Hace 30 años, Grecia llegó a la ciudadela Martha de Roldós, en el norte de la ciudad. Desde entonces ha visto una evolución en su zona, cambio que poco a poco se ha detenido. Para ella, las autoridades locales no están apoyando al sector.

“La Martha”, como le dicen los moradores al sector, lleva el nombre de la ex primera dama fallecida en un accidente aéreo junto con Jaime Roldós. Un busto en memoria de ella permanece en una plazoleta al fondo de esa vía principal.

El barrio está lleno de vehículos sin orden alguno; todo resulta una mezcolanza. A este desorden se suma la falta de un espacio verde, pues todo es cemento. Actualmente, otros elementos “característicos” son la tierra y el polvo, ya que las obras que comenzaron hace varios meses no han concluido.

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La obra busca adecuar las calles peatonales, que además son el ingreso a muchas viviendas de la zona. Asimismo, se está trabajando en un nuevo alcantarillado, un anhelo que los moradores han tenido por mucho tiempo, pero avanza a paso de hormiga, de acuerdo a los comentarios de vecinos.

En las peatonales, que persisten en su mayoría con la infraestructura de sus inicios, varios de los vecinos recordaron que el sector era netamente residencial cuando se entregaron las primeras casas del proyecto de vivienda impulsado en el gobierno de Jaime Roldós (1979).

Grecia explica que resulta un riesgo transitar por estas vías en mantenimiento, sobre todo para los niños y adultos mayores, ya que tienen muchos baches y piedras. Incluso, varios moradores ya han sufrido accidentes, lo que obliga a los dueños de las viviendas a caminar con cuidado.

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Niños y adultos mayores deben trasitar por estos caminos a diario. Foto: Gino Farfán

“Esto es pura piedra y huecos; en la noche se vuelve más peligroso, porque el alumbrado no es suficiente”. En estas viviendas también residen personas con discapacidad y personas de la tercera edad que se movilizan en silla de ruedes, por lo que se vuelve un deporte extremo sacarlos de las casas.

Las adecuaciones no concluyen. Y es que, según Grecia, empiezan por una zona, la dejan inconclusa y se mueven a otra. “Es algo horroroso. A quién le va a alegrar que estén haciendo una obra, comienzan en un sitio, no lo terminan, se trasladan a otro, y así sucesivamente”.

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Además, estos cambios están afectando a los negocios del sector, que se llenan de suciedad e, incluso, reciben poca presión de agua. “Da tristeza, porque quienes tenemos un negocio no podemos vender, si es puro polvo y obstáculos”, explica María, dueña de una pequeño restaurante.

Una de las obras más emblemáticas de la ciudadela es la regeneración de una canal de drenaje pluvial. A pesar de ello, el espacio se convirtió en un vertedero de basura que solo ha traído problemas al sector. La acumulación de agua y residuos atrajo a mosquitos transmisores de dengue, lo que terminó enfermando a los vecinos.

El canal en la ciudadela Martha de Roldós. Foto: Gino Farfán

En cuestión de seguridad, la zona baja de la Martha de Roldós resulta tranquila. Sin embargo, Grecia comenta que en horas de la noche es cuando las personas del cerro colindante bajan, asaltan y consumen drogas.

En contraste, lo que más disfrutan los moradores del sector es su ubicación: un lugar céntrico y cercano a muchas zonas destacadas de Guayaquil. Para Marcos, lo más valioso de vivir aquí es su gente y las facilidades; no solo la cercanía de la ciudadela, sino la cantidad de locales de primera necesidad que tienen a la mano; en muchos casos, atienden hasta altas horas de la noche.

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Actualmente, según los moradores, son más de 30.000 sus habitantes, incluyendo muchos extranjeros y sin contar las cooperativas aledañas.

Sitios destacados

  • Dispensario de salud del IESS.
  • Registro Civil Municipal.
  • Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil.
  • Parque acuático municipal.
  • Mercado municipal.
  • Parque principal.
  • Parroquia eclesiástica e iglesia santos Joaquín y Ana .(I)