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Ismael Cala, periodista, escritor y conferencista enseñará a 26 personas el verdadero poder de la comunicación, en Quito

Creo que nadie nos enseña del todo a enfrentar la vida, sin embargo, venimos preparados con herramientas para poder enfrentar la vida, como la resiliencia.

Ismael Cala, periodista, escritor, productor de radio, presentador de televisión, conferencista, empresario y emprendedor social, en una entrevista en Quito. EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas

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Con sonrisa amplia, pelo corto, ataviado con una leva concho de vino, el tono de su buzo es crema, sin corbata, pantalón caqui, zapatos negros con suela blanca y varias manillas elaboradas con mullos en las muñecas, Ismael Cala ingresa al salón Biblioteca del JW Marriott, en el norte de Quito, donde nos recibe para una entrevista.

Nació en Cuba, hace 52 años. Tiene nacionalidad canadiense y estadounidense, vive en Estados Unidos. Es periodista, escritor, productor de radio, presentador de televisión, conferencista, empresario y emprendedor social. Su faceta más conocida: presentador de CNN en español.

Tiene ocho libros publicados sobre liderazgo, considerados best sellers, entre ellos: El poder de escuchar, Un buen hijo de P…, El secreto del bambú, El analfabeto emocional, Despierta con Cala.

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Se acomoda en un taburete alto que está en el centro de un set iluminado con tres luces.

¿Cómo se hace para enfrentar la vida?

Creo que nadie nos enseña del todo a enfrentar la vida, sin embargo, nosotros venimos preparados con herramientas para poder enfrentar la vida, como la resiliencia.

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La pandemia del COVID-19 nos sacudió muy fuerte en principios, en prioridades, en valores y también despertó lo mejor del ser humano en la solidaridad y resiliencia. Esa capacidad que tienen el ser humano de salir del vientre de mamá y empezar a aprender cosas que son totalmente diferentes a los nueve meses de embarazo, aprender a comer por la boca, a despertar los pulmones para respirar aire, a caminar, a hablar. Todo esto es partes de un mismo proceso que es el enfrentar la vida.

Es una muy buena pregunta, creo que deberíamos pensar, ¿qué está haciendo nuestro sistema de educación por los niños de hoy para ayudarlos a enfrentar mejor la vida? Creo, y es una opinión personal que la comparten muchos expertos en educación, que es hora de hacer una reevaluación, a nivel global, de hacia dónde estamos preparando a las personas con nuestros sistemas educativos, porque es hacia el hacer y no hacia el ser, es decir, no estamos poniendo el foco en hacer que los niños entiendan mejor sus emociones, cómo trabajarlas y puedan enfrentar la vida de una manera más positiva.

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Al final, lo más importante es la actitud. Si uno es realista, pero realista positivo, optimista, las cosas que te van a suceder en tu vida las verás de una mejor manera. Si uno es realista, pero negativo, pesimista, esas mismas cosas las verás como problemas, como obstáculos, entonces, diría que esta pregunta me da pie para una revisión de hacia dónde están los intereses de los sistemas de educación públicos y privados en el mundo hoy.

Acabó de mencionar algo que hoy es recurrente, ¿cómo lidiar con la pandemia?

La pandemia llegó sin invitación, nos sorprendió y al principio el no tener el conocimiento de hacia qué nos enfrentábamos hizo que muchos líderes no supieran qué hacer y no tomaran las medidas correctas. Siento que la pandemia es un ejemplo más que nos abre a entender que nosotros no tenemos control sobre todo en la vida y que debemos tener un alto sentido de humildad para poder cambiar nuestros paradigmas y eso es lo que ha demostrado la pandemia, que no se podía resolver con las mismas fórmulas que habíamos resuelto otras enfermedades.

La pandemia ha demostrado que los problemas de la sociedad no son únicamente responsabilidad del Estado, aunque el Estado tiene que estar cada vez más preparado para ayudarnos en estas crisis de salud pública, también el movimiento ciudadano importa, porque cuando el ser humano se responsabiliza, todos juntos somos más fuertes.

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Ismael Cala, periodista, escritor, productor de radio, presentador de televisión, conferencista, empresario y emprendedor social, en una entrevista en Quito. EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas

¿Cómo vivió la pandemia?

Me senté en una meditación en el balcón de casa, en un pequeño departamento en Miami. Dije Dios, ya que mis planes se han desecho, ármame tú mis planes, porque no quiero estar en cuarentena, quiero ser útil y ese mismo día recibí una llamada para hacer una suplencia como periodista en el canal Mega TV en Estados Unidos por cinco semanas y me sentí útil. La verdad siempre tuve respeto por el virus, pero nunca miedo. Cuando uno respeta algo, uno se cuida, uno honra esa relación con algo que puede ser peligroso, pero nunca desde el miedo, porque la vibración del miedo baja tu sistema inmunológico, baja tus herramientas de defensa.

He vivido la pandemia sintiéndome útil, haciendo meditaciones gratuitas, por ejemplo, todos los domingos entre marzo y octubre del 2020, a las 10 de la mañana, activaba mis redes sociales y convocaba a una reflexión en una tertulia espiritual sobre qué somos ante esta incertidumbre, cómo mantenernos alegres, confiados, cómo honrar el legado de esos amigos, colegas, seres queridos que se están yendo como víctimas mortales de la pandemia y creo que eso fue un pequeñito grano de arena. En algunos domingos hubo más de 15.000 personas conectadas.

¿Qué consejos puede ofrecer para que la gente mejore su estilo de vida?

Creo que vivir desde la conciencia, desde la intencionalidad. Muchos de nosotros no nos damos cuenta de que cuando llegamos a una edad adulta empezamos a vivir llenos de responsabilidades: la familia, la casa, la manutención económica, la educación de los hijos, entonces, esas responsabilidades empiezan a convertirse en un programa obligado socialmente y las personas dejan de preocuparse de su tiempo y de cuidar su cuerpo para tener un cuerpo vital, flexible, saludable, dejan de cultivar la mente y la mente nos enloquece. Si uno no le hace a la mente una rutina de escuchar, de observar, la mente se contrae y empieza a llenarse de preocupaciones del pasado y del futuro y dejamos de vivir el presente. Debemos tener un cuerpo flexible, vital, activo, con ejercicio moderado, sueño reparador, disciplina en la alimentación, porque como dijo Hipócrates el alimento es nuestra primera medicina. Mente abierta, reflexiva, serena, cultivada, a través de la meditación, ejercicios de respiración como el chikung o el yoga.

Luego vamos al corazón, hay gente que cree que el corazón es una bomba que solo está impulsando sangre a nuestros tejidos, pero no, el corazón tiene inteligencia, más de 40.000 células neuronales se alojan en el corazón, hay memoria en el corazón. Debemos dedicar un tiempo a saber qué siente nuestro corazón: alegría, hastío, aburrimiento, tristeza y entender esas emociones antes de que se somaticen en enfermedades que luego salen como úlceras, gastritis, cáncer, migrañas, etc.

Por último, para vivir mejor tenemos que tener ligereza del ser. ¿Cómo se interpreta eso? Hay gente que tú la ves caminar y la fuerza de gravedad puede más que ellos, les miras la cara y están estreñidos y no del estómago, porque ese estreñimiento es fácil sacárselo con un laxante, es un estreñimiento y una constipación energética, emocional del estado del ser.

Ligereza del ser es qué me toca hacer para sacarme mi basura, la mía y la que otros me lanzan y no vivir como si fuera un carrito de basura permitiéndome almacenar basura propia y ajena.

Cuando alguien tiene ligereza del ser, si le saludas, esa persona sonríe y es triste que un ser humano deje de sonreír. Cuando somos bebés recién nacidos, tenemos cuatrocientas sonrisas al día, algunos adultos tienen menos de cuatro.

¿Cómo no perder el don de liderazgo frente a la adversidad o quizá la adversidad es útil para convertirse en líder?

Sin adversidad no ponemos a prueba nuestro liderazgo. Los líderes, la gente que quiere ser líder y no víctima necesita problemas. Un líder que no haya enfrentado y solucionado problemas no tiene récord, no tiene historia, no tiene argumentación y referencia histórica dentro de su propio archivo.

Jesucristo no fuese el líder que es, si no hubiese demostrado que en lo que otros llamaban problemas sin solución, él creó milagros. En cada problema está la semilla de grandeza de poder hacer un milagro, pero el milagro no solo lo hacen las vírgenes, Jesús y el Espíritu Santo, no, el milagro nos toca hacerlo a nosotros.

Ismael Cala está en Quito para capacitar a líderes del país a través de VIP Academy y el programa Cala Speaking Academy, que asegura que en tres días (1, 2, y 3 de octubre) 20 personas descubrirán el verdadero poder de la comunicación.

Ismael Cala, periodista, escritor, productor de radio, presentador de televisión, conferencista, empresario y emprendedor social, en una entrevista en Quito. EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas

¿Cómo lo va a lograr?

Al final son 26. Es un evento muy intenso, de mucha inversión, no estoy solo enseñando teoría, sino la práctica y la práctica lleva tiempo. La retroalimentación y el feedback consumen mucho tiempo porque no son conferencias, es un taller, un seminario, es una academia muy práctica donde aprenden haciéndolo, no escuchándome. Doy mi secretos de más de 45 años en los medios masivos de comunicación, porque tuve la suerte de empezar a los 8 años a hacer radio en mi Cuba natal; a los 15 a hacer televisión; a los 19 fui profesor no graduado en la universidad; luego, periodista de cadenas como CNN a nivel global y en estos últimos años conferencista internacional, coach y entrenador a empresas e individuos, entonces, creo que tengo la ventaja de haber hecho todo, todo, todo, todo, todo, todo en cuanto a comunicación en medios masivos.

¿Qué piensa de la religión?

La religión es algo que los seres humanos tenemos como una herramienta de una guía hacia nuestra espiritualidad. Espiritualidad y religión no son la misma cosa. La religión encauza nuestra espiritualidad y siento que el creer en Dios, el tener una conexión con la creación, es sin dudas, un salvavidas, porque las personas que no creen en Dios a quién le piden ayuda cuando se sienten diminutas, totalmente frágiles, pues no sé a quién le piden, ¿al cosmos?, ¿al planeta Júpiter?, no lo sé. En mi caso, siento que la presencia de Dios, del Espíritu Santo ha obrado milagros en mi propia vida, en la sanación de mi mente. Vengo de una historia de herencia de salud mental complicada, esquizofrenia, depresión, suicidios. Entonces, siempre he tenido anclado que no estoy solo, que mi proceso es un proceso de cocreación de vida y de cocreación de milagros y sanación donde Dios siempre me está respaldando. Por eso siempre digo que la religión para mí es un respaldo sin fanatismos.

Hice referencia a la religión porque puede haber una contradicción entre ciertos conceptos religiosos y de liderazgo, porque el liderazgo, finalmente, está evocando al progreso, a ser mejor cada día y la religión, muchas veces alaba al pobre diciéndole que es dueño del cielo y que el infierno es de los ricos. ¿Cuál es su opinión?

Ha habido mucha manipulación histórica con ponderar la pobreza y con hacer que la gente viva una vida conformista y mediocre, pero esa no es la religión ni es el Dios en el que yo creo. Creo que Dios nos hizo a todos como seres extraordinarios en busca de la excelencia y que nos sembró semillas de grandeza que nos toca hacer el trabajo de mirar hacia dentro para poder hacer germinar esas semillas.

Estoy muy de acuerdo contigo, por siglos ha sido más fácil gobernar a gente pobre y empobrecida mentalmente, que alentar la individualidad y la mentalidad de abundancia y progreso en los demás.

Se ha manipulado mucho el condenar a la gente que crea riqueza. Yo no, yo digo ojalá todos podamos entender que no se necesita ser pobre para ganarse el cielo, que lo que se necesita es ser humilde, compartir la riqueza que creas haciéndole beneficio a otros, creando empleos, donando, haciendo filantropía, responsabilidad social, pero porque no crear riqueza material, pero una riqueza material consciente, amigable con el ecosistema, que no dañe el planeta, que no explote a las personas que están generando esa riqueza. Me gusta pensar que uno se gana el cielo por sus acciones y no por su cuenta de banco.

Quiero resaltar algo ahí, interviene Daniel Molina, de VIP Academy, para que sepa el gran corazón de Ismael, que va a capacitar a grandes líderes, pero el día lunes (4 de octubre) les va a dar gratuitamente una charla a las madres de niños oncológicos en la Fundación Cecilia Rivadeneira, entonces, hacemos empresa, pero con responsabilidad social.

Ismael espera la siguiente entrevista, porque varios medios esperan su turno en el salón Biblioteca. Algunos se toman fotos (I).

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