Tulcán

La temporada seca en Tulcán y la afectación de los entornos naturales de las fuentes de agua que abastecen a esta ciudad fronteriza han provocado la disminución del caudal del río Chico, principal alimentador del líquido de dicha ciudad fronteriza con 100.000 habitantes.

A ello, según la Empresa de Alcantarillado y Agua Potable de Tulcán (Epmapat), se suma la reducción de los niveles de agua de las captaciones de los afluentes Cucurucho, Monte Redondo, Aguas Calientes, que sienten los estragos de la falta de lluvias y cambios de temperatura.

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El volumen de agua que ingresa a la planta de tratamiento de agua potable decreció en las últimas semanas, dejando de suministrar 209 litros por segundo y surtiendo únicamente 189, aminorando así el líquido vital para consumo.

El estado de la fuente central del río Chico preocupa porque está seco, siendo su caudal normal de 400 litros por segundo. Actualmente cuenta con 60 litros, evidenciándose que la vegetación nativa que almacena y permite un ciclo hidrológico normal ha sido removida. En la orilla del río se pueden observar potreros que no permiten la retención de líquido y cuando hay precipitaciones fuertes escurren el agua rápidamente, imposibilitando la acumulación. Mientras que los territorios cercanos a la fuente de Cucurucho sufren un intenso cambio de suelo. Áreas de pajonales y frailejones han sido ocupadas por cultivos, invernaderos y caminos, señalan los técnicos de Epmapat. En la fuente subterránea de Aguas Calientes, y en Monte Redondo, la captación está protegida por vegetación.

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El miércoles pasado, ante el decrecimiento de caudales y falta de agua potable en los tanques de reserva, el líquido comenzó a suspenderse en horas de la tarde durante cuatro horas. Foto: Cortesía

En la capital carchense desde hace varios años el servicio de distribución de agua potable es suspendido a las 22:00 y habilitado a las 05:00, siete horas en las que son abastecidos los tanques de reserva para atender a 100.000 habitantes de más de 145 barrios.

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A esto se agregan los cortes continuos de agua en la urbe, debido al mal estado del sistema que ya cumplió su vida útil, debiendo obreros realizar la reparación de tubería y otros, en calles que son abiertas en ciertos días en distintos sectores.

El miércoles pasado, ante el decrecimiento de caudales y falta de agua potable en los tanques de reserva, el líquido comenzó a suspenderse en horas de la tarde durante cuatro horas. La no presencia de lluvias complica la situación en esta urbe fronteriza.

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Ante la emergencia, una de las alternativas es hacer buen uso del agua, ya que la capacidad de abastecimiento depende fundamentalmente de la solidaridad. Las autoridades locales están demandando del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica para que vigile los ecosistemas de las fuentes y la quema indiscriminada de páramos y extensión de territorios agrícolas.

Otros fenómenos que vienen alterando estos ríos son el avance de la frontera agrícola, deforestación, quemas sin el control debido, conflagración de páramos, talas indiscriminadas, entre otros, señalan especialistas.

La disminución en el servicio de abastecimiento genera malestar en los usuarios, una inspección efectuada por técnicos de la Empresa de Alcantarillado y Agua Potable de Tulcán (Epmapat) detectó que ha sido removida parte de la vegetación nativa, incluso con maquinaria.

La falta de lluvias disminuye el caudal del río Chico, principal afluente qeu abastece de líquido vital a Tulcán Foto: Cortesía

Una de las causas son las graves afectaciones ambientales que sufre el ecosistema causadas principalmente por los propietarios de fincas en esos sectores, según técnicos. “Las caras internas de la microcuenca no cumplen su función ecológica, no hay retención de agua, habiendo sido convertidos estos sectores en potreros donde hay monocultivos de pastos, que reemplazan a las especies nativas, arbustos y hierbas que sostenían el agua”, sostiene Galo Tipaz, gerente de Epmapat.

Tras tres semanas de sequía el río Chico ha perdido su caudal, notándose que está casi seco. Ambientalistas coinciden en que la alteración del ecosistema generada por el hombre y el cambio climático son las causas principales del problema ambiental.

Las autoridades reconocen que en la ciudad se están sintiendo los estragos de carencia de agua y acusan a propietarios de predios de afectar la naturaleza, construyendo caminos, sembrando y superando los sitios no recomendados para siembra o pastoreo.

Consideran que las instituciones que tienen la competencia ambiental y legal deben hacer respetar las normativas y leyes relacionadas con este tema, exigiendo que a cada costado de los ríos y vertientes exista vegetación protectora, con un mínimo de 50 metros a cada lado como señala la norma para sostener el impacto.

Para el próximo viernes 1, a las 10:00, el colectivo Páramo Salvaje anunció una marcha que llegaría a la Prefectura de Carchi, Gobernación y Municipalidad de Tulcán con el propósito de denunciar este desastre ambiental que pone en riesgo el agua de consumo humano si no hay acciones concretas. (I)