Decenas de personas se congregan en los exteriores de distribuidoras de tanques de oxígeno medicinal desde horas de la madrugada para conseguir dicho insumo, y así tratar a sus familiares afectados con COVID-19, en la provincia de Manabí.

El pasado sábado, Anthony Mero pagó 25 dólares por la recarga de un tanque de oxígeno de 6 metros cúbicos para su abuela de 70 años, quien tiene complicaciones por el virus.

“Me dicen que no la llevan a hospitales porque podría pasar algo peor”, relató Mero, quien madrugó este lunes en una distribuidora ubicada en la calle 8 y avenida 25, en Manta.

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Algunos usuarios dijeron vivir días dolorosos. La desesperación por ver a su familiar infectado con el virus se incrementa con el paso de los días, así como la angustia ante la falta de dinero, y en otros casos por no saber cómo evoluciona su estado de salud.

Sandra Valencia llegó desde el cantón Rocafuerte a esa distribuidora mantense para conseguir un tanque para su suegra María Molina, que necesita el insumo ante las complicaciones en su sistema respiratorio. Entre la familia lograron reunir dinero y se aferran a Dios para que Molina no tenga más complicaciones en su salud.

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Cerca de las 07:30 de este lunes 5, un camión con 40 tanques de oxígeno llegó hasta esa distribuidora ubicada en la calle 8 y avenida 25 en Manta. Los usuarios esperaban ansiosos con un tique de pago realizado días atrás para adquirir el tanque. No obstante, durante su espera irrespetaron el distanciamiento físico.

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La entrega a quienes pagaron por el tanque no dura ni una hora. Juan Véliz, colaborador de la clínica Divino Niño de Manta, madrugó para adquirir tanques de oxígeno para esa casa de salud.

“Hemos andado buscando en todo Manta y no hemos encontrado ese oxígeno que es necesario en la clínica”, indicó Véliz.

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En el kilómetro 4 de la vía Manta-Rocafuerte, donde funciona la sede de la planta de la empresa Oxigas en Manabí, también hay ansiedad. Jairo Alcívar llegó desde Portoviejo para comprar cinco tanques de oxígeno que le encargaron.

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“No solo que es complicado, es que no existe en Portoviejo estos tanques”, relató Alcívar. Cerca de él estaba José Luis Moreira, quien reside en la ciudadela La Aurora de Manta, y debe llevar un tanque de oxígeno para su padre, quien tiene el 80% de complicaciones en sus pulmones.

Moreira cree que su padre podría complicarse en hospitales que tratan pacientes COVID-19.

“Tengo seis días comprando oxígeno para mi papá, él por el momento está en casa…el doctor (que atiende a su padre) nos dijo que en el hospital no hay camas, no hay nada, que es por gusto (internarlo)”, recalcó Moreira.

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Hasta este domingo, en Manabí ya se habían registrado 25.549 casos de COVID-19, virus que también ha causado 2.912 fallecidos, entre confirmados y probables. (I)