo menor a $ 1.000.

Esta prensa sirve para trabajar el cacao. Foto: Cortesía Cynthia Gorozabel

Que los emprendimientos ecuatorianos se apalanquen en las nuevas tecnologías es un gran paso para que sus proyectos sean exitosos a largo plazo, dice Max Núñez, director de Innovación y Competitividad del Municipio de Portoviejo. Es por esto que el cabildo ha apostado por la creación de CETI y dar capacitaciones en este sentido.

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Si bien Ecuador tiene una de las tasas de emprendimiento más altas de la región, también tiene índices altos de fracasos de este tipo de negocios. Núñez indica que esto se da por que la mayoría de emprendimientos son de “emergencia”, no se planifican para largo plazo y no se utiliza la tecnología.

Los proyectos, como el de realidad virtual inmersiva, son ideas que se pueden aplicar incluso fuera del cantón o exportarlas a otros países. Desde noviembre de 2020 se apostó por darles herramientas para emprender a los jóvenes. En el primer proceso se busca capacitar a los jóvenes en herramientas para emprendimientos enfocados en la tecnología. Hay cuatro certificaciones que pueden obtener”, afirma.

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Luego también empiezan a probar la solución de un problema que hayan escogido en la primera fase, pero de forma técnica. De aquí sale un prototipo con apoyo de expertos. En la tercera fase se trabaja en un modelo de negocios para terminar con un producto mínimo viable.

El CETI, desde su arranque en 2020, ha tenido 424 personas capacitadas y se desarrollaron 107 proyectos que serán apoyados para que generen sus primeras ventas.

“No está cerrado a que solamente entren proyectos de estudiantes, por ejemplo, sino que puede haber emprendedores que tengan una idea y que a través de la tecnología o un proceso innovador se genere valor agregado”, afirma Núñez.

En las instalaciones del Centro de Emprendimiento, Tecnología e Innovación de Portoviejo se realicen capacitaciones a jóvenes emprendedores. Foto: Cortesía

Lo interesante del CETI es que trabaja en conjunto con las universidades, en especial con la Técnica de Manabí y San Gregorio, y otras incubadoras y aceleradoras de la ciudad de Portoviejo. La inversión para la estructuración del CETI ascendió a $ 144.000 por parte del cabildo portovejense. Este rubro es el 56 % de la inversión, el resto la facilitó la Fundación Edúcate a través de un convenio.

Para este año se prevé construir un CETI en las parroquias rurales de Alajuela y Pueblo Nuevo. “Vamos a apoyar a la ruralidad para que los emprendedores rurales puedan aplicar la tecnología, el uso de drones”, agrega Núñez. (I)