El número de casos confirmados de coronavirus sigue con una tendencia a la baja en Quito.

La caída constante se registra desde hace ocho semanas, de acuerdo con el último informe epidemiológico de la Secretaría de Salud del Municipio de Quito.

Así, entre el 26 de abril y el 2 de mayo hubo 3.642 casos, en la semana del 14 de junio fueron 480.

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No obstante, para la Secretaría de Salud, todavía se mantiene un alto registro de casos.

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El porcentaje de ocupación de hospitalización era del 85%, aunque había diez personas en espera de una cama, y del 93 % de ocupación en unidad de cuidados intensivos (UCI) y 47 personas en espera de una cama.

En los hospitales de la Policía Nacional, de Fuerzas Armadas, Carlos Andrade Marín del IESS, IESS San Francisco, IESS Quito Sur, la ocupación era del 100 % en UCI y en hospitalización.

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En el hospital Docente de Calderón y en el Enrique Garcés había 100 % en UCI, pero disponibilidad en hospitalización.

Con respecto al levantamiento de cadáveres fuera de los hospitales, hubo 3 la semana pasada. Entre el 26 de abril y el 2 de mayo, 18.

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Acerca del exceso de mortalidad hasta el 17 de junio era del 28,7 %. En abril fue del 108 %.

José Ruales, viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud Pública (MSP), sostuvo que, si bien hay en las últimas tres semanas una tendencia a la reducción del número de casos, del número de contagios, de muertes y una ligera baja en la presión hospitalaria, en Cuenca, Quito o el norte de la Sierra, las camas de unidades de cuidados intensivos, en general, están llenas y pacientes a la espera.

Plan de Vacunación 9/100

Aglomeraciones y baja asistencia es lo que hubo en algunos puntos de vacunación en Quito, este miércoles.

Cinco horas antes del inicio de atención para recibir la vacuna en contra del coronavirus, que es a las 08:00, en el centro de convenciones Bicentenario, en el norte de la ciudad, ya hubo asistencia.

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La primera persona en la fila comentó a un canal de televisión que llegó a las 03:00 y era el puesto para su suegra. Argumentó haber llegado de madrugada por el cambio de punto de vacunación, por la fila que dijo haber observado ayer y para desocuparse pronto.

Otros ciudadanos habían llegado a las 04:00 o 05:00 y mencionaron haber madrugado porque era más complicado ir más tarde.

Molestas, otras personas, que habían recibido la primera dosis, criticaban el haber unificado los puntos de vacunación por la espera, en comparación con su primera experiencia, de la que señalaron fue rápida y sin demora.

En el punto de vacunación del colegio Montúfar, en el sur de Quito, el panorama era diferente al mediodía. Se registraba muy poca asistencia.

En ese recinto se colocaron sillas en los pasillos con el respectivo distanciamiento entre personas.

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Julieta Castañeda, de 61 años, recibió la vacuna de AstraZeneca. En 56 días le dijeron que debe recibir la segunda dosis. Indicó que se siente un poco más segura, pero mantendrá las medidas de bioseguridad como el uso de la mascarilla, lavarse las manos, distanciamiento social.

A Francisco Yépez, de esa misma edad, le inocularon esa vacuna. Comentó que a su esposa le inyectaron la misma marca, hace una semana, y no ha tenido reacción.

Recomendó la vacunación, pues expresó que si quedan personas sin vacunarse podría haber un rebrote de la pandemia.

Ruales justificó la unificación de puntos de vacunación a sitios más grandes donde hay más brigadas de vacunación y por un aspecto logístico por el tratamiento de las tres vacunas que se administran.

Indico, en una entrevista radial, que hay 440 centros de vacunación y se reducirían, a nivel nacional, a unos 250.