El pasado 23 de abril se produjo un deslizamiento de tierra en el sector de La Pulida, en el norte de Quito. Este siniestro afectó a varias casas y edificaciones, que no perdieron todos sus bienes inmuebles gracias al muro de contención que detuvo una gran cantidad de agua.

Sin embargo, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) identificó que una gran cantidad de basura se encontraba en la cumbre de la quebrada y la gran mayoría había tapado sumideros, ocasionando graves inundaciones en el sector.

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Hasta la fecha han existido dos fases de limpieza, según la entidad municipal, en las que ha logrado retirar 40.000 metros cúbicos de agua, lodo, material vegetal y rocas, utilizando maquinaria pesada para evitar futuros siniestros.

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Actualmente, la empresa informó que la etapa final de extracción de residuos de la quebrada se encuentra en acción, por lo que ocho volquetas, tres excavadoras, una grúa, una bomba de succión y dos hidrosuccionadoras se encuentran en la zona para retirar el agua estancada y fortalecer el muro de contención que separa la población de la montaña.

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El Municipio de Quito indicó que hasta el año 2022 se invirtieron $ 1,8 millones en el mantenimiento de las quebradas; en el 2023 la inversión fue de $ 3,1 millones; y se pretende que para el 2024 se mantenga el mismo monto.

Finalmente, en las quebradas de El Tejado, Colegio Pomasqui, La Retraída, San Vicente, Jatico, la Comunidad Baja, Rumihurco Bajo, Lea, Pulida Media Trasvase, Pulida Chica, La Isla, Alcantarilla Alta, Calimbulo y Río Pitsara se han desalojado 30 metros cúbicos de material acumulado, según el Municipio. (I)

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