Zaruma, El Oro

Clara Fierro Brito regresó a mirar el sitio donde quedaba su vivienda de más de 120 años de antigüedad. Ahí, dijo sentir dolor e impotencia al pensar que no logró sacar nada de sus pertenencias.

“Me quedé en la calle y se fueron todos mis recuerdos”, lamentó Fierro, mientras era consolada por su hermana, a pocos metros de su hogar que colapsó en el área del socavón registrado el miércoles pasado en el centro de Zaruma.

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Ella es una de las 300 personas que habitaban en casi un centenar de viviendas que se evacuaron como medida preventiva desde la noche del miércoles pasado por el hundimiento.

El miércoles, dos casas colapsaron, incluyendo su hogar, y otra quedó afectada.

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“Estaba acostaba en mi cama, escuchamos como 20 detonaciones y las personas empezaron a gritar que salgamos de las casas, no pude sacar nada de mi casa y en menos de un cuarto de hora se cayó mi casa”, narró la mujer.

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Fierro perdió un juego de muebles nuevos que había comprado hace pocos meses, su ropa, televisores, cocina, un computador, fotos familiares, y más artículos. “Fueron los minutos más tristes de mi vida cuando nos avisaron que en las bases de nuestra casa se formaron unas grietas, apenas logramos salir y mi casa se cayó, perdí todo… no tengo nada”, contó la propietaria de una de las casas patrimoniales destruidas.

Lamentó, como otros moradores, que aún no se haya soluciones para frenar la minería ilegal. “Incluso perdemos nuestras casas y nadie nos ha dado ayuda”, agregó la mujer.

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Familias temen retornar al sector del socavón

Desde el jueves 16 hasta la mañana de este viernes 17, habitantes seguían con la evacuación de sus pertenencias con ayuda de elementos del Cuerpo de Bomberos, Policía, Ejército y Cruz Roja.

“Estamos sacando las cosas desde la casa de mi hijo que con tanto esfuerzo logró conseguir, con esto que está sucediendo creo que será imposible regresar a vivir en este sector, porque el riesgo seguirá por la minería ilegal”, señaló Yuliana Sánchez, quien con ayuda de unos parientes embarcaron los enseres en una camioneta alquilada.

El servicio de energía eléctrica quedó suspendido por la caída de postes y redes en la zona del socavón. Asimismo, los locales comerciales también tendrán que cerrar sus puertas, generando pérdidas económicas por el cese de sus actividades.

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“Han sido más de 30 años de servicio a nuestros clientes y hoy tenemos que irnos porque estamos en riesgo”, dijo la propietaria de un local de venta de flores, ubicado en la calles 10 de Agosto y Bolívar, a menos de una cuadra del nuevo socavón.

Ante la situación, el Gobierno Nacional dispuso un estudio geológico para hallar soluciones definitivas en la zona de la calle Colón y otras áreas afectadas en los últimos años en la localidad orense. Para coordinar los recursos necesarios se dispuso la declaratoria de estado de excepción y además las instituciones gubernamentales gestionan la entrega de ayudas.

El peligro se mantiene latente en la zona con el resquebrajamiento de estructuras aledañas al área del socavón, en las calles Colón, 29 de Noviembre y Alberto Castro. Las autoridades informaron que se amplió el perímetro de riesgo del hundimiento de 25 a 30 metros de diámetro.

El COE local se reunió esta mañana para continuar con la evaluación de los daños. (I)