‘Mis cuyes y conejos se ahogaron, no pude salir a salvarlos’: moradores de Pomasqui, en el norte de Quito, evalúan los daños de la inundación

Lo que alguna vez fue una calle en la comuna Santa Clara del Común, de la parroquia Pomasqui, en el norte de Quito, este lunes amaneció con agua represada y lodo, a causa del desbordamiento de la “quebrada seca” que colinda con las casas de este sector.

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La torrencial lluvia, acompañada de tormenta eléctrica, que sorprendió a la capital la tarde y noche del domingo, causó el colapso del colector construido en este lugar y el agua, lodo, escombros y piedras ingresaron a las viviendas.

Desde el Municipio se informó, de manera preliminar, que 20 casas tienen distintos grados de afectaciones, pero nueve son las más afectadas, de manera directa por el desbordamiento de la quebrada.

Para Marino Sigcha, morador del lugar, este colapso se debe a la obra de captación construida por la Prefectura de Pichincha, que consta de dos tubos, los que se habrían taponado por la cantidad de escombros arrastrados y causó la inundación.

“Nosotros solicitamos la construcción de un puente en este lugar, pero solo colocaron dos tubos, botaron lastre y encima colocaron el adoquinado, y nos dijeron que costó $ 96.000″, aseveró.

Se solicitó información sobre la construcción de esta obra a la Prefectura, sin embargo, hasta la publicación de esta nota informativa no hubo respuesta.

Freddy Nieto, director metropolitano de Gestión de Riesgos de la Secretaría de Seguridad de Quito, señaló que no se reportaron heridos o fallecidos en la inundación.

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El funcionario también dijo que en total fueron seis eventos de relevancia a causa de las lluvias registradas en la capital. En otros sectores hubo taponamiento de sumideros y desprendimiento de adoquines que afectaron al tráfico vehicular.

Sobre la inundación, Nieto expresó que por esta quebrada bajaron aguas servidas con lodo, vegetación de la zona y basura desechada en la zona alta.

Matha Sigcha se quedó sin trabajo desde hace tres años. Ahora es artesana y en un terreno empezó a construir un taller para la elaboración de sus obras que vende de manera ambulante. También tenía sembríos y animales en unos pequeños corrales.

“La creciente fue tumbando todas las paredes, ahí mis animales están ahogados. Tenía como 20 cuyes y unos 15 conejos, pero se ahogaron, todo está tapado por el agua, solo dos conejos se salvaron, yo quise salir, pero no pude”, expresó la ciudadana mientras levantaba unas tablas de madera.

Su hermana, Alicia Sigcha, completó el relato. “Yo quise salir a ver a los animales, pero capaz si salía me hubiese ido en la punta de la creciente, mi esposo me gritó `no salgas, te va a agarrar uno de los rayos´, ahí llegó el agua y yo avancé a atrancar la puerta”.

Los habitantes solicitaron a las autoridades apoyo con la construcción de una estructura que evite estos desastres en el futuro.

María Sigcha explicó que sobre este terreno habitan más de 14 familias de un mismo apellido. “La naturaleza está inclemente, no es la primera vez que se inunda, los rayos sonaban fuerte”, agregó.

Los moradores explicaron que sintieron un temblor, después escuchaban las piedras que bajaban por la quebrada, y en cinco minutos aproximadamente el agua se desbordó con los escombros que bajaron arrastrados con la corriente.

La casa comunal también presentó daños, algunas casas tuvieron cerca de 30 centímetros de altura de lodo y en las más afectadas el agua con escombros pasó de un metro de altura. (I)