Hace algunas semanas la coordinadora zonal 3 del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), María José Pontón, informó que tuvieron la alerta de que niños estarían siendo alquilados para que vayan a mendigar o a realizar otras actividades en las calles de Ambato.

“Nosotros hemos tenido algunas alarmas de niños que han sido alquilados también, que les alquilan para hacer trabajos, por ejemplo, de ventas en otros lados. Como son niños pequeños, ha habido casos que nosotros estamos en ese seguimiento, ha habido reportes por el ECU911, porque nosotros trabajamos de la mano con ellos, del alquiler de algunos niños en temas de mendicidad, para que ellos vayan a pedir en otros lados dinero o vayan a trabajar también en casas y demás”, expresó la funcionaria días atrás.

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Para conocer los resultados de las investigaciones que, dijo, se ejecutaban, a través de comunicación del MIES de la zona 3 desde el martes este Diario intentó agendar una entrevista con Pontón. Pidieron el tema a tratar para hacer una ayuda memoria, pero luego se indicó que la funcionaria no podía atender el miércoles porque tenía un evento en Riobamba.

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A pesar de la insistencia, incluso para ver si había otro funcionario que conceda una entrevista, hasta la publicación de esta nota periodística no hubo ninguna respuesta.

No obstante, el teniente Patricio Chapues, jefe de la Dirección Nacional de Policía Especializada Para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) en Tungurahua, comentó que hay un caso que se investiga (de trata de personas), que hay un grupo de ciudadanos con niños realizando actividades de mendicidad en diferentes partes en donde hay semáforos en la urbe ambateña.

Mencionó que la investigación será la que determine si los niños que están acompañados de personas adultas son o no los familiares, o de ser el caso si han sido alquilados para que realicen la mendicidad. Sostuvo que el trabajo se hace desde hace algún tiempo y se espera ver los resultados a corto plazo.

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El teniente Patricio Chapues, jefe de la Dinapen en Tungurahua, advierte que hay un proceso que se investiga para saber si niños fueron o no alquilados para mendigar. Foto: Wilson Pinto. Foto: El Universo

En tanto, el presidente de la Junta Parroquial de San Fernando, Miguel Cayambe, refirió que en su zona desde hace algunos años no existe el alquiler de niños para que vayan a mendigar, aunque sí reconoció que cuando los padres bajan con sus hijos a vender algunos productos agrícolas en los alrededores de los mercados, los pequeños se sientan en las veredas, “extienden las manitos y hay personas que les regalan monedas”.

Se activan investigaciones

Esto también es mendicidad, advirtió el jefe de la Dinapen en Tungurahua, Patricio Chapues, y recalcó que en estos casos también se realizan las investigaciones y si la situación es recurrente, se activa la unidad de trata de personas.

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El teniente también comentó que por las denuncias que han tenido trabajan con otras instituciones en el control de la mendicidad y vulneración de derechos, y que a quienes se les ha encontrado en algunos sitios se les ha hecho conocer que en el país está prohibida esta actividad y que los niños no pueden estar en las calles en estos actos.

Indicó que en su mayor parte son extranjeros que se mueven entre uno y otro sector de Ambato.

Explicó que ante la proximidad de la Navidad se hará la coordinación con las diferentes instituciones encargadas de la protección de derechos y vulnerabilidad con el fin de prevenir que salgan a mendigar en la provincia.

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Los presidentes de las juntas parroquiales de Pilahuín, María Caiza, y de Quisapincha, Luis Pimbomaza, coincidieron en señalar que en estos sectores no hay casos de alquiler de niños para mendigar, pero que ante la proximidad de la Navidad se trabaja con los cabildos (dirigentes) para socializar entre las comunidades los peligros que se corren cuando bajan a “pedir las navidades” a las ciudades.

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También aseguraron que se coordina con las instituciones que en estas fechas hacen los agasajos para que lleguen a los sectores vulnerables y así evitar que bajen a las ciudades a mendigar. (I)