En los barrios de Nueva Loja donde se han reportado muertes violentas en los últimos quince días hay temor. Sienten temor de transitar por las calles y en las noches prefieren evitar salir.

Vicente Álvarez, presidente del barrio Estrella del Oriente, dice que la gente “se recoge temprano en la casa” tras esta serie de asesinatos que se han producido. Ocho se reportaron el domingo 16 de enero y 5 este domingo 23.

Todos los hechos violentos se han perpetrado bajo una misma modalidad de sicariato: hombres a bordo de motocicletas, llegan y disparan contra las personas que buscan.

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Vecinos de ese cantón fronterizo con Colombia dicen que nunca antes en Lago Agrio se había vivido un nivel de violencia de esta magnitud en menos de un mes. A más de los asesinatos de los dos domingos se contabilizan otros que suman 22, cifra que pone a Sucumbíos como la tercera del país con más crímenes.

“Era una ráfaga que lanzaron, yo estaba en la casa y dije a mis familiares que no saquen la cabeza y se queden donde están, porque no sabíamos que dirección traían las balas, yo vivo a una cuadra del sitio de la matanza”, señaló el dirigente que vive uno de los barrios donde el domingo se registraron crímenes.

En las calles la gente comenta que se trataría de una “limpieza social” por pasquines que circulan en redes sociales, donde un grupo no identificado habla de acabar con la vida de mucha gente que consideran mala para la sociedad.

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La Policía tiene sus hipótesis, que se liga a grupos armados que provienen de Colombia, cometen los delitos y vuelven a ese territorio. El coronel Washington Samaniego, comandante de policía de Sucumbíos, indica que estos grupos que vienen a ejecutar estos hechos violentos son gente preparada, con conocimiento táctico y técnico en el manejo de armas largas.

El jefe policial dice que existiría una disputa del territorio. “Hay gente que quieren tomarse este territorio tomando en consideración que este es un territorio clave, para el pase y la ruta de traslado de la droga hacia Guayaquil”, señala Samaniego.

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Según datos de la Policía, las víctimas del domingo no cuentan con antecedentes penales, pero los ataques tendrían que ver por actividades de microtráfico.

Para Marco Antonio Enríquez, docente de la Universidad Nacional de Educación (UNAE), sede Sucumbíos, las muertes violentas de los últimos días traen a la memoria los asesinatos de inicio de siglo, como consecuencia de la aplicación del plan Colombia.

En la zona sur de Lago Agrio se produjeron cinco asesinatos. Tomado de Facebook

“En los actuales momentos se dan detalles de los asesinatos, pero no se saben las razones ni quienes son los hechores. Se supone que hace relación con redes de microtráfico y de vínculos con organizaciones narco delictivas. De todos modos, se trata de sembrar el miedo, con limitaciones de tiempo y espacio para la movilidad”, dice.

Enríquez indica que las autoridades deberán establecer estrategias efectivas de control e investigación de estos actos delictivos.

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El abogado William Barba, exagente de policía, cree que existe en estos momentos un divorcio entre la sociedad y la fuerza pública. Además, dice, está el hecho de que la Policía no siente el respaldo del Estado. “Trece policías muertos el año pasado, policías enjuiciados, no se sienten respaldado, entonces el policía dice yo no me inmiscuyo en esos problemas porque no tengo respaldo, si estamos fallando es porque el Estado está fallando”, señala

Para Pontón Cevallos, del Instituto Nacional de Altos Estudios, estos hechos de inseguridad deben ser enfrentados en una coordinación con todos los niveles de gobierno desde lo nacional hasta lo local.

“La seguridad ciudadana tiene sentido, siempre y cuando cuente con la participación de los actores locales, parte de un principio constitucional, si bien la seguridad ciudadana es responsabilidad del Estado, son los gobiernos locales los que deben generar políticas públicas locales para enfrentar la problemática”, comenta el catedrático de IAEN. (I)