La externalización de farmacias de consulta externa marcha a ritmos diferentes y ahora el aspecto político también le pasa factura.

Se inició a mediados de julio pasado y se lo debe implementar en los hospitales del Ministerio de Salud Pública (MSP), Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), Issfa e Isspol, por ser parte de la red pública integral de salud.

César Juiña, de 61 años, salió del hospital Carlos Andrade Marín del IESS e ingresó a una farmacia que forma parte del plan de externalización de farmacias de consulta externa para retirar una pomada.

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En esa casa de salud fue atendido en la especialidad de dermatología.

Contó que tiene un tratamiento periódico con una crema y como el IESS no tiene le enviaron a que lo retire de esa botica. Fue la primera vez que lo hizo.

“Mientras haya medicina puede ser ahí (en el IESS) o puede ser en cualquier sitio, pero que sea cercano (...) para mí está bien”, dijo. La atención fue rápida.

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Más de 122.000 recetas se han despachado a través del plan Medicina Cerca

Enrique Yagchilema, de 72 años, también retiró un medicamento. Es afiliado voluntario.

“Ahorita está un gentío en el hospital en farmacia (...) es preferible, más rápido”, expresó sobre la atención en la botica privada.

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Agregó que está dos años en tratamiento dermatológico y era la primera vez que le entregaban un medicamento fuera del IESS.

De las seis farmacias que hay en los alrededores del HCAM, en el centro norte de Quito, en solo una hay el letrero del plan.

Fernando Carrera, de 62 años, salía de una de las farmacias que no forman parte de la iniciativa gubernamental.

Mencionó que hace unos cuatro años sí recibían el 100 % de los fármacos para su papá, pero ahora, agregó, un 10 % de la receta. Padece un problema pulmonar. Estima gastar entre $ 200 a $ 300 mensuales para varias enfermedades.

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Según el ministro de Salud, José Ruales, la externalización es uno de los cinco mecanismos que se usan para dotar de medicamentos a la población.

Los fármacos que no están en un catálogo electrónico forman parte de la externalización.

Ruales sostuvo que en algunos hospitales serán 30, en otros 60, 15, a modo de ejemplo, pues depende de la capacidad hospitalaria.

Por ello, indicó, el proyecto gubernamental se aplica por fases.

El plan Medicina Cerca va a otros puntos, pero aún hay pacientes que lo desconocen y continúa falta de algunos fármacos

Frente al hospital Eugenio Espejo del Ministerio de Salud, hay farmacias que forman parte del proyecto de externalización de farmacias de consulta externa. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

Actualmente, indicó, están en la firma de convenios con cadenas de farmacias para las siguientes fases y el 2023.

Unos medicamentos se entregan en el hospital y otros en farmacias privadas con una receta electrónica.

En la fase 1 hubo seis hospitales, al igual que en la fase 2.

En días pasados ingresaron a esa estrategia los hospitales Baca Ortiz, de Quito, de Playas en la provincia del Guayas, e Isidro Ayora, de Loja, y Luz Elena Arismendi, de Quito, de Riobamba y de Machala.

Aún se busca proveedor para el hospital de Santa Cruz, en Galápagos.

Entre febrero y marzo del 2023 terminará la implementación del proyecto dentro del MSP.

El mayor problema que han encontrado, explicó, es el sistema informático debido a que esa cartera de Estado, en sus hospitales, tiene historias clínicas y métodos diferentes, los cuales se busca integrar.

Esto, porque, tienen que adaptarse a la receta electrónica, mientras que en los centros de salud donde se lo implementará desde enero del 2023 ya poseen un solo modelo de historia clínica.

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Acerca de cómo marcha la externalización en el IESS, Issfa e Isspol, Ruales mencionó que están trabajando con ellos e incluso se les está transfiriendo la tecnología, así como el modelo de historia clínica electrónica a las dos últimas instituciones.

Agregó que el Issfa y el Isspol se están incorporando al sistema y el IESS lo estaba haciendo hasta que apareció el problema de la integración del Consejo Directivo.

El funcionario mencionó que para poder firmar los contratos debe pasar por esa instancia.

“El IESS nos ha informado que no pueden avanzar con la firma y convenios por la falta de capacidad de reunir del Consejo Directivo...”, agregó.

Esto porque hay una disputa por el delegado de los trabajadores. (I)