Los peregrinos, romeriantes, devotos y turistas han llegado en una cantidad importante hasta el santuario de la virgen de El Cisne, ubicado a 74 kilómetros de Loja. Los fieles y priostes de la provincia de Azuay son numerosos y ha sido común verlos caminar o viajar en bicicleta por la vía Cuenca-Loja, haciéndolo a manera de agradecimiento o penitencia por favores recibidos de la sagrada imagen.

Ellos han llegado, manteniendo la fe, para seguir la programación religiosa de manera virtual. Se acomodan fuera del santuario de acuerdo a las actuales circunstancias, ingresan unos minutos a la iglesia y descansan por horas hasta nuevamente emprender su retorno, pues este año no habrá la procesión que les permita acompañar a la Churonita, como cariñosamente la llaman sus devotos.

“Hay que llamar la atención a nuestros fieles, a nuestros devotos: obediencia a todos los protocolos de bioseguridad que han sido instalados en varios puntos del santuario, del campo mariano. Cada persona que llegue, siempre cuidando el orden, la disciplina, la prudencia y paciencia de su familia”, dijo William Arteaga, párroco de El Cisne.

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Por segundo año consecutivo no se realizará la tradicional y multitudinaria romería que traslada a la imagen de la virgen de El Cisne desde su santuario hasta la iglesia catedral de Loja, evento que se cumplió hasta el año 2019, desde el 17 hasta el 20 de agosto. “La imagen de la Virgen de El Cisne será llevada a Loja de forma reservada. La Policía Nacional será la encargada de, mediante operativo, trasladarla”, según el gobernador Mario Mancino.

Entre las resoluciones que impuso el Comité de Emergencia de la parroquia El Cisne destacan la restricción vehicular según el último dígito de la placa: lunes, miércoles, viernes y domingo se restringe la circulación de 1, 3, 5, 7 y 9; mientras los martes, jueves y sábado se restringe la circulación de las que terminan en 0, 2, 4, 6 y 8. Además se prohibió el expendio de bebidas alcohólicas durante agosto y septiembre. El horario de misas se ha establecido a las 09:00, 11:00 y 15:00. Se prohibió la quema de pirotecnia o realización de actividades sociales, culturales y artísticas.

Quienes ingresan a la basílica pueden permanecer por alrededor de diez minutos, orar y salir, para evitar las aglomeraciones y permitir que más gente pueda ingresar. Comerciantes de reliquias y objetos religiosos que permanecen en el lugar dicen estar preocupados por la poca presencia de visitantes, pero esperan que el número de ellos suba en el transcurso de la semana que viene.

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Los que han llegado desde otras provincias dejan ver que la fe es más fuerte que el miedo. “Claro que tenemos temor, pero igual venimos a pedir protección a nuestra virgencita. En mi familia caímos tres con COVID, pero gracias a la virgencita estamos bien y hay que agradecerle”, dice Marcia Hurtado, devota de 60 años proveniente de Loja.

Hemos venido a rezar, a pedir por nuestra familia. Soy muy devoto a la Virgen de El Cisne, y por ella estamos vivos. Queremos pedir protección divina, la Virgen nos ha protegido mucho, y debemos ser fieles. La Virgen hace milagros, y hemos venido antes porque nos hemos enterado de que no habrá cómo acompañarla a Loja como lo hacíamos todos los años”, afirma otro de los cientos de devotos de la imagen, que llegaron anticipadamente al santuario.

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Durante el transcurso de la semana que ha pasado, se realizaron misas auspiciadas por los priostes (en su mayoría provenientes de Azuay), la novena en honor a la señora de El Cisne, misa de vísperas y serenata en honor a la “portentosa”.

La bendición de objetos o bienes se ha omitido dentro de las eucaristías para evitar el esparcimiento de agua, como medida de prevención por la pandemia. La bendición de vehículos se ha realizado en el sector La Loma, a la entrada al Santuario.

La Diócesis de Loja, en comunicados de prensa, ha manifestado que “en este tiempo de pandemia que nos encontramos atravesando por el COVID-19, pedimos: al visitar a nuestra Reina Coronada de El Cisne, en su santuario mantener las respectivas medidas de bioseguridad, distanciamiento social y evitar las aglomeraciones. Por su seguridad y pensando en su salud, el Santuario de El Cisne y la Diócesis de Loja ponen a consideración sus plataformas virtuales, donde serán transmitidas todas las eucaristías, a fin de evitar concurrencias masivas y posibles contagios. María es modelo de obediencia, y como buenos hijos debemos seguir su ejemplo y ponerlo en práctica en esos momentos difíciles”, señala. (I)