Tras la serie de asesinatos registrados en Lago Agrio, la comandante de Policía, Tannya Varela, dispuso el traslado de equipos de investigación y servicio de inteligencia para ayudar a aclarar lo sucedido.

Varela estuvo ayer en Lago Agrio para establecer contacto con las autoridades y establecer las acciones a seguir para contrarrestar la ola delictiva que ha generado zozobra en la provincia fronteriza.

Confirmó que fueron ocho las víctimas mortales que fueron asesinadas al estilo sicariato en cinco eventos sucesivos que están siendo investigados para determinar la correlación entre ellos.

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La Policía determinó que la cadena de asesinatos se produjo en un lapso de cinco horas. El primer crimen fue a las 18:45, el segundo se reportó a las 19:20. El tercer hecho se dio a las 19:40, el cuarto ataque fue a las 20:50 y el quinto evento ocurrió a las 23:00.

Conmoción en Lago Agrio por asesinato de ocho personas al estilo sicariato

“De manera inmediata se están trasladando equipos de las unidades de investigación y de inteligencia con la finalidad de reforzar a la Policía Judicial y Dinased para esclarecer los hechos delictivos o buscar la correlación que pueda haber en estos cinco eventos”, dijo Varela.

También se pedirá a la Fiscalía de Sucumbíos que autorice el traslado a la ciudad de Quito de las evidencias recabadas en las escenas de los delitos para buscar la correlación balística que pidiera existir en el asesinato de las ocho personas

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Cuatro de las víctimas tenían antecedentes penales, según la Policía. Entre las víctima está un docente. Se trata de Joel Geovanny Rodríguez Taicus, quien laboraba en la escuela fiscal 16 de febrero, sector la Pista-Nueva Loja.

Él fue víctima colateral de la masacre. Sus familiares desmienten que haya estado implicado en actos ilícitos para una represalia o venganza

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El domingo llegó hasta el balneario “Choza San Vicente” a llevar a su esposa y cuñada que trabajan vendiendo salchipapas en el centro turístico, donde concurre mucha gente los fines de semana

Su esposa se salvó de ser alcanzada por las balas que fueron disparadas contra una persona que se encontraba en el sector, quien al parecer era el blanco de los armados.

El profesor llevaba 19 años en la docencia, tenía 44 años y dejA en la orfandad tres hijos de 11, 9 y 5 años

“Él era una persona sana, no ha hecho ningún trabajo ilícito, nosotros vamos a defender hasta lo último que fue un muchacho muy honrado, un padre de familia, un educador”, comentó Mariela Casanova, habitante del sector. (I)

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