Llegó la temporada navideña y con ella, las cenas y reuniones con amigos o familiares. La comida se ha vuelto un punto primordial en diciembre, no hay Navidad sin una clásica cena, en muchos casos, esta incorpora el chancho o pavo. Ambas proteínas se han convertido en alimento tradicional de la época.

La tradición de comer pavo se origina con el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Con el paso de tiempo, Ecuador ha adoptado algunas costumbres estadounidenses y por ende, se incorporó el pavo en la cena de Navidad.

No todo el mundo es experto en la cocina, pero hay otras formas de solucionar la cena o las reuniones navideñas. Para estos momentos de apuro, existen varios locales en Guayaquil que elaboran un exquisito chancho o pavo al horno, con lo que la labor en la cocina es menos exigente.

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Sitios como El Sabrosón (Bolivia y Los Ríos) se han dedicado a facilitar las cenas navideñas de los guayaquileños con alimentos como pavo y chancho. El local, que fue fundado hace 44 años por Gustavo Peralta, ahora es administrado por sus hijos.

El pequeño puesto inició con sánduches de chancho, pero a finales de los 90 agregó el pavo en su menú. El Sabrosón ofrece chancho y pavo horneado entero, en porción o en sánduche. Ahora, su nuevo restaurante Gustavo’s, especializado en platos de cerdo, ofrece platillos de cena navideña listo para el consumo. Su precio es de $12 e incluye postre y bebida. Además, cuenta con varias opciones para armar el plato al gusto del cliente.

La cena navideña cuesta $12. Foto: Gino Farfán

“En los últimos 10 años el pavo ha tenido una explosión fuerte, antes horneábamos por ahí uno o dos pavos, ahora sí se hornea una mayor cantidad y cuando es Día de Acción de Gracias y Navidad, lo que más se vende es pavo”, comenta el administrador y cocinero Elías Peralta.

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Una labor de paciencia

El proceso de preparación de las piernas de cerdo consiste en, inicialmente, descongelarlas en ambiente controlado, luego se prosigue a la punción del producto. “Hacemos aberturas en el producto por dos motivos, una para que el aliño penetre perfectamente bien porque este producto va a quedarse entre 24 y 48 horas aliñado, y el segundo motivo es para que esté un poco más rápido al momento de su cocción en el horno”, explica Peralta.

Se realizan cortes para que penetre el aliño. Foto: Gino Farfán

El proceso normal una vez que ya el producto se encuentra aliñado pasa su tiempo de marinación, se lo baja de la cámaras de frío y luego al horno donde estará cinco horas. Este proceso es artesanal en hornos de leña y requiere que al producto se le dé la vuelta al pasar dos horas.

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El aliño consiste en comino, ajo, sal. Además, de otros productos particulares del restaurante. Adionalmente, se le agrega el jugo que bota la carne mientras se encuentra en cocción. El cocinero no recomienda incorporar especias como romero, ya que estas al ingresar al horno se quemarán en exceso y su sabor no resultará agradable.

Más sitios para comprar

En Guayaquil, otros locales también ofertan soluciones rápidas para la cena de Navidad. El Sanduchón (Colombia y Los Ríos) cuenta con menús navideños a $8, estos no incluyen postre ni bebida. Además, durante todo el año ofertan relleno, así como chancho y pavo horneado, ya sea completo o piernas.

La carnicería Maranatha (Colinas de la Alborada, Mz 781) también tiene a disponiblidad sus pavos y cerdos al horno; no solo venden la materia prima, sino que los clientes pueden adquirir su proteína ya lista para comer. La carne se vende en pieza completa o piernas y están desde los $25 hasta los $100.

Por otro lado, El Sabrosito (Tulcán y Colombia), acepta reservas de pavo y chancho horneado hasta el jueves 22 de diciembre. (I)

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