Cuenca

Los 22 años de la declaratoria de Cuenca como Patrimonio Cultural de la Humanidad se recordaron con un acto solemne, que incluyó la entrega de una condecoración, este miércoles 1 de diciembre.

Hoy, el día especial se inició con la colocación de una ofrenda floral junto a la placa que certifica este acontecimiento.

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Luego de un proceso riguroso, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) extendió este reconocimiento a la ciudad en 1999, y particularmente a la arquitectura de su Centro Histórico, que está lleno de edificaciones públicas y privadas inspiradas en el estilo francés.

Tras entonarse el himno nacional, el primer número de la sesión solemne fue otorgar la presea “Cuenca Patrimonio Cultural de la Humanidad”.

Este reconocimiento es aprobado por el Consejo Cantonal para la persona o entidad que apoye la conservación física de la urbe.

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El 2021 la designación recayó en el arquitecto Diego Pesántez Merchán, tras analizar su trabajo, en especial por su insistencia en mantener construcciones con la técnica ancestral del bahareque, usando tierra y madera, como elementos naturales y ancestrales.

Luego que los maestros de ceremonia leyeron unos acuerdos de felicitación la palabra fue tomada por el alcalde de la ciudad, Pedro Palacios, quien destacó que vivir en Cuenca es un privilegio, “un verdadero tesoro”, esto por sus antecedentes históricos como la herencia cañari y la influencia republicana que con el paso de los años dieron como resultado una urbe “diversa, acogedora y con una identidad única”.

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En ese marco planteó a los asistentes una pregunta: ¿Qué ciudad queremos para el futuro?, lo que implicaría la conservación de bienes tradicionales con una armonía ambiental, pero también habitables y productivos.

Y bajo la acepción de que el patrimonio se construye a diario, dejó como mensaje que “cuidamos mejor lo que conocemos”. (I)