Una pareja de esposos estaba a la espera de atención en uno de los puntos de valoración médica para sintomatología respiratoria del Ministerio de Salud Pública (MSP), en el norte de Quito.

Habían llegado en la madrugada, horas antes de que empiece la atención. Algunos de los malestares que presentaban eran dolor de cuerpo, de garganta, de cabeza.

Aparentemente el contagio se produjo en el lugar de trabajo de uno de ellos, pues sus compañeros dieron positivo para COVID-19.

Desde la semana pasada, de acuerdo con esa cartera de Estado, se ha evidenciado la presencia de familias enteras con síntomas, quienes acuden a los sitios de diagnóstico.

En el hospital IESS Quito Sur, a inicios de diciembre del 2021, iban unas 120 personas al día con síntomas respiratorios, pero el lunes 10 de enero hubo más de 1.200 pacientes atendidos.

Juan Sánchez, director médico de esa casa de salud, contó que desde diciembre se ha visto un aumento paulatino de casos con mayor énfasis en las últimas dos semanas.

Sánchez estimó que la compleja situación podría extenderse de cuatro a seis semanas más debido a que hay varios ciclos de contagio, que se inicia en una persona que podría pasar el virus a su núcleo familiar o de trabajo.

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En el hospital Pablo Arturo Suárez del Ministerio de Salud Pública (MSP), que se ubica en el norte de Quito, la capacidad en hospitalización para atender COVID-19 llegó al 90 % (45 de 50 camas) y al 87 % en Unidad de Cuidados Intensivos UCI (27 de 32 camas).

Juan Quizanga, director de provisión de los servicios de la coordinación zonal 9, que corresponde al Distrito Metropolitano de Quito del MSP, señaló que se están transformando áreas clínicas no COVID para atender esa enfermedad en esa casa de salud y en la hipótesis de que ya no tenga a dónde más expandirse entrarán el hospital Enrique Garcés y después el docente de Calderón, donde ya hay camas listas pero no ocupadas.

“La apertura dura aproximadamente, mientras se muevan los espacios, doce horas (...), pero en ese transcurso imaginemos que llegan 90 pacientes, esos tienen que ser apoyados por el (hospital) Enrique Garcés y el docente de Calderón”, indicó, a modo de ejemplo.

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Según José Ruales, viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud del MSP, al momento no hay una “saturación” en los hospitales en relación con el número de camas de hospitalización o de camas de unidades de cuidados intensivos y solo en tres provincias en donde el número de camas es menor hay una ocupación total en UCI, por lo que están siendo derivados los pacientes.

“El número de pacientes que están acudiendo a hospitalización es muchísimo menor del que observamos en las olas anteriores en relación con el número de casos; sin embargo, hay que estar preparados, hay que estar alerta para seguir atendiendo esta demanda”, expresó en una entrevista radial.

De acuerdo con la secretaría de Salud del Municipio de Quito, la ocupación en camas de hospitalización para atender COVID en hospitales centinela, que son el Pablo Arturo Suárez del Ministerio de Salud Pública (MSP) y el del IESS Quito Sur, se ubica en el 86,75 % y para unidad de cuidados intensivos (UCI) en el 74,67 %.

Vacunación

Para Ruales, la exigencia del carné de vacunación es una forma de proteger a las personas más vulnerables y de evitar la enfermedad grave en los no vacunados, pues se evita su presencia en aglomeraciones.

Ruales llamó a completar el esquema de vacunación dado que hay provincias en las cuales hay bajas coberturas de segundas dosis como en la ruralidad del Guayas, Los Ríos, Santa Elena, Santo Domingo de los Tsáchilas y Cañar. También solicitó llevar a los niños de 5 a 11 años para que reciban su segunda inyección.

“Esperamos que una vez que lleguemos a un pico (de casos) esta o la próxima semana, ya logremos empezar a tener una mayor tranquilidad, como les digo, estamos cubiertos desde el punto de vista de la atención tanto ambulatoria como hospitalaria y no estamos observando un incremento importante en la mortalidad en relación con el alto incremento de los casos”, dijo el funcionario.