Loja

Mantos de colores y globos colocados en balcones de viviendas demuestran la alegría y la devoción de los fieles católicos que recibieron la imagen de la venerada Virgen de El Cisne en Catamayo. En este cantón existe un ambiente de fiesta por la presencia de la “Churonita”.

En el parque central se ha colocado una tarima en donde cantantes le dedican serenatas a la Virgen.

Publicidad

Desde el jueves 18, la “Churonita” reposa en la iglesia María Auxiliadora del cantón lojano. Desde ese día, los devotos han acudido a visitarla, a agradecer y a pedir por el cumplimiento de milagros. El parque central de la ciudad se ha engalanado para recibir a los feligreses que acuden a venerar a la Virgen.

Con fe y entusiasmo custodios de la Virgen de El Cisne, conocidos como ‘gancheros’, la acompañan en recorrido de 74 kilómetros

La imagen permanecerá en el lugar hasta el sábado 20. Ese día, luego de una eucaristía de despedida, la imagen saldrá de esta ciudad para llegar a Loja junto a los miles de devotos que acompañan en la romería.

En la caminata se espera la presencia de al menos medio millón de personas, especialmente en el último tramo del recorrido entre Catamayo y Loja. Los devotos transitarán por una vía asfaltada de alrededor de 42 kilómetros con empinadas curvas y clima variable.

Publicidad

Los organismos de socorro y de asistencia se han organizado para prestar su servicio a los caminantes durante todo el recorrido. Según se informó, los cierres de esta vía y de la denominada “antigua” están programados desde las 00:00 del sábado hasta las 17:00, hora en que se espera que la procesión llegue a Loja.

Publicidad

La devoción a la Virgen de El Cisne es notable a toda edad. Foto: El Universo

La historia de la tradicional romería de la Virgen de El Cisne

Según detalla la historia, publicada en decenas de portales institucionales y de periodistas del país, la advocación tiene sus antecedentes.

Existen dos documentos que hacen alusión al origen de la advocación de la Virgen: “La relación del Anónimo Adicionador de los ‘anales’ de Montesinos” de Fernando Montesinos y la “Crónica de la Provincia de los Doce Apóstoles del Perú” de fray Diego de Córdova y Salinas.

El primer documento denominado “Los anales de Montesinos” constituye un testimonio importante, pues aun cuando este autor español no fue un testigo presencial de los hechos, cree que la Virgen “aparece por revelación”. Sostiene que debido a una hambruna y la difícil situación de los pobladores por los españoles, se les apareció la Virgen a los principales del pueblo, el 12 de octubre de 1594.

Priostes de la romería de la Virgen de El Cisne, listos para edición de la cita religiosa sin límites de aforo: “Siempre le hemos dicho te extrañamos, madre mía”

Esto motivó a fundar una iglesia, a la que dieron el nombre de “Nuestra Señora de El Cisne”. El documento señala que la imagen es de una vara, similar a la de Guadalupe, de color trigueño y que su fiesta se celebra en el mes de diciembre.

El segundo documento, “Crónica de la Religiosísima provincia de los Doce Apóstoles del Perú” de fray Diego de Córdova y Salinas de 1651, transcribe el testimonio certificado del padre José Lucero, vicario y párroco de la doctrina del Cisne.

Publicidad

Según se detalla en este escrito, la fecha del origen de esta advocación es el año 1596. El religioso, que fue párroco de este pueblo, certifica que en este sitio se encuentra una imagen con un niño en la mano, que fue traída por los indígenas desde Quito. Desde ese entonces, se rinde homenaje a la imagen el 8 de septiembre junto a los vecinos de Loja y Zaruma.

El sábado 20, se espera la llegada de la Virgen de El Cisne a Loja . Foto: El Universo

Las motivaciones históricas del origen del nombre de El Cisne

La palabra “cisne”, de origen español, fue establecida por el obispo Luis López de Solís a la efigie obtenida por los indígenas del Chayalama, aproximadamente en 1594. Dos años más tarde, este fue generalizado a la población por parte del mismo sacerdote, con motivo de su visita a este asentamiento nativo.

Los historiadores lojanos Riofrío y Jaramillo han explicado que el extraño nombre de “El Cisne” de una ave blanca, acuática y europea con que se bautizó a la Virgen local correspondería al mito europeo del héroe Lohengrin hijo de Persival, caballero del Santo Grial, que diera origen a la Orden de Caballeros del Cisne, en memoria del ave con quien se asociaba a dicho héroe.

Sin embargo, el hallazgo del ave Pisaca, que representaba a la diosa paltense de la fertilidad, sugiere que el obispo Solís, al cual se le atribuye la idea del nombre de la Virgen, debió tomar en cuenta este detalle para bautizarla.

‘¡Viva la Virgen de El Cisne!’, fervoroso grito con el que cientos de peregrinos iniciaron tradicional romería

Otra interpretación

La novena en honor a la Santísima Virgen de El Cisne relata: “El Cisne, villorrio indígena, cercano a la laguna Zarihuiñay; hasta hoy muy frecuentado por los llamados brujos y contiguo a una roca escarpada, llamada Potochuro, fue sin duda alguna un oratorio religioso de alguna de las parcialidades Paltas y los del Cisne, que tal vez pertenecían a algunas de estas y eran muy aferrados a sus supersticiones”.

Para que esta Virgen, con un nombre tan extraño, fuese aceptada por los indígenas, los españoles integraron un patrón no cristiano. Fue, sin duda, una acción premeditada que partía del profundo conocimiento de los andinos. (I)