El Gobierno del Ecuador, amparado en el artículo 9 de la Convención de Viena, sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, declaró “persona non grata” al embajador de Argentina en Quito, Gabriel Fuks, tras la fuga de María de los Ángeles Duarte.

Duarte, exministra durante el mandato de Rafael Correa, quien también se encuentra prófugo de la justicia en Ecuador, estuvo refugiada en la Embajada de Argentina en Quito por más de dos años, en compañía de su hijo menor de edad.

“En relación a las circunstancias que rodean el nuevo desacato a decisiones de la justicia ecuatoriana por parte de la señora María Duarte, sentenciada por la comisión de actos de corrupción, la Cancillería del Ecuador ha concluido que se han violado la confianza mutua y la buena fe que deben imperar en la relación entre los Estados”, indica el Ministerio de Relaciones Exteriores ecuatoriano.

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Fuks deberá abandonar el país en “un tiempo prudente”, se indicó.

Duarte huyó a Venezuela luego de escaparse de la embajada argentina en Quito. “A las 11 de la mañana del día de hoy martes 14 de marzo, la Sra. María de los Ángeles Duarte Pesantes se hizo presente en la sede de la Embajada argentina en Caracas y fue atendida por el embajador Oscar Laborde, y dos funcionarios de la sede diplomática”, anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina en un boletín.

La exfuncionaria informó que se encontraba en Caracas, pero omitió decir cómo llegó allí ni si está acompañada de su hijo, añadió el texto.

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Además, la fuga de Duarte provocó que el Gobierno ecuatoriano llame a consultas a su embajador en Argentina, Xavier Monge.

“La Cancillería ecuatoriana reitera el firme compromiso del Estado ecuatoriano de actuar conforme los principios del Derecho Internacional y velar de forma permanente por los altos intereses del país, el respeto a la soberanía y el Estado de derecho, y en contra de la impunidad”, sentencia la Cancillería ecuatoriana en su comunicado.

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De su lado Argentina respondió en la misma línea y también solicitó retirarse al embajador ecuatoriano en Buenos Aires. “No existe norma internacional alguna que obligara a las autoridades diplomáticas argentinas a ejercer custodia sobre Duarte”, reclamó la Cancillería de ese país. (I)